( Por José Guillermo Alfonso).Al cumplirse 42 años de la recuperación de la democracia, celebramos la libertad y el derecho a la justicia, pilares esenciales desde la elección de Raúl Alfonsín en 1983. Pero hoy, la fecha nos obliga a mirar los desafíos pendientes: avanzar en equidad y la lucha contra la corrupción.
El Dilema de Corrientes: Ley vs. Realidad Operativa
La división de poderes no es solo una teoría; es una práctica constante que garantiza que las leyes sean aplicables. El reciente debate sobre el Narcomenudeo en Corrientes es el mejor ejemplo de esta tensión institucional:
La Voluntad Política (Poder Legislativo):
Se sancionó la Ley N° 6725 para que la provincia persiga delitos de microtráfico, buscando fortalecer la justicia local y combatir el delito en la calle.
El Control Institucional (Poder Judicial):
El Ministerio Público planteó un recurso clave: la implementación inmediata no era viable por la notoria falta de recursos y la capacidad operativa. No se trata de voluntad, sino de sustentabilidad.
La Solución: Gradualidad y Equilibrio La respuesta institucional a esta tensión fue la gradualidad. Mediante resoluciones, se ordenó la remisión progresiva de causas, notificando a jueces y fuerzas de seguridad.
Esto nos deja una lección fundamental sobre cómo funciona nuestra democracia: "El respeto a los derechos se garantiza cuando existe el equilibrio: la voluntad política de combatir el delito (Ley) debe ser sostenida por la capacidad real y los recursos de los órganos judiciales (Justicia Operativa)."
Conclusión
Que este aniversario sea un recordatorio: vivir en un país libre requiere que nuestros poderes del Estado trabajen en sintonía. La ley es fundamental, pero sin los recursos para ejecutarla, se convierte en letra muerta