Tres países, un mismo objetivo: proteger la biodiversidad de la Triple Frontera. El Corredor Biológico Trinacional avanza hacia su reconocimiento internacional como Reserva de la Biosfera, uniendo esfuerzos en conservación y desarrollo sostenible.
En un hecho relevante para la Triple Frontera, técnicos de Brasil, Uruguay y Argentina se reunieron este miércoles pasado en Bella Unión para avanzar en el reconocimiento del Corredor Biológico Trinacional (CBT) como Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Este sello internacional impulsa no solo la conservación de uno de los ecosistemas más valiosos de la región, sino también el ecoturismo sostenible y la integración cultural entre los tres países.
El encuentro, organizado por el grupo de trabajo de la UNESCO, destacó la importancia de proteger la biodiversidad única de la zona, donde confluyen los ríos Cuareim, Miríñay y Uruguay. Con más de 220 especies de aves —declaradas Área de Importancia para la Conservación (AICA)— y ecosistemas como bosques ribereños, humedales y pastizales, el CBT representa un corredor vital para especies emblemáticas como el puma y flora endémica de la selva misionera.
ACCIONES CLAVES A DESARROLLAR
Durante la reunión se delinearon estrategias para la elaborar un mapa trinacional que identifique áreas prioritarias de conservación. Impulsar y fomentar el turismo integrado, con circuitos náuticos, observación de aves y gastronomía local.
Armonizar normativas ambientales entre los tres países para combatir amenazas como la pesca ilegal y la tala de bosques.
El Alcalde de Barra do Quaraí (Brasil), Maher Jaber, compartió los avances del proyecto tras su visita al Ministerio para la Transición Ecológica de España, donde destacó el modelo de gobernanza local y la cooperación transfronteriza. «Europa ve en el CBT un ejemplo de cómo la naturaleza puede unir naciones», afirmó.
PROYECTO "AGENDA TRINACIONAL" EN LA TRIPLE ALIANZA
El reconocimiento del CBT como Reserva de la Biosfera es un objetivo central de la «Agenda Trinacional», impulsada por el Movimiento Transfronterizo de ONGs Ambientalistas desde 2007. Este estatus UNESCO permitiría la protección ampliada. Incluiría las áreas ya protegidas (como el Parque Estadual Do Espinilho en Brasil y Rincón de Franquía en Uruguay) y sumaría el Campo General Ávalos en Argentina.
Un aporte para la resolución de conflictos como la disputa histórica por la Isla Brasilera (límite Uruguay-Brasil) podría resolverse convirtiéndola en un «símbolo de paz» administrado por los tres países.
Se busca financiamiento internacional, existen organizaciones internacionales que tienen acceso a fondos para investigación, educación ambiental y infraestructura ecoturística.
Los próximos pasos de los tres países es la presentación formal del dossier a la UNESCO en 2024. Ajustar el trabajo con el comité trinacional con representantes gubernamentales, científicos y comunidades locales.
Con este avance, la Triple Frontera, no sólo preservaría su patrimonio natural, sino que se posicionaría como un referente global de integración sostenible.