( Por José Miguel Bonet*).El 17 de diciembre de 1983 el ministro de Trabajo, Antonio Mucci, presentó el proyecto de Ley de Reordenamiento Sindical que sería enviado al Congreso de la Nación para su tratamiento. El gobierno de Raúl Alfonsín, que llevaba apenas una semana de gobierno, definía así cuál sería su relación con el movimiento obrero organizado.
El proyecto presentado por Mucci, un dirigente sindical de Artes Gráficas nombrado por Alfonsín al frente del ministerio, buscaba un reordenamiento de la vida interna de los sindicatos que habían estado intervenidos durante la dictadura. Se trataba de un nuevo régimen electoral para los sindicatos, a manera de excepción, para permitir un primer reordenamiento gremial después de la intervención de la dictadura militar que tuvo lugar entre 1976 y 1983. El proyecto establecía, entre otras cosas, que si una lista opositora conseguía el 25% en las elecciones internas debía ser parte de la conducción, respetando el modelo de sindicato único por actividad
proyecto presentado por Mucci, buscaba un reordenamiento de la vida interna de los sindicatos que habían estado intervenidos durante la dictadura. Se trataba de un nuevo régimen electoral para los sindicatos, a manera de excepción, para permitir un primer reordenamiento gremial después de la intervención de la dictadura militar que tuvo lugar entre 1976 y 1983. El proyecto establecía, entre otras cosas, que si una lista opositora conseguía el 25% en las elecciones internas debía ser parte de la conducción, respetando el modelo de sindicato único por actividad,un mecanismo de romper la autocracia sindical,que venía navegando desde el acuerdo del gremialismo y el peronismo con Ongania, la ley 18610 que promulgó el general Juan Carlos Onganía, en 1970, para los muchachos de la patria sindical. Cuentan que uno de ellos al recibir el preciado negocio dijo: “me parece que con esto nos hacemos ricos pero se acabó la resistencia peronista”.
Y hay más de en 1974, cuatro añitos del negocio entre Onganía, Francisco Manrique y Vandor- Peron hizo aprobar la ley 20.748 conocida como Sistema Nacional Integrado de Salud, resistida por todo el sindicalismo peronista,Esa ley no llegó a implementarse y finalmente en 1980 fue anulada por el Proceso Militar.
Se trata de un negocio multimillonario donde un grupo de empresarios son socios, cómplices o cafishios de sindicalistas. Los privados se quedaron con la crema sin olvidarse de la masa de la torta. Porque las obras sociales les ceden afiliados a cambio de jugosas comisiones.
El principal punto de desacuerdo estaba en el modo de elección de las autoridades gremiales, que el Gobierno buscaba reformar. Las organizaciones sindicales demandaban que debían respetarse los mecanismos establecidos por los estatutos de cada sindicato, que habían sido aprobados por el Estado y que se ajustaban a lo establecido por la Ley de Asociaciones Profesionales de 1973, previa a la dictadura. El Gobierno, a través de su proyecto, modificaba muchos aspectos de estos estatutos; entre ellos, la eliminación de exigencias de antigüedad gremial o número de avales para la presentación de listas internas.
Pero la denominada Ley Mucci iba incluso mucho más a fondo que un simple cambio reglamentario en materia electoral. Establecía que los sindicatos tendrían prohibida la adhesión a un partido político, lo que había sido habilitado como derecho en 1973. Reducía la duración de los mandatos al frente de los gremios. Proponía la figura de una suerte de veedor del Ministerio de Trabajo que tendría a su cargo todo el proceso electoral, en reemplazo de las propias autoridades gremiales que históricamente resolvieron sus elecciones internas. Y establecía una propuesta de normalización dentro del marco de la Ley de Asociaciones Profesionales de la dictadura, que no era derogada sino modificada. Así, el objetivo de la democratización sindical, que podría haber conseguido acuerdos incluso dentro del campo gremial, creó su propia resistencia.
Pero como entre bueyes no se cornean,El anuncio del proyecto produjo un primer resultado: la CGT Brasil y la CGT Azopardo unificaron su posición. Dejaron las diferencias sobre el pasado reciente para acordar un proyecto de régimen de normalización sindical alternativo al del Gobierno y lo presentaron en conjunto el 4 de enero de 1984. Allí se establecía la derogación del régimen creado por la dictadura militar, el restablecimiento de la ley de 1973, la convocatoria a elecciones generales en todas las organizaciones de acuerdo a sus propios estatutos y el voto directo de los afiliados con la fiscalización por parte de la Justicia del Trabajo. El proyecto actuó como el celestino para que, apenas seis días después, la CGT anunciara su reunificación bajo una conducción transitoria integrada por cuatro secretarios: dos de Brasil, dos de Azopardo. La central obrera unificada coordinó y encabezó el plan de resistencia contra el proyecto de Alfonsín El sindicalismo se iba a encontrar con aliados impensados. Durante su intervención, el diputado Álvaro Alsogaray, de la UCéDé, dijo que estaba más de acuerdo con el dictamen del peronismo que con el del radicalismo. Los sindicatos, dijo, “deben organizarse no como el Gobierno quiera, sino como quieran los trabajadores”. La tribuna, mayormente compuesta por sectores sindicales y muy activa durante el debate, llenó de aplausos y ovaciones esa afirmación. Alsogaray respondió: “Ni en mis sueños ni fantasías hubiera esperado un aplauso así”, provocando risas generalizadas. Luego dijo, sin embargo, que los sindicatos tampoco podían pedir “privilegios al Estado”, como la garantía de un sindicato por rama. El amorío duró poco,todos sabemos sobradanente el resultado.
Pocas semanas después, a fines de abril, Antonio Mucci presentó su renuncia y fue reemplazado por Juan Manuel Casella. A menos de cien días del comienzo de su mandato, el gobierno de Alfonsín sufría una primera derrota política a manos de la oposición en el Congreso. El conflicto signó el tono de la relación que el sindicalismo y el primer Gobierno de la democracia iban a tener. La verdad se corrompe con la mentira como con el silencio!!!!
*Bibliografia artículos varios.