CONINAGRO expresó su postura frente a la medida transitoria que permitió la liquidación de cereales y oleaginosas sin retenciones. Si bien reconoció la iniciativa del Gobierno como un paso en la dirección correcta, consideró que en la práctica no benefició al productor agropecuario, primer eslabón de la cadena. Destacó los resultados fiscales inmediatos, con ingresos por 7.000 millones de dólares en tres días, pero reclamó la transformación de la eliminación de retenciones en una política de Estado permanente que otorgue previsibilidad y fortalezca al sector primario como base del desarrollo nacional.
La Confederación Intercooperativa Agropecuaria (CONINAGRO) emitió un comunicado en el que analizó la reciente disposición del Gobierno nacional que permitió, por un breve período, la liquidación de cereales y oleaginosas sin la aplicación de retenciones. La organización destacó que, aunque la iniciativa generó expectativas en el sector, en la práctica dejó una “sensación amarga” entre los productores agropecuarios.
Según CONINAGRO, el camino iniciado por el Ejecutivo, orientado hacia la eliminación gradual y permanente de las alícuotas, constituye un avance en la dirección correcta. En esa línea, la entidad expresó: “Celebramos el camino iniciado por el gobierno en la eliminación gradual y permanente de la alícuota, y en la convicción de que se plantee la necesidad de revisar este tributo distorsivo”.
La organización subrayó que la medida coyuntural fue aprovechada por determinados sectores, pero que no alcanzó a quienes asumen los mayores riesgos en el campo. En su declaración, enfatizó: “Entendemos que la medida transitoria no alcanzó a derramar sobre el primer eslabón de la cadena, el productor agropecuario, que es, además, quien más riesgo asume”.
De este modo, plantearon la necesidad de avanzar hacia políticas de mayor alcance y duración que garanticen una distribución más equitativa de los beneficios.
EFECTOS Y RESULTADOS INMEDIATOS
En el documento difundido, la entidad advirtió que la apertura temporal significó, en los hechos, “una ventana de oportunidad y un negocio para unos pocos”. Esta apreciación refleja la preocupación de CONINAGRO por la falta de derrame hacia la base del sistema productivo, lo que genera una sensación de inequidad en el tratamiento de los distintos actores de la cadena agroindustrial.
La entidad remarcó que la medida puntual no logró sostener el principio de equidad que el sector reclama.
Al mismo tiempo, se hizo referencia a los resultados fiscales obtenidos por el Gobierno en ese breve lapso. La confederación precisó: “El dato es elocuente: en tan solo tres días, el Gobierno consiguió los 7.000 millones de dólares que pretendía”. Este hecho, según CONINAGRO, confirma el enorme potencial del agro argentino y su capacidad para generar divisas cuando se le habilitan mecanismos de incentivo y previsibilidad.
La organización insistió en que el aporte del sector agropecuario ha sido constante y que su disposición a contribuir se mantiene firme. En su análisis, subrayó que la clave radica en ofrecer al productor un horizonte de previsibilidad. La entidad afirmó: “Esto es una clara muestra del enorme potencial del campo argentino, siempre dispuesto a contribuir, si se le permite liberar sus energías emprendedoras y creadoras”.
PERSPECTIVAS Y RECLAMOS DEL SECTOR
En cuanto al futuro, CONINAGRO manifestó la necesidad de transformar la eliminación de retenciones en una política de Estado permanente, que otorgue estabilidad y confianza a los productores. La confederación sostuvo que solo con medidas sostenidas en el tiempo se podrá garantizar un verdadero derrame hacia quienes constituyen la base de la cadena agroalimentaria. A su juicio, la volatilidad de las disposiciones coyunturales genera incertidumbre y limita la capacidad de planificación de los productores.
En este sentido, la entidad enfatizó: “Creemos que la eliminación de retenciones debe transformarse en una política de Estado permanente, que brinde previsibilidad y horizonte a quienes generan la producción primaria”. El planteo busca trasladar el eje de la discusión hacia la necesidad de reglas claras y de largo plazo, en lugar de medidas de carácter transitorio que no logran consolidar un cambio estructural en el sistema productivo.
Por último, CONINAGRO extendió una invitación al Gobierno para que las políticas futuras contemplen de manera integral al productor agropecuario. En su mensaje final, expresó: “Por eso, invitamos a que se profundicen políticas que contemplen y fortalezcan al productor agropecuario, porque es desde la base de la cadena donde se multiplica el desarrollo genuino que llega a todos los argentinos”.