ESCENARIO COMPLEJO Desde una mirada crítica, advierte sobre la necesidad de reconstruir la confianza pública mediante nuevas alternativas políticas que surjan de la sociedad civil y apunten a la moderación, la racionalidad y la cooperación democrática como ejes de una salida posible.
El ensayista y licenciado en Lengua y Literatura por la Universidad Nacional Autónoma de México, Alejandro Katz, candidato a diputado por el Movimiento Ciudadano, analizó en diálogo con momarandu.com la reciente presentación del presidente Javier Milei, a la que calificó como un episodio institucionalmente preocupante por su tono y su impacto en la percepción pública.
Katz manifestó que el acto generó “asombro y malestar” en amplios sectores de la sociedad, al considerar que “el presidente y buena parte de su equipo mostraron a la sociedad argentina una imagen muy preocupante, una imagen de incomprensión de la situación vivida muy dramáticamente por mucha gente en términos económicos y de expectativas”.
Según el ensayista, el evento excedió los límites del protocolo y de la representación institucional al adoptar características propias de un espectáculo mediático. “No pensé que se llegara a niveles tan bajos de exhibicionismo público por parte de la más alta unción del Estado argentino”, expresó.
A su juicio, la presentación presidencial “sorprendió no solo a la sociedad argentina, sino también al mundo”, aludiendo a que incluso medios internacionales, como *The Guardian* de Londres, publicaron notas reflejando incredulidad. Katz remarcó que “es difícil entender que el presidente haya dado el espectáculo que dio cantando como una estrella de rock, moviéndose delante de imágenes de destrucción masiva y bombardeos”.
El analista señaló que el contenido simbólico del acto —en el que se utilizaron elementos religiosos y estéticos de fuerte impacto visual— fue “degradante para la investidura presidencial y ofensivo para una parte de la sociedad que padece material o emocionalmente la situación actual”.
Explicó que no se trató de un hecho aislado, sino de un síntoma de desconexión entre el Gobierno y la realidad social. “La pérdida de noción de lo que han hecho es imputable al presidente, pero también a todos los que lo rodean y fueron incapaces de advertirle que lo que hacía era un espectáculo degradante”, puntualizó.
Para Katz, el mensaje presidencial fue confuso, carente de coherencia política y de empatía social. “Lo que queda es indignación, enojo y mucha preocupación”, afirmó, subrayando que el mandatario “no entendió que ya no está en campaña electoral” y que el rol del “regresor divertido” resulta hoy “directamente ofensivo”. El ensayista consideró que las decisiones presidenciales responden “a desequilibrios psíquicos muy importantes”, lo cual agrava la incertidumbre institucional.
EL CASO ESPERT Y LA CRISIS INSTITUCIONAL
Durante el diálogo, Katz también se refirió al denominado “caso Sper”, que involucra a figuras del entorno libertario y mantiene abierta una investigación judicial con implicancias políticas.
En su análisis, el candidato sostuvo que “el presidente sigue creyendo que el caso Sper no es una cuestión institucional, sino resultado de la malicia de operadores que quieren ver destruido su proyecto presidencial”. Añadió que “está verdaderamente convencido de que no ha habido delitos, de que no hay ni falla jurídica ni falla moral en Espert, que es una víctima de la maldad de terceros”.
Katz sostuvo que esta percepción confirma un patrón de negación de la realidad que, según él, caracteriza al Gobierno. “El presidente tiene muchas dificultades para entender la realidad, para desempeñarse en la realidad, para interpretarla y para actuar en ella”, advirtió. En su opinión, “confunde el mundo con su imagen del mundo, la gravedad de las cosas con lo que él quiere que sean esas cosas”. Esa desconexión, explicó, se traduce en una gestión fragmentada que no logra dimensionar la profundidad de las crisis que atraviesa el país.
El ensayista describió el contexto actual como una “policrisis”, con múltiples frentes simultáneos: “Hay una crisis económica, una economía en recesión, pérdidas de empleo y empresas; una crisis social, con una parte importante de la sociedad que no puede satisfacer sus necesidades básicas; una crisis financiera que ya ha requerido rescates; y una crisis política producto de haber destruido las precarias alianzas que el gobierno había logrado organizar”. Según Katz, a todo ello se suma “una crisis institucional muy grave”, derivada del caso Sper, que “afecta la imagen presidencial y el funcionamiento del Estado”.
Para el entrevistado, el Gobierno carece de los recursos necesarios para enfrentar esta situación. “Estamos con un equipo de gobierno verdaderamente incapaz de entender la dimensión y la gravedad de las crisis, y que no tiene los recursos ni intelectuales, ni técnicos, ni financieros, ni políticos para gestionarlas”, señaló. A su entender, el espectáculo ofrecido por el presidente refuerza una percepción de desorden y desorientación que “agrava la desconfianza de la sociedad y de la comunidad internacional”.
En este contexto, Katz destacó la urgencia de recuperar la noción de institucionalidad y responsabilidad pública. “El país está enfrentado a una serie de crisis simultáneas y el Gobierno actúa como si se tratara de un escenario de entretenimiento”, apuntó, insistiendo en que “la falta de percepción de la gravedad institucional compromete la estabilidad del país”.
NUEVAS ALTERNATIVAS POLÍTICAS Y PARTICIPACIÓN CIUDADANA
Hacia el final del diálogo, Katz abordó su reciente decisión de participar activamente en la vida política. “Ahora soy candidato a diputado en la ciudad de Buenos Aires por un movimiento de la sociedad civil cuya principal aspiración es tratar de salir de la encerrona que vivimos”, explicó. Señaló que su espacio busca romper la lógica binaria entre el oficialismo libertario y el kirchnerismo. “No puede ser que no tengamos una alternativa que no sea un regreso al kirchnerismo, cuya incapacidad de gestión es evidente, o un gobierno que desconoce la ley”, afirmó.
El ensayista subrayó que su iniciativa política pretende contribuir a la construcción de una voz pública que represente a la ciudadanía no identificada con los polos tradicionales. “Con un grupo amplio de gente de la sociedad civil hemos decidido iniciar un experimento para tener una voz en el ámbito legislativo desde la cual tratar de incidir en la agenda”, explicó, mencionando que lo acompañan figuras como la filósofa Tiana Mafía. Consideró que el Congreso necesita “legisladores que representen una mirada racional, democrática y comprometida con la deliberación pública”.
Consultado sobre el espacio Provincias Unidas, Katz lo definió como “una alternativa valiosa en un momento de polarización de opciones que se quieren excluir mutuamente”. Aclaró que su desarrollo dependerá de la madurez cívica de la ciudadanía: “Va a ser lo que la sociedad esté dispuesta a exigir que sea”. El analista valoró que se trata de “una opción moderada, no polarizadora, de producción de coaliciones”, lo cual considera fundamental para estabilizar el sistema político argentino.
Katz propuso que el país debería avanzar hacia un modelo de concertación política similar al de Chile tras la dictadura. “Tenemos que pensar en algo semejante a la concertación chilena, donde desde el socialismo hasta la democracia cristiana hubo un compromiso con los valores democráticos, con la dinamización económica y con la equidad social”, expresó. En su visión, “Argentina necesita coaliciones amplias que garanticen gobernabilidad y reconstituyan la confianza social”.
El ensayista concluyó su reflexión con un llamado a la acción ciudadana: “Tenemos que participar, no hay más opción que participar. No podemos dejar que los actores que vemos en la escena actual se ocupen de resolver los problemas del país porque no son capaces de hacerlo”.