El proceso, que se extenderá durante varias semanas, incluye la presentación de más de treinta testigos, pruebas forenses, registros telefónicos y documentación digital.
El juicio por el femicidio de Cecilia Strzyzowski comenzó formalmente en el Centro de Estudios Judiciales (CEJ) de Resistencia, bajo la supervisión de la jueza técnica Dolly Fernández, y representa uno de los procesos judiciales más trascendentes en la historia reciente del Chaco. Pasadas las 10.15 del jueves 31 de octubre, ingresaron los doce miembros titulares y los ocho suplentes del jurado popular, quienes tendrán la tarea de determinar la responsabilidad penal de los siete acusados, entre ellos los líderes sociales Emerenciano Sena, Marcela Acuña y su hijo, César Sena. La audiencia se retrasó más de dos horas respecto de su horario previsto debido a ajustes logísticos y de seguridad, lo que puso de manifiesto la complejidad del operativo judicial y la sensibilidad pública que rodea el caso.
El proceso judicial se desarrollará a lo largo de varias semanas y contempla la exposición de más de treinta testigos, además de la incorporación de registros telefónicos, pericias forenses y documentación digital. Estos elementos, según la fiscalía, sustentan la acusación de un crimen planificado y un posterior encubrimiento. El femicidio de Cecilia Strzyzowski, ocurrido en junio de 2023, conmocionó a la sociedad chaqueña y nacional, no solo por su crueldad sino también por el contexto político y social en el que se inscribe, vinculado a la estructura de poder de un movimiento piquetero con fuerte influencia en la provincia. La expectativa pública se centra ahora en la búsqueda de justicia y en la posibilidad de esclarecer de manera definitiva los hechos.
La audiencia inaugural estuvo marcada por la lectura de las instrucciones generales al jurado y por la exposición de las acusaciones contra los imputados. En su introducción, la jueza Fernández recordó la magnitud institucional del proceso y la necesidad de actuar con imparcialidad: el tribunal deberá analizar pruebas de alta complejidad y testimonios que podrían resultar decisivos. En este contexto, la magistrada subrayó que todos los acusados comprenden la diferencia entre lo correcto y lo incorrecto, estableciendo desde el inicio un marco de responsabilidad individual que guiará la interpretación de los hechos y las futuras deliberaciones del jurado.
CONVENCIONES PROBATORIAS Y HECHOS ESTABLECIDOS
Durante las instrucciones iniciales, la jueza Fernández leyó ante el jurado las convenciones probatorias, es decir, los hechos que no serán objeto de discusión durante el juicio. Entre ellos se incluyen la relación de pareja entre César Sena y Cecilia Strzyzowski hasta la fecha del femicidio, el matrimonio civil celebrado en septiembre de 2022 y disuelto cuatro días después, así como la identificación de los números telefónicos de los involucrados y la localización de la vivienda familiar en Santa María de Oro 1460, en Resistencia. Estos elementos constituyen la base fáctica reconocida por todas las partes y delimitan el campo de controversia sobre el que se desarrollarán los alegatos.
También se estableció que entre el 20 de mayo y el 2 de junio de 2023, Marcela Acuña se ausentaba regularmente de su domicilio para dirigirse al barrio Emerenciano. El día del hecho, salió a las 9 de la mañana y regresó a las 12.16, según registros de antenas de telefonía que confirmaron la presencia de su teléfono en la zona. El dispositivo fue secuestrado voluntariamente el 4 de agosto de 2023 por el policía Matías Aguilera, lo que constituye una de las pruebas técnicas incorporadas al expediente. Estos hechos, acordados entre las partes, permiten construir una línea temporal precisa que será determinante para evaluar la hipótesis fiscal y las estrategias de las defensas.
El fiscal de Cámara, Martín Bogado, presentó la teoría acusatoria que sostiene que Cecilia Strzyzowski fue engañada para ingresar a la casa de los Sena, donde finalmente fue asesinada. Según su planteo, la víctima representaba una “amenaza” para la familia, al haberse distanciado de las actividades políticas y piqueteras del grupo. “Tenía 28 años de edad, toda una vida por delante, todo un futuro por delante. Era una joven que tenía muchos proyectos, el deseo profundo de formar una familia. Era una joven que creía en el amor, que confiaba en las personas y quería un mundo mejor. Pero, en ese camino de la vida, tuvo la desgracia de cruzarse con las personas equivocadas: personas violentas, que la despreciaron, que la engañaron y que, cuando se dieron cuenta de que no podían controlarla, porque ella no era como ellos, decidieron quitarla del medio”, expresó Bogado ante el jurado.
