El economista Horacio Rovelli, licenciado en Economía por la Universidad de Buenos Aires, entrevistado por momarandu.com sostuvo que la situación actual del país no puede entenderse sin la conexión entre economía y política. Según explicó, la economía es “economía política”, ya que involucra la forma en que la sociedad produce, trabaja y se organiza en conjunto con las decisiones políticas.
Rovelli advirtió que las políticas públicas del actual gobierno muestran una “fuerte inconsistencia” y citó como ejemplo los recortes aplicados en programas sociales, entre ellos el destinado a la Agencia Nacional de Discapacidad. “Hicieron un fuerte recorte de recursos y ni siquiera hay certeza de que esos fondos hayan sido entregados a la gente”, señaló.
El economista cuestionó además el cobro de comisiones a droguerías y prestadores, lo que a su juicio refleja prácticas que generan malestar social y alimentan el descontento político. En este sentido, afirmó que “por eso la oposición ganó por más de 1.300.000 votos en las últimas elecciones provinciales”.
También señaló que la situación económica tiene un impacto inmediato en los mercados financieros, que reaccionan frente a cualquier signo de inestabilidad política. Recordó que el oficialismo esperaba una derrota menor, de “cuatro o cinco puntos”, que le permitiera continuar con su plan de altas tasas de interés para contener el dólar.
VENCIMIENTOS DE DEUDA Y PRESIÓN FINANCIERA
Rovelli alertó sobre los compromisos de deuda que enfrenta el gobierno. Indicó que el 7 de septiembre vencen títulos por 7,3 billones de pesos, equivalentes a unos 4.700 millones de dólares al tipo de cambio oficial de 1.450 pesos. “Esa plata que vence el gobierno no la tiene”, afirmó.
El economista explicó que parte de esos vencimientos se encuentran en manos del Banco Central y otra parte en bancos y bonistas privados. “El Banco Central renueva automáticamente, pero los bonistas particulares tienen la opción de aceptar o no quedarse con los títulos”, detalló.
La incertidumbre se concentra en cómo reaccionarán los inversores privados, lo que puede derivar en presiones sobre el dólar y las tasas de interés. Rovelli recordó que la última licitación de agosto cerró con una tasa del 86,76%.
En ese marco, destacó que el Fondo Monetario Internacional manifestó que continuará apoyando a la Argentina, lo que considera una señal de que se mantendrá la política de altas tasas e incremento de deuda. “Los intereses los paga el Estado nacional, no es que los paga alguien más”, remarcó.
EL ROL DEL FMI Y LA DEUDA EXTERNA
Rovelli sostuvo que el gobierno ha recibido recursos de distintos organismos internacionales, entre ellos el FMI, el Banco Mundial y el BID, pero que esos fondos no se aplicaron a los fines específicos para los que fueron otorgados. Mencionó que del BID ingresaron 600 millones de dólares destinados a la Agencia de Discapacidad y cuestionó que “nadie sabe dónde está ese dinero”.
Según el economista, esos recursos se utilizaron para contener el dólar y financiar operaciones de mercado. “Un gobierno inescrupuloso como este capitaliza esos fondos para sostener el precio del dólar”, criticó.
A su vez, recordó antecedentes históricos de crisis en Argentina vinculadas al endeudamiento y la fuga de capitales, como en 1982, 1989 y 1995. “Nosotros vamos camino a eso, porque el gobierno sigue cubriendo a los que se están comprando dólares para irse”, advirtió.
También subrayó que el país enfrenta una deuda pública creciente e insostenible. “Se siguen endeudando y aumentando la deuda pública con el apoyo del FMI”, afirmó.
DÓLARES ESCASOS Y PERSPECTIVAS DE RESERVAS
En relación a la disponibilidad de divisas, Rovelli señaló que el país no cuenta con los dólares necesarios para cubrir la demanda privada y las importaciones. Estimó que los particulares atesorarán entre 17.000 y 19.000 millones de dólares hasta fin de año, mientras que las compras externas alcanzarían unos 15.000 millones.
“El país no tiene esos dólares, y encima debe casi 20.000 millones en compromisos con organismos y bancos internacionales”, indicó. A su criterio, la estrategia del ministro de Economía, Luis Caputo, es usar esos fondos para sostener al mercado cambiario hasta las elecciones de octubre.
Rovelli advirtió que después de esa fecha la situación se tornará insostenible. “El 26 de octubre será el punto terminal, porque al gobierno se le acaba todo”, expresó.
ESCENARIOS POLÍTICOS Y GOBERNABILIDAD
El economista cuestionó la capacidad del gobierno para sostenerse tras las elecciones. “Nadie garantiza que este gobierno llegue a fin de año”, afirmó, y consideró posible que se convoque a una asamblea legislativa para evaluar la continuidad del presidente en caso de “manifiesta incapacidad para gobernar”.
En cuanto al papel de la oposición, sostuvo que “el peronismo necesita que Milei siga haciendo el trabajo sucio dentro de la economía”, aunque reconoció que existen diferencias internas en ese espacio.
También remarcó que el país atraviesa una crisis de credibilidad internacional. “Se perdió la confianza de los mercados de Europa, Estados Unidos y China”, aseguró.
EL PODER DE LOS GOBERNADORES Y LOS CONFLICTOS SOCIALES
Rovelli mencionó que un grupo de seis gobernadores intenta articular posiciones frente a la situación nacional, aunque advirtió que su capacidad de acción es limitada. Señaló el caso de Santa Fe, donde los problemas de la producción agrícola y lechera presionan sobre las economías regionales.
Según su análisis, los conflictos sociales y sectoriales tenderán a incrementarse en los próximos meses. “Lo que vimos hasta ahora fue apenas el comienzo; habrá conflictos crecientes”, aseguró.
Finalmente, vaticinó que los resultados de las elecciones de octubre profundizarán la crisis y que el ministro Caputo podría dejar su cargo antes de fin de año, siendo reemplazado con el aval del Fondo Monetario Internacional. “Este gobierno es insostenible”, concluyó.
