Corrientes, miercoles 03 de diciembre de 2025

Cultura Corrientes
MUSEO DE LA LENGUA, DE LA BIBLIOTECA NACIONAL.

Presentación del libro de Alberto Boco

10-08-2025
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(Sobre el libro “Enigmática gracia de las cosas”, Antología personal, Pinap Editora, Colección ‘Besos del Sur”, Buenos Aires, 2025, ISBN ISBN 978-987-48551-7-6. Prólogo de Osvaldo Gallone)


( Por  Alejandro Bovino Maciel). El pasado viernes 1 de agosto se presentó el poemario “La enigmática gracia de las cosas” a cargo de los escritores Luis Benítez y Osvaldo Gallone. Ofició de presentadora la editora, Sofía Castillón (Pinap Ediciones).

En una sucinta reseña los presentadores describieron, en rasgos generales, la poética de Alberto Boco, el enfoque especialmente centrado en el sentido de la vista (como hay un Faulkner sonoro, un Proust olfativo) la mirada de Boco es el centro que construye un mundo que solamente la poesía puede vislumbrar. Un mundo único, profundo, doloroso, certero. Eso es lo que nos devuelven las palabras del poeta: la verdad envuelta en esas palabras que devienen de la observación, de la mirada profunda que va más allá de las superficies que nos enseñaron a ver.

En una nota que envié a revistas especializadas había observado que la poesía de Alberto Boco nos despierta de la realidad. Tal como la realidad, que se desdobla en apariencia y verdad, también la raza humana vive desdoblada. Es objeto y sujeto. Está siempre dividida entre opinión y verdad. Oscila entre la vida y la muerte. Alberto Boco, persona (sustancia indivisa y pensante según Boecio), es aquel amigo a quien estimo valiosamente porque compartimos ese espíritu burlón e iconoclasta de los falsos valores de nuestra sociedad consumista y miserablemente hundida en las contradicciones materialistas de los tiempos posmodernos. Alberto Boco, poeta, es el autor a quien admiro y sospecho que no convive con mi amigo satírico. Tal vez son apenas vecinos. El poeta, ajeno a los vaivenes que nos armaron los dos ciegos como trampa, está en otra situación vital. Está en el pasado que no olvida y en el futuro que no existe. Esa es su residencia y clarividencia. Desde allí -metafóricamente hablando, ya que no es un lugar, ni una localidad del mapa, ni un almanaque fechado- ejerce su clarividencia que expresa con frases simples, como de diálogo. Por eso, el escritor Luis Polo puede decir “leer la poesía de Boco es ser partícipe de un mundo del que uno no quiere bajarse, con la paradoja de que uno quiere ser atravesado o explotado por sus figuras que reflejan su vasta cultura literaria y también la que se aprende, muchas veces tarde, en una mirada lenta o inquieta, y al borde del sinsentido, en la vereda, en un café o en un bondi[[1][i]1] de su querida Buenos Aires”.

En esta antología está íntegramente presente el poeta Boco. Con ilustraciones de la artista plástica Ida O, las imágenes grotescas de los comensales tal vez sean una forma de invitación a esta Última Cena de la degradación actual. En esas figuras fantasmales que disfrutan y acechan, está retratada toda la degradación moral de nuestra época.

El poeta Boco no necesita impostar la voz para imponerse por sobre el murmullo imperante, por sobre el ruido de fondo, no utiliza artificios ni adopta poses sufridas o ensimismadas en torres de marfil. Boco nos habla con un lenguaje tan cotidiano como el de nuestros vecinos, pero lo que dice, lo que enuncia, no es tan banal: crea o destruye como dicen que hizo Dios: con palabras.

El acto de presentación estuvo, como debe ser, exacto. Nadie se excedió, nadie se limitó. Los dos presentadores (Luis Benítez y Osvaldo Gallone) estuvieron precisos, concisos y certeros en sus respectivos análisis. Luego el autor leyó cuatro poemas del libro, lo que agrega un condimento suplementario para enriquecer el centro del mensaje: la poesía es letra y sonido. Cuando ese sonido nos lo da el autor, sentimos su respiración, sus énfasis, sus periodos en cada frase. Sentimos que Boco nos está hablando.

Buenos Aires, agosto 2025