El economista analizó el rumbo económico del gobierno nacional y sostuvo que se trata de un modelo basado en la especulación financiera y el endeudamiento externo. A través de un detallado repaso de medidas y cifras, advirtió sobre el aumento de la deuda pública y la falta de inversión real en el país. Denunció además el respaldo externo de Estados Unidos como garante del plan, a cambio del acceso a recursos naturales estratégicos.
El economista Horacio Rovelli sostuvo que la actual política económica del gobierno nacional responde a los intereses del capital financiero internacional y no contempla un modelo de desarrollo para el país. Durante una entrevista radial, Rovelli afirmó que “el plan económico es contra el pueblo argentino” y que se está aplicando una estrategia orientada al desmantelamiento del Estado, con consecuencias directas sobre la industria, el empleo y el consumo.
Según su diagnóstico, la falta de ingresos en amplios sectores de la población está directamente vinculada a un modelo económico que no genera trabajo y que, además, limita el comercio y la producción. En este contexto, criticó las estadísticas oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) sobre la inflación de junio, calificándolas como “ridículas” y “manipuladas”.
Rovelli también se refirió al umbral de ingresos que define la línea de pobreza en la Argentina, señalando que “una familia tipo necesita \$1.128.398 para no ser pobre”, monto que, aclaró, ni siquiera contempla gastos de vivienda. En paralelo, mencionó que el umbral de indigencia, definido solo por la canasta alimentaria, es de \$506.658, cifra que supera el salario mínimo y la jubilación mínima, incluso con bonos.
EL PLAN FINANCIERO Y LA BICICLETA DEUDA
Para el economista, los funcionarios del área económica no responden a los intereses nacionales, sino a los de fondos internacionales como BlackRock, Vanguard y Fidelity. Nombró entre ellos a Luis Caputo (ministro de Economía), Santiago Bausili (presidente del Banco Central), y otros tres funcionarios clave, a quienes acusó de ser ejecutores de un “plan financiero especulativo”.
Rovelli afirmó que la devaluación violenta en diciembre de 2023 permitió que estos actores obtuvieran ganancias extraordinarias en dólares, a través de la compra de títulos públicos ajustados por inflación. “Ganaron un 80% en dólares, algo que no lo paga ni el narcotráfico”, denunció.
Según su análisis, la crisis cambiaria de abril de 2025 se contuvo gracias a un fuerte ingreso de divisas: “el FMI prestó 12.000 millones de dólares, el Banco Mundial 1.300 millones y se sumaron 2.000 millones mediante un repo”. Esta inyección permitió frenar la corrida, pero a costa de aumentar significativamente el endeudamiento externo.
CONVERSIÓN DE LA DEUDA Y NUEVAS EMISIONES
Rovelli criticó la transformación de la deuda del Banco Central en deuda pública. Recordó que la administración anterior cometió “el grave error” de pagar intereses a los bancos mediante las LELIQ, lo que el gobierno actual reemplazó por letras fiscales, transfiriendo esa deuda a toda la ciudadanía.
“Convirtieron 43.000 millones de dólares en deuda pública. Sumados a los 15.300 millones que ingresaron en abril, el aumento de la deuda es escandaloso”, afirmó. A esto se suma la inminente licitación de letras capitalizables (LECAP), que también representan deuda y que serán adquiridas por los grandes bancos privados, quienes “fijan la tasa de interés con la que le prestan dinero al Estado”.
Entre estos bancos, mencionó al Credicoop como el que mayor exposición tiene en títulos públicos, alcanzando el 72% de su cartera, frente al 27,5% promedio del sistema financiero nacional. Según Rovelli, esta situación consolida un sistema que transfiere recursos públicos hacia los sectores financieros más concentrados.
FUGA DE CAPITALES Y PERSPECTIVAS PARA LO QUE RESTA DEL AÑO
Consultado por las cifras de fuga de capitales, Rovelli consideró que si bien los números varían, una parte significativa de los dólares ingresados ya ha salido del país. “La deuda aumentó en 110.000 millones de dólares desde el final del gobierno anterior, sin que se haya construido ni una sola vivienda”, enfatizó.
La imposibilidad de aumentar las jubilaciones mínimas o los bonos, según el economista, se justifica con argumentos falaces. “El costo fiscal de aplicar el 7,2% de aumento y elevar el bono a $110.000 representa solo el 0,7% del PBI, según la Oficina de Presupuesto del Congreso”, explicó.
Además, denunció que en 2024 se eliminó el impuesto PAIS —que recaía sobre la compra de divisas extranjeras— lo cual implicó una pérdida de ingresos equivalente al 1,45% del producto bruto. Para Rovelli, esto demuestra que las decisiones fiscales priorizan a los sectores más concentrados en detrimento del bienestar general.
En cuanto al futuro cercano, advirtió que las tensiones podrían agudizarse a medida que se acerquen las elecciones. “Van a intentar llegar así como están, pero no se descarta una nueva corrida cambiaria”, alertó.
UN ACUERDO QUE HIPOTECA EL FUTURO
Rovelli sostuvo que la continuidad del modelo se sostiene gracias al respaldo del Tesoro de Estados Unidos, que según dijo, “garantizó recursos para asegurar estabilidad hasta las elecciones”. A su juicio, ese apoyo no es gratuito: “Nos prestan porque saben que pueden cobrar con nuestros recursos naturales”.
Reiteró que la Argentina cuenta con activos estratégicos como petróleo, gas, litio, oro, plata y el acuífero guaraní, y que están en juego en un esquema de endeudamiento que compromete el futuro. “Están hipotecando el país con una política nefasta y antinacional”, concluyó.
Finalmente, planteó que los responsables de esta política dejarán el poder enriquecidos, mientras que la deuda quedará en manos del pueblo. “No les pertenece al gobierno ni a los funcionarios de turno; le pertenece a las generaciones futuras”, advirtió.