Tras el derrumbe de la primera rueda postelectoral, los ADRs argentinos y bonos ensayan un rebote en la apertura de Wall Street con subas moderadas.
Los papeles argentinos que cotizan en Wall Street registran este martes 9 de septiembre un repunte moderado en la apertura, luego de la caída de hasta 25% experimentada en la primera jornada posterior a las elecciones provinciales. Entre los principales avances se destacan Mercado Libre, con un incremento cercano al 3%, mientras que Grupo Financiero Galicia e YPF muestran recuperaciones de alrededor de 0,6%.
El repunte se produce después de las fuertes pérdidas del lunes, que ubicaron a las acciones en niveles más bajos y generaron oportunidades de compra para inversores interesados en adquirir activos a precios reducidos. Esta dinámica refleja la reacción inmediata del mercado a los resultados electorales y a la incertidumbre que generan en los distintos sectores económicos.
El lunes posterior a los comicios, el oficialismo sufrió retrocesos significativos, y las acciones argentinas que cotizan en Estados Unidos se desplomaron en porcentajes que alcanzaron el 25%. El dólar oficial, por su parte, cerró en $1.425, con un aumento de $45 en relación con el cierre de la semana anterior, consolidando la presión cambiaria sobre los mercados financieros.
Los ADRs más afectados durante la primera jornada posterior a las elecciones intentan recuperar terreno con ganancias que no superan el 3%. En el sector financiero, el Grupo Financiero Galicia, que había registrado una caída cercana al 24% el lunes, ahora experimenta un avance de 2,77%. BBVA Argentina, que cayó un 24,41% el día anterior, revirtió parte de sus pérdidas y sube 1,39%. Grupo Supervielle, por su parte, presenta un aumento superior al 4%, liderando las ganancias dentro del sector bancario.
En la curva ley Nueva York (Globales GD29, GD30, GD35, GD38, GD41, GD46) se observa un avance moderado de entre +0,2% y +0,6% en la apertura, típico de rebote técnico después de una caída muy pronunciada.
La foto grande no cambia: los rendimientos continúan en zonas de estrés, con tasas que se mueven bien por encima del 16% anual, reflejando prima de riesgo por incertidumbre política y dudas de implementación de programa. El lunes dejó pérdidas de hasta 10% en algunos tramos y dejó al riesgo país merodeando los 1.100 puntos, nivel consistente con precios de alto default implícito en horizontes de 12–24 meses.
La sensibilidad a titulares es máxima: cualquier señal sobre anclas fiscales, relación con el Congreso, o hoja de ruta con el FMI puede mover la curva. También importan los flujos técnicos: carteras que reconstituyen duration tras stops del lunes y cuentas que buscan "carry" en tenores cortos.
En la práctica, el mercado privilegia hoy liquidez y calidad relativa: mayor interés por Globales cortos/medios y menos apetito por ley local, donde el riesgo jurídico y la señal política se perciben más intensos. El riesgo país, indicador que mide la diferencia de rendimiento entre los bonos argentinos y los estadounidenses, superó ayer los 1.100 puntos, marcando su nivel más alto en once meses.
Para el economista Gustavo Ber, este nivel de riesgo representa "un nivel elevadísimo que podría demorar el regreso a los mercados internacionales en busca de intentar ‘rollear’ los vencimientos en dólares". La referencia a los vencimientos en moneda extranjera evidencia la presión sobre el Tesoro nacional y la dificultad para acceder a financiamiento externo en condiciones sostenibles.
La derrota oficialista en el principal distrito del país se leyó como un golpe a la gobernabilidad en la segunda mitad del mandato. Para los inversores, esa lectura impactó sobre la probabilidad de aprobación de reformas y sobre la secuencia fiscal-monetaria necesaria para estabilizar.
A eso se sumó la reacción de bancos internacionales que ajustaron recomendaciones y reforzaron ventas sistemáticas en carteras emergentes con límites de riesgo por país.
El lunes, además, los dólares libres subieron, el Merval se hundió y los ADRs profundizaron caídas intradiarias en un clima de aversión al riesgo que también se replicó en cripto y en el contado con liquidación. El saldo: precios de equity y bonos en mínimos de varios meses y un salto del riesgo soberano.
Con ese piso, el rebote de esta mañana es más técnico que fundamental. La clave, entonces, pasa por cuán creíble sea la respuesta de política económica y el timing de las señales.
En acciones locales, el S&P Merval llega al martes con una corrección acumulada de más de 13%. Cualquier rebote deberá validarse con volumen y breadth (cantidad de papeles acompañando). La micro volverá a marcar diferencias entre energéticas —con mejores balances y drivers propios— y bancos/servicios, más expuestos al ciclo doméstico y la regulación.
El mercado demanda señales claras sobre trayectoria de déficit, relación con provincias y consistencia entre metas fiscales y anclas monetarias. Sin esa validación, los rebotes se agotan rápido.
Para operadores tácticos, el set-up del día sugiere trading de rangos y toma de ganancias corta ante newsflow débil. Para inversores fundamentales, el dilema es evitar "atrapar cuchillos en caída" y, a la vez, no perder puntos de entrada en activos con valor de reposición atractivo.
Fuente: Ipro.