Es que River sufrió el primer tiempo ante un Libertad que tuvo un libreto sencillo: tirarle pelotazos a los delanteros y buscar la segunda jugada de manera permanente.
Durante ese lapso, Armani fue vital para sostener el resultado al desviar al córner un remate de Hugo Fernández, en la acción más clara de la noche para el dueño de casa.
El Muñeco, fastidiado por la baja producción de su equipo, tomó nota e hizo ingresar a Juanfer Quintero, Nacho Fernández y Sebastián Driussi (reapareció tras sufrir una dura lesión ligamentaria), en lugar de Castaño, Lencina y Borja. Todos cambios cantados que modificaron el desarrollo del partido. A eso se le sumó que tanto Montreal cono Acuña comenzaron a pesar cada vez que pasaron al ataque y le dieron mayor profundidad a los movimientos del equipo
De esa manera, el elenco de Núñez tomó el control del partido y marcó el ritmo de juego. A partir de ahí, comenzó a merodear con peligro el arco de un contento Gumarelo, que ya ni siquiera podía contraatacar.
En definitiva, River cosechó un empate que lo dejó muy bien parado para avanzar de fase. Y, pese a que falta el desquite del próximo jueves, ya sabe que en caso de pasar tendrá que enfrentarse a Palmeiras. El Verdao mostró sus credenciales goleando 4-0 a Universitario de Perú, como visitante. Por lo pronto, el sueño de ganar la quinta corona continental está en pie y goza de muy buena salud.