El secretario de Desarrollo Foresto Industrial de Corrientes, Luis Mestres, en declaraciones a momarandu.com advirtió que el uso del fuego en el sector rural continúa siendo una práctica extendida para tareas de limpieza, aunque remarcó que solo puede aplicarse bajo las condiciones establecidas por la normativa vigente.
Señaló que “el fuego nosotros nunca dijimos que no hay que usar el fuego”, pero insistió en que su empleo debe realizarse mediante quemas prescriptas, con permisos formales y respaldo técnico, debido a que la vegetación fina se seca rápidamente y genera un alto riesgo de propagación, incluso después de períodos breves de humedad superficial.
Mestres explicó que el comportamiento del material vegetal es un factor crítico en la expansión del fuego, ya que sectores que lucen verdes pueden tornarse amarillentos en pocos días de calor intenso.
Ante este escenario, recomendó reforzar las medidas básicas de prevención en los establecimientos rurales, como la creación de cortafuegos mediante maquinaria, la disponibilidad de reservorios de agua en condiciones óptimas y la transitabilidad de los caminos internos para facilitar el ingreso de los equipos de trabajo.
El funcionario destacó la importancia de contar con herramientas manuales y mochilas de agua para responder a eventuales focos ígneos, y enfatizó que la capacitación permanente del personal es indispensable para actuar con eficacia.
También señaló la necesidad de mantener actualizadas las pistas y puntos de abastecimiento para el uso de aviones hidrantes y helicópteros, considerando su papel en los operativos de control.
CINCO BRIGADAS ACTIVAS
Sobre la estructura operativa provincial, Mestres informó que Corrientes contará con cinco brigadas forestales distribuidas estratégicamente en distintos puntos del territorio.
Indicó que la brigada de Ituzaingó ya está en funcionamiento con alrededor de cincuenta integrantes, mientras avanzan los procesos de consolidación de las brigadas de Paso de los Libres, Santa Rosa, Virasoro y Santo Tomé, cada una proyectada con cincuenta agentes para ampliar la capacidad de respuesta. Añadió que las asociaciones de bomberos voluntarios también podrán colaborar en casos necesarios.
El funcionario subrayó que el sector privado tiene un rol complementario y relevante en la prevención y el combate de incendios, ya que numerosas empresas forestales y ganaderas cuentan con brigadas propias y equipamiento específico.
Explicó que las capacitaciones organizadas por la provincia incluyeron al personal estatal, brigadistas, bomberos voluntarios y trabajadores rurales, con actividades diseñadas tanto para equipos especializados como para grupos comunitarios que buscan fortalecer su preparación operativa.
Por último, Mestres afirmó que el incremento en los pedidos de permisos para realizar quemas refleja un cambio positivo en las prácticas del sector, aunque persisten sanciones para quienes actúan fuera de la normativa.
Sostuvo que la reducción de incendios de magnitud en los últimos meses muestra un nivel creciente de conciencia, pero advirtió que el fenómeno de La Niña podría agravar el riesgo ígneo en las próximas semanas.
En ese contexto, insistió en mantener la preparación, garantizar el equipamiento y asegurar la disponibilidad de agua en cada establecimiento rural para fortalecer la capacidad de respuesta.