El abogado Nicolás Boniardi Cabra, quien hasta la semana pasada integraba el equipo de defensa de Emerenciano Sena, se entregó este miércoles ante la Fiscalía N°3 de Resistencia, luego de que la Justicia del Chaco ordenara su captura por amenazar a un perito judicial. La medida fue dispuesta en el marco del juicio por el femicidio de Cecilia Strzyzowski, un proceso que continúa generando fuertes repercusiones judiciales y mediáticas. La orden de detención fue firmada por la fiscal Rosana Soto, responsable del Equipo Fiscal N°3, quien remitió un oficio con carácter “muy urgente” a la Dirección de Investigaciones de la Policía del Chaco para proceder a la aprehensión del letrado.
La nueva detención de Boniardi ocurre apenas cinco días después de haber recuperado la libertad, tras ser arrestado durante una audiencia del juicio por jurados en la que fue acusado de filmar a los candidatos a integrar el tribunal popular. La identidad de estos ciudadanos se mantiene bajo reserva, conforme lo establece la normativa del juicio por jurados. En aquel momento, la Justicia chaqueña lo imputó por los delitos de desobediencia judicial y perturbación de audiencias en concurso real. Pese a la gravedad de los hechos, la pena en expectativa le permitió obtener la excarcelación, por lo que había recuperado la libertad el viernes pasado.
Según fuentes consultadas, la amenaza que motivó su nueva detención se produjo durante la realización de una pericia técnica sobre su teléfono celular, medida dispuesta por la Justicia para verificar si el abogado había filmado efectivamente a los candidatos del jurado popular. Durante la diligencia, realizada por un perito del Gabinete Científico, Boniardi se negó a proporcionar el PIN de acceso al dispositivo, lo que llevó al Juzgado de Garantías N°1, a cargo de Javier Roy, a autorizar una apertura forzada. En ese contexto, se habría producido la amenaza denunciada, que derivó en la inmediata intervención de la fiscalía.
INVESTIGACIÓN Y ANTECEDENTES
La causa por la que se investiga a Nicolás Boniardi se suma a una serie de incidentes registrados en las primeras audiencias del juicio por el femicidio de Cecilia Strzyzowski, un proceso que involucra a Emerenciano Sena, su esposa Marcela Acuña y su hijo César Sena como principales imputados. El abogado, que hasta hace pocos días actuaba como colaborador de la defensa de Sena, había sido visto manipulando su teléfono a escasos metros del jurado durante la segunda jornada de selección. Los agentes de seguridad advirtieron la maniobra y alertaron a la jueza Dolly Fernández, quien ordenó su inmediata expulsión de la sala, el secuestro del teléfono y su traslado a la comisaría de turno.
El episodio fue documentado por las cámaras de seguridad del recinto, cuyas imágenes ya fueron remitidas a las autoridades judiciales. En ellas se observa el momento en que Boniardi realiza un gesto con el celular que generó sospechas entre los efectivos a cargo de la custodia del tribunal. Según testigos, el personal de seguridad advirtió de inmediato la irregularidad y recordó a los presentes que “acá todos tienen que comportarse como corresponde”, en alusión a la estricta conducta exigida en el marco de un juicio por jurados.
La jueza Fernández decidió aplicar medidas preventivas y dispuso que el letrado quedara detenido, a disposición de la fiscalía de turno. La causa inicial, bajo la órbita de la fiscal Ana González de Pacce, permitió que Boniardi fuera excarcelado luego de prestar declaración indagatoria, en la que negó haber registrado imágenes de los jurados. Sin embargo, el secuestro de su teléfono celular y la orden posterior de peritarlo derivaron en la segunda denuncia, esta vez por amenazas, lo que modificó drásticamente su situación judicial.
CONSECUENCIAS Y PERSPECTIVAS JUDICIALES
Mientras la investigación continúa, se confirmó que el abogado permanecerá detenido en la Dirección de Investigaciones de la Policía del Chaco. Fuentes cercanas al expediente indicaron que la fiscalía evalúa nuevas medidas para determinar el alcance de la amenaza y establecer si existió algún intento de obstruir la labor del perito. En paralelo, el fuero contencioso administrativo deberá analizar su conducta profesional, tal como lo establece el Código de Ética que rige el ejercicio de la abogacía en la provincia.
El proceso disciplinario podría derivar en sanciones administrativas que van desde un llamado de atención hasta la suspensión o exclusión de la matrícula profesional. El tribunal evaluará si el comportamiento de Boniardi vulneró los deberes de “lealtad, probidad y buena fe en el desempeño profesional”, criterios esenciales para el ejercicio del derecho en el ámbito público y judicial. La eventual resolución dependerá de los resultados de la investigación penal y de la valoración de los antecedentes registrados en los últimos días.
Por su parte, Ricardo Osuna, abogado principal de la defensa de Emerenciano Sena, se desligó públicamente de la actuación de su colaborador. “No trabaja más conmigo”, aseguró la semana pasada antes de ingresar a la sala de audiencias, marcando distancia de los hechos que hoy mantienen a Boniardi bajo arresto. Desde entonces, la estrategia de la defensa se reorganizó internamente para continuar con el desarrollo del juicio, que mantiene una fuerte atención social en Chaco y en todo el país.
Boniardi era conocido en los tribunales por diversos episodios previos que no le favorecían en términos de reputación. Voces vinculadas a la causa aseguraron que su comportamiento había generado desconfianza dentro del ámbito judicial, razón por la cual su reincidencia en incidentes disciplinarios no resultó sorpresiva. La reiteración de conductas impropias dentro de un proceso de tal sensibilidad refuerza las expectativas de una sanción ejemplificadora por parte de los organismos competentes.
