(Por Alejandro Maciel*) María del Carmen Vianna, poeta de Curuzú Cuatía (aunque su pesebre original haya sido Monte Caseros, esa ciudad en calma que se recuesta en la orilla del Uruguay, con las amplias avenidas que en los atardeceres se vuelven lejanas como espejismos) ha publicado un nuevo libro después de un largo silencio. “Los fluires” (Halley Ediciones, Buenos Aires, 2025/6) recopila 80 textos escritos entre 2018 y 2025 de poesía en prosa o prosa poética (las categorías posmodernas divagan en cierto limbo de imprecisiones) que merecen una lectura atenta.
Minuciosa como pocas personas que yo haya conocido, María del Carmen Vianna entreteje cada texto como al descuido, sin puntos, sin comas, sin didascalias, aunque cada título lleva insinuaciones debajo, algún soplo, guiño, referencias ya que muchos de estos 80 breves textos se hibridan con intertextualidades y paratextualidades. Esto significa, poco más o menos, lo mismo que decir que hay un libro anterior con el que “dialoga” la autora. Vaya como ejemplo el primero:
“vengan mis queridos mis bellas es aquí dixit
eduardo con las venas abiertas allá lejos el
fuego no devora la memoria ni la sangre mas
los monstruos sí serán devorados”
Ningún lector sería tan negligente como para olvidar que las citas: Eduardo, Venas abiertas, Memoria se refieren al uruguayo Eduardo Galeano y al menos dos de sus obras máximas: Las venas abiertas de América Latina y Memoria del fuego. Ambas obras, de paso, son indispensables para conocer mucho de las complejidades de nuestras viejas colonias hispánicas en su pasado, pero especialmente en sus futuros imperfectos. Esta portada de ese texto “Amazonia” ya distingue la situación de la poeta: no se resigna al destino de sumisión que parece haber marcado la historia y los intereses foráneos para nuestras tierras latinoamericanas.
Casi todos los subtítulos de Vianna declaran “pequeño fluir de una conciencia así o asá” pero este leitmotiv tiene dos palabras claves: fluir y conciencia, verbo y sujeto íntimamente unidos en la fenomenología husserliana, que nos susurra que el mundo que percibimos es un armazón de cada una de nuestras conciencias, que esa imagen que yo tengo puede y hasta debe de ser muy diferente de la que tiene usted, lúcido lector, clara lectora. La forma en la que percibimos los fenómenos que suceden en el mundo está impregnada necesariamente de subjetivismo, de nuestro yo, que se interpone. Es la consciencia quien gestiona las percepciones y su interpretación final en los juicios que tenemos sobre la realidad. Por esta difusa cualidad de esa conciencia cuyos límites desconocemos, la autora habrá optado por indefinir los indicadores de la textualidad. No hay mayúsculas, ni comas. No hay pausas, no hay comienzos ni finales. Únicamente títulos, el dictamen profético/poético y después, el vacío.
Las páginas se van deslizando con la belleza que otorga la serenidad, esa belleza que parece diminuta frente al fárrago del Tercer Milenio, pero que es necesaria, e imprescindible para permitirnos respirar uno segundo antes de hundirnos de nuevo en esa extensa marea de una gran ciudad como la que me hospeda, o las amplias planicies correntinas no exentas de las multas económicas de la posmodernidad alienante.
Allí, entre las páginas de María del Carmen Vianna acechan estos luminosos textos que resultan renovadores para la monotonía de un día de trabajo agotador:
ENTRE ESAS AGUJAS
(PEQUEÑO FLUIR DE UNA CONCIENCIA LLUVIOSA)
miras oyes caer te aturde la lluvia de nuevo una
niña asustada enfadada odiaban la lluvia tus
ojos tus oídos percibías la amenaza entre sus
agujas verticales de vidrio tejas rejas cárcel
de agua ninguna bendición padre doctor sólo
un poco de alivio nada papá sí tenía razón ya
no quieres oírla te aturde la calle estaba vacía
traspasada por esa agujas de agua que caían
insoportables caen siguen cayendo todavía
nunca dejarán de caer
El libro se puede gestionar en Halley Ediciones, https://halleyediciones.com.ar/ hacen envíos a domicilio y, de paso, estamos ayudando a una editorial independiente de Argentina.
*BUENOS AIRES, NOVIEMBRE 2025