La Justicia investiga una presunta megaestafa de pasajes a Europa en la Ciudad de Buenos Aires, en la que cientos de familias habrían sido timadas por una sola madre de colegio. En detalle, a pesar de haber abonado los pasajes, los damnificados quedaron con las manos vacías: sin la plata y sin los tickets de viaje.
La principal sospechosa detrás de la estafa fue identificada por la Justicia como Karyna, una madre de un exalumno de un tradicional colegio porteño. La mujer aseguraba tener contacto con empleados de la aerolínea Iberia lo que le habría permitido acceder a un código de acceso a pasajes a precios promocionales, que vendió a los damnificados.
Por estas horas, la Justicia porteña lleva adelante la investigación sobre la principal acusada y una de sus presuntas socias, Agustina B., que mandaba a su hijo al mismo colegio ubicado en el barrio porteño de Recoleta.
Todo comenzó cuando ambas acusadas establecieron contacto con sus primeros clientes: el grupo de madres con hijos en la nombrada institución educativa. Con la excusa de conseguir pasajes a precios promocionales, ambas mujeres comenzaron a vender viajes que, inicialmente, fueron concretados sin inconvenientes.
Las primeras experiencias lograron que el negocio se expanda. Sin embargo, la burbuja finalmente explotó.
El modus operandi que investiga la Justicia detalla que, gracias a los contactos que Karyna tenía dentro de la mencionada aerolínea, los valores de los pasajes eran sensiblemente más baratos: un boleto que costaba u$s1.500 podía conseguirse por solo u$s900.
En este escenario, los clientes debían hacer la "reserva" con un plazo de al menos 50 días de anticipación. Además, solo podían efectuar el pago en efectivo, en un departamento en recoleta o a través de una tercer persona que Karyna enviaba para retirar dinero.
Las familias que realizaban el pago no recibían ninguna reserva del viaje como hace una agencia de viaje o un operador turístico autorizado. Los tickets eran entregados físicamente días antes de volar.
EL DESMORONAMIENTO DE LA ESTAFA
A pesar de que el sistema funcionó durante meses - lo que generó su expansión - a mediados de junio todo comenzó a desmoronarse. La acusada por estafa alegó que, "por alta demanda", la aerolínea había dado de baja el código interno que utilizaba para conseguir los descuentos en los pasajes.
En este contexto, la mujer primero comenzó a entregar tickets con partida desde San Pablo, lo que provocó que los clientes deban viajar a Brasil a modo de "escala" para luego, desde allí, viajar a Europa. A pesar de prometer la regularización de su servicios, todo empeoró.
Luego, Karyna dejó de responder los mensajes, algo que despertó las alarmas entre los clientes. Entre las versiones que buscaron justificar el silencio de parte de la falsa operadora aérea, surgieron relatos de un supuesto pico de estrés - que obligó a su internación - e incluso hay quienes aseguraron que intentó quitarse la vida, apremiada por los reclamos.
Lo que inicialmente surgió como un negocio "rentable" habría resultado ser, en realidad, una suerte de esquema Ponzi. En detalle, la Justicia investiga si el dinero de los clientes más recientes se utilizaba para comprar los pasajes prometidos a los primeros clientes. Hasta que el sistema colapsó.
Fuente: Ámbito.