La hidatidosis o Equinococosis quística (EQ) es una zoonosis parasitaria de relevancia en Argentina. Entre los años 2019-2024, la región nordeste presentó tasas de notificación inferiores al promedio nacional, con tasas muy bajas en el caso de Corrientes y Misiones.
La hidatidosis o Equinococosis quística (EQ) es una zoonosis parasitaria de evolución crónica causada por el complejo Echinococcus granulosus sensu lato, siendo E. granulosus sensu stricto (G1) el genotipo más prevalente en Argentina.
Esta enfermedad representa un importante problema de salud pública y económico en regiones con economías ganaderas, y afecta tanto a seres humanos como a animales domésticos, especialmente ovinos, bovinos, cerdos y caninos.
La transmisión ocurre mediante la ingestión de huevos del parásito eliminados en las heces de perros infestados, a través del contacto directo con estos animales, con su pelaje contaminado, suelos contaminados o por el consumo de agua y alimentos contaminados sin lavar. El perro actúa como hospedador definitivo, mientras que las personas y diversos herbívoros actúan como hospedadores intermediarios. El ciclo se perpetúa en contextos de faena sin control sanitario, eliminación inadecuada de vísceras con posterior consumo por parte del perro y escaso acceso a medidas preventivas como la desparasitación canina periódica.
En las personas, puede presentarse en forma asintomática o manifestarse como una enfermedad quística que compromete principalmente el hígado (67–89%) y los pulmones (1015%), pudiendo generar complicaciones severas y requerir tratamiento quirúrgico o terapias farmacológicas prolongadas.
Según un informe del Ministerio de Salud de la Nación, entre los años 2009 y 2015, las notificaciones de EQ se mantuvieron en niveles estables, con un pico de 777 casos en 2014 y tasas anuales que oscilaron entre 1,2 y 1,8 por 100.000 habitantes.
A partir de 2016, se observa una disminución progresiva en la cantidad de casos notificados, con un mínimo en 2020, cuando se notificaron 269, en el contexto de la pandemia por COVID-19.
A partir de 2022, los casos notificados presentaron un nuevo ascenso, alcanzando 658 casos en 2023 (la cifra más alta desde 2015), con una tasa de 1,4 por 100.000 habitantes. En 2024 se observó una leve reducción en el número de casos (608) y en la tasa (1,3), aunque ambos valores se mantienen por encima del promedio de la serie, pudiendo deberse al retraso diagnóstico originado en la emergencia sanitaria.
DISTRIBUCIÓN POR REGIONES
La evolución de las tasas regionales de EQ entre 2019 y 2024 muestra patrones bien diferenciados en el territorio nacional. Estas tendencias permiten identificar territorios prioritarios y orientan la necesidad de sostener estrategias de control diferenciadas, adaptadas a las dinámicas epidemiológicas regionales.
La región Sur mantuvo la tasa más elevada durante todo el período, con un ascenso marcado hasta 2022 (6,4 por 100.000 habitantes) y una disminución posterior, aunque manteniéndose por encima de 5,0 en 2023 y 2024. Por otro lado, las regiones del NOA y Cuyo evidenciaron un aumento progresivo a partir de 2020, alcanzando en 2023 tasas de 2,7 y 2,9 respectivamente, que, si bien están por debajo del Sur, representan niveles elevados con relación al promedio nacional.
En el caso del NEA, la evolución fue más moderada, con un crecimiento sostenido hasta 2023 (1,3 por 100.000 habitantes) y un leve descenso en 2024 (1,2).
Mientras que, la región Centro, mantuvo tasas significativamente más bajas a lo largo de todo el período, sin superar el 0,6 por 100.000 habitantes, lo que indica una menor intensidad de transmisión en comparación con otras regiones.
Durante el período 2019–2024, se notificaron en Argentina un total de 3.046 casos de EQ. La serie muestra una tendencia general al incremento de casos, con un mínimo de 269 casos en 2020, en el contexto de la pandemia de COVID-19, y un máximo de 658 casos en 2023, año en el que también se registró la tasa más elevada del período, con 1,4 casos por cada 100.000 habitantes.
REGIÓN NEA
La región del Noreste Argentino (NEA) presentó durante el período tasas de notificación inferiores al promedio nacional, aunque con fluctuaciones interanuales y diferencias marcadas entre provincias. Las tasas regionales oscilaron entre 0,4 y 1,3 casos por 100.000 habitantes, con un leve descenso a 1,2 en 2024, tras alcanzar el valor máximo en 2023 (1,3).
Dentro de la región, Formosa fue la jurisdicción con las tasas más elevadas y sostenidas, registrando un incremento relevante en los últimos dos años: 2,4 en 2023 y 3,5 en 2024. Este aumento posiciona a Formosa por encima del promedio regional y nacional, lo que sugiere una transmisión persistente en determinadas áreas del territorio.
Asimismo, Chaco también mostró un patrón creciente hasta 2023, cuando alcanzó una tasa de 2,5 por 100.000, seguida de un descenso a 1,8 en 2024. Corrientes y Misiones, en cambio, mantuvieron tasas bajas o marginales en todo el período.
En el caso de la provincia de Corrientes, registró 10 casos en 2019 y una tasa de 0,9; 3 casos y tasa de 0,3 en el año 2020; 14 casos y tasa de 1,2 en el año 2021; 18 casos y tasa de 1,6 en el año 2022; 9 casos y tasa de 0,8 en el año 2023 y 7 casos y tasa de 0,6 en el año 2024.