La compañía, que ya arrastraba meses de dificultades financieras, anunció que desde el viernes 8 de agosto detuvo totalmente su producción por un plazo de treinta días.
La medida deja a 520 operarios sin tareas y en un contexto de marcada incertidumbre. A esta situación se suma que la firma mantiene pendiente el pago de los salarios correspondientes a julio y del medio aguinaldo.
La paralización fue comunicada al personal en la jornada de ayer, pero comenzó a regir hoy. Según trascendió, todos los trabajadores fueron convocados a presentarse en la planta para recibir la notificación oficial. El parate afectará a la totalidad de las actividades del aserradero, configurando un nuevo capítulo en la cadena de problemas que viene afrontando la empresa en los últimos meses.
En medio de este panorama, el Sindicato de Trabajadores de la Madera inició una demanda judicial contra la firma reclamando una deuda de 170 millones de pesos. Según el gremio, el monto corresponde a aportes impagos y otros compromisos que Forestadora Tapebicuá SA mantiene con la organización. Este conflicto gremial-empresarial añade tensión a una situación laboral ya crítica para los empleados y sus familias.
Desde la compañía señalaron que el embargo judicial de una de sus cuentas, promovido por el sindicato, profundiza la crisis financiera y limita aún más la posibilidad de cumplir con los salarios adeudados. La medida judicial, explicaron, complica el acceso a los fondos necesarios para sostener la operatividad y afrontar las obligaciones básicas.
En las próximas horas se espera un comunicado oficial de Forestadora Tapebicuá SA para formalizar la decisión del cese temporal de actividades.
