El economista Agustín Etchebarne, director de la Fundación Libertad y Progreso, expresó en diálogo con momaranducom una visión optimista sobre el presente económico del país. Según su diagnóstico, “hay una mejora sustancial de lo que es la Argentina”, aunque reconoció que aún “falta muchísimo” debido a décadas de acumulación de regulaciones e impuestos opresivos.
Etchebarne destacó la desaceleración inflacionaria como uno de los logros más relevantes del último tiempo. A modo de ejemplo, mencionó que su fundación registró “0%” de inflación en la última semana medida, y proyectó un 1,7% para el mes de mayo. En paralelo, afirmó que la economía muestra signos de expansión, con un crecimiento interanual del 5,6%.
El economista también resaltó que los salarios se duplicaron en términos de dólares, lo cual contrasta con la persistente percepción de estancamiento por parte de la población, debido al aumento del costo de vida. En este sentido, enfatizó: “El ahorro que antes no te servía, hoy sí le sirve al que puede ahorrar”, haciendo referencia a una tasa de interés en pesos del 30%.
La mejora en la valorización del peso, junto con la estabilidad de precios en ciertos sectores, son —según Etchebarne— señales de que se está revirtiendo una etapa de inestabilidad prolongada. No obstante, aclaró que aún queda un largo camino por recorrer en términos de confianza, inversión y competitividad estructural.
RECESIÓN Y CONSUMO: FLUCTUACIONES Y CAUSAS INTERNAS Y EXTERNAS
Consultado sobre la contracción del consumo y las advertencias sobre una posible recesión, Etchebarne señaló que algunos sectores comenzaron a recuperarse, aunque en marzo y abril sufrieron un retroceso. Atribuyó esta situación a una doble fuente de incertidumbre: una externa, derivada de tensiones comerciales globales, y otra interna, vinculada al acuerdo con el FMI.
Según explicó, “mucha gente creía que el tipo de cambio se iba a ir a 1.600”, lo que generó temor y conductas defensivas, como la compra de dólares o el aumento preventivo de precios en comercios. Este fenómeno provocó un salto inflacionario en marzo, con un índice del 3,7%.
Etchebarne sostuvo que esta dinámica está empezando a revertirse. “El consumo va a empezar a recuperarse naturalmente”, afirmó, a medida que los precios se reacomