( Por Alejandro Bovino Maciel).Participé recientemente de la Feria del Libro de Corrientes con dos actividades: la presentación del libro “Cuentos para no dormir la siesta” (Moglia ediciones, 2025) escrito en colaboración con Amanda Pedrozo y al día siguiente, integré una mesa de “Narradores de diván” con José Mazzaro, Luis Polo y Karen Gómez Curimá.
La idea de disociar el centre de exposición de las editoriales en la Galería Colón, y las salas de actividades culturales ha sido muy adecuada ya que por lo general en las distintas ferias de libro son actividades que se interfieren. Si alguien está dando una conferencia, si hay una mesa redonda, un debate de ideas, una presentación de libro, el bochinche alrededor de los stands suele ser perturbador para el público que no puede escuchar claramente lo que se expone en los salones. Es lo que sucedía, por ejemplo, en el stand de Corrientes de la Feria del Libro de Buenos Aires que cada año lo asignaban junto a los bochincheros santiagueños. Era casi imposible presentar un libro en el espacio de Corrientes teniendo al lado las interminables rondas de chacareras, zambas, bombos y jarana de los santiagueños. ¿Acaso no escriben? ¿No tendrán libros que exponer y presentar? ¿No tendrán autores a quienes convocar para exponer sus ideas? Por lo que se percibía en la Feria los santiagueños únicamente parecen expertos en chacareras. No creo que eso sea así, resulta obvio que quienes organizan el stand son los responsables de confundir una feria de libro con una peña folklórica.
En todo caso, felicito públicamente a los organizadores/as de la Feria del Libro de Corrientes. Cada acto fue meticulosamente planificado, los asistentes de cada sala estaban allí presentes para facilitar las actividades que se iniciaban puntualmente acorde al calendario. Los micrófonos funcionaban, nadie interfería con nadie, el patio de exposiciones con artesanías y comidas típicas ayudaba a saldar sed y apetito que a veces nos asalta entre un acto y otro.
En fin: felicitaciones para el equipo organizador. Creo que Ramón Blanco tiene algo que ver con todo esto. Es un hombre con mucho criterio, vasta experiencia en cuanto a gestión cultural y seriedad en su trabajo.
BUENOS AIRES, JULIO 2025