Tras lluvias torrenciales en Sri Lanka, zonas de la isla indonesia de Sumatra, el sur de Tailandia y el norte de Malasia, urge la ayuda de Gobiernos y organizaciones.
La semana pasada, las lluvias torrenciales azotaron Sri Lanka, algunas zonas de la isla indonesia de Sumatra, el sur de Tailandia y el norte de Malasia. El balance por las inundaciones subió este martes a más de 1.200 muertos.
En la isla indonesia de Sumatra, el balance de víctimas subió el martes a 631 muertos y 472 desaparecidos, anunció la agencia de gestión de catástrofes.
Las aguas han bajado, pero la devastación obligó a cientos de miles de personas a refugiarse en albergues, donde luchan por conseguir agua y alimentos. En la región de Aceh, una de las más afectadas, los vecinos que tienen dinero estaban acumulando víveres.
"El agua me llegaba hasta el cuello", contó a la AFP Misbahul Munir, de 28 años, habitante de Aceh Norte, en la punta septentrional de esa isla indonesia. "Solo me queda la ropa que llevo puesta", añadió antes de romper en llanto. Para los habitantes refugiados en centros de acogida, "las condiciones son preocupantes. Hay mujeres embarazadas y niños pequeños", señaló.
El Gobierno indonesio anunció el lunes el envío de 34.000 toneladas de arroz y 6,8 millones de litros de aceite de cocina a las provincias de Aceh, Sumatra del Norte y Sumatra Occidental, las más golpeadas.
Las organizaciones de ayuda afirmaron que trabajan a marchas forzadas para llevar suministros a las zonas afectadas, ante el temor de que los mercados locales se queden sin productos esenciales.
En Sri Lanka, el Gobierno pidió ayuda internacional y utilizó helicópteros militares para llegar a las personas aisladas por las inundaciones y los aludes. Al menos 410 personas murieron y 336 siguen desaparecidas en Sri Lanka, según un nuevo balance divulgado el martes por las autoridades.
Las lluvias cesaron el lunes en Colombo, la capital, y había esperanza de que bajara el nivel del agua. Las autoridades indicaron que aún están cuantificando la magnitud del daño en el centro del país, la zona más afectada.
El presidente de Sri Lanka, Anura Kumara Dissanayake, quien declaró el estado de emergencia, afirmó que este es "el mayor y más difícil desastre natural" de la historia del país. Las pérdidas y los daños son las más graves en Sri Lanka desde el tsunami asiático de 2004 que mató a unas 31.000 personas y dejó a más de un millón sin vivienda.
En el sur de Tailandia, las inundaciones mataron a 176 personas, dijeron el lunes las autoridades, en uno de los fenómenos climáticos más mortales en el país en una década. El Gobierno envió ayuda pero la población ha criticado la respuesta a las inundaciones. Dos funcionarios fueron suspendidos por el deficiente manejo de la emergencia.
Gran parte de Asia afronta actualmente su temporada monzónica anual, que trae fuertes lluvias y suele provocar corrimientos de tierra e inundaciones. El cambio climático ha aumentado la intensidad de las tormentas y las lluvias debido a que una atmósfera más cálida retiene más humedad.
Fuentes: Dw, rml (afp, reuters)