El querellante particular Gustavo Briend reforzó el relato acusatorio al describir el destino final del cuerpo: “Cecilia fue asesinada en la casa familiar, luego con el apoyo de los colaboradores, el cuerpo fue trasladado al Campo Rossi, donde la quemaron”. Por su parte, el querellante del Estado, Juan Ignacio Díaz, sostuvo que “Emerenciano y Marcela dejaron el domicilio para que César ejecutara el femicidio”, señalando una participación indirecta pero decisiva de los padres en el crimen. Estas afirmaciones delinean la tesis de un plan criminal coordinado, que habría incluido no solo la ejecución del asesinato, sino también acciones destinadas a la destrucción de evidencias.
RECONSTRUCCIÓN DEL HECHO Y ESTRATEGIA DEFENSIVA
Según la acusación elaborada por el Equipo Fiscal Especial, integrado por Nelia y Juan Martín Bogado junto a Jorge Cáceres Olivera, la secuencia del crimen comenzó cuando César Sena convenció a Cecilia de aceptar un supuesto contrato laboral con vivienda en Ushuaia. La oferta, falsa, buscaba alejarla de su familia y asegurar que acudiera sola al domicilio de los Sena. Una vez allí, el 2 de junio de 2023 a las 9.14, Cecilia habría sido asesinada en una habitación de la planta baja. Los fiscales sostienen que los padres de César se ausentaron deliberadamente para facilitar el hecho y evitar interferencias.
Tras el crimen, se habría puesto en marcha un plan de encubrimiento que involucró a varios colaboradores. José Gustavo Obregón, hombre de confianza de Emerenciano Sena, junto con los cuidadores Gustavo Melgarejo y Griselda Reinoso, habrían participado en el traslado del cuerpo y en la incineración posterior. Fabiana González, empleada de confianza de Marcela Acuña, habría limpiado la vivienda y gestionado la donación de una cama y un colchón con rastros de sangre, luego confirmados por pericias de ADN. La fiscalía también señaló que Obregón compró bolsas de consorcio días después, mientras en un descampado se quemaban pertenencias de la víctima, entre ellas una valija, un anillo y un dije en forma de cruz, cuyos restos fueron hallados junto al río Tragadero.
En contraposición, el abogado Ricardo Osuna, defensor de Emerenciano Sena, negó categóricamente la existencia de un plan criminal. “Mi cliente es una persona de bien”, afirmó al iniciar su alegato. Sostuvo que el 2 de junio Sena salió de su domicilio “como toda persona de bien”, negando cualquier conexión con los hechos investigados. Osuna argumentó que la fiscalía construyó una figura ficticia de su defendido: “Hablan de este Hannibal Lecter, pero no era tal. Les va a cambiar la perspectiva cuando vean la prueba. En realidad, contra Emerenciano Sena no hay absolutamente nada”.
El defensor cuestionó además la solidez de la acusación, señalando la falta de cuerpo, autopsia y certificado de defunción como factores que restan credibilidad a la hipótesis de la fiscalía. “Esto es un homicidio, y como todos sabemos, la prueba madre es la autopsia. Acá no hay autopsia, no hay certificado de defunción, no hay ningún informe que acredite lo que dice el Ministerio Público Fiscal, dos años y medio después”, indicó ante el jurado. Sugirió también un uso político del caso: “La causa ayudó o colaboró justamente para un cambio de gobierno”.
Finalmente, Osuna apeló a la conciencia de los doce ciudadanos que integran el jurado popular: “Por eso les pido que al momento de valorar la prueba, sin temor, resuelvan lo que es justo. Que sea un veredicto de no culpabilidad con respecto al señor Emerenciano Sena”. Con estas palabras, concluyó la primera jornada de alegatos, en un clima de máxima expectativa por la continuidad de un juicio que promete ser extenso, intenso y decisivo para la justicia chaqueña.
