El diputado nacional del Partido Justicialista de Corrientes, Christian Zulli, se refirió a la última sesión parlamentaria en la que se debatieron proyectos vinculados al financiamiento universitario, el Hospital Garrahan y la derogación de decretos que afectaban organismos públicos como Vialidad Nacional, INTA e INTI. “Muy contentos, sobre todo por eso, más que por el hecho político, por haberle dado soluciones a la gente”, expresó.
Zulli defendió el acompañamiento legislativo a estas iniciativas, aclarando que no se trata de proyectos maximalistas, sino de garantizar servicios esenciales. “No vamos a hacer 30 universidades nuevas. Queremos únicamente que lo que hay por lo menos funcione dentro de lo básico”, afirmó. Además, criticó que el país lleva dos años sin ley de presupuesto, lo que permite discrecionalidad en el manejo de fondos.
En respuesta a las críticas del oficialismo que tildan las medidas de “demagógicas”, el diputado reconoció que el gobierno anterior dejó dificultades, pero insistió en que eso no justifica desatender necesidades básicas. “No le dejamos Disneylandia”, dijo, pero aclaró: “No por eso vamos a negarle 30.000 pesos a los jubilados o un salario digno a los doctores del Hospital Garrahan”.
CUESTIONAMIENTOS AL MODELO ECONÓMICO Y LA DEUDA
Respecto al equilibrio fiscal, Zulli sostuvo que el actual modelo se sostiene en el endeudamiento y la especulación financiera. “No tiene generación genuina de dólares. Resuelve un problema de stock, no de flujo”, explicó, y advirtió que esta política puede generar consecuencias graves a corto plazo. También cuestionó la reciente toma de deuda con el FMI y el uso de esos fondos: “El lunes llegaron 2.000 millones y el miércoles se entregaron 800 millones en intereses”.
Para el legislador, la idea de equilibrio fiscal del gobierno es insostenible si se continúa recurriendo al crédito externo para financiar gastos corrientes. “Uno no puede financiar la tarjeta sacando otro préstamo y ese préstamo con una hipoteca. En algún momento va a explotar”, señaló.
Zulli consideró que los préstamos internacionales obtenidos responden a fines políticos, no a soluciones estructurales para el país. “Son préstamos de índole político para sostener determinado candidato coyuntural”, dijo, aludiendo a experiencias previas como la del gobierno de Mauricio Macri.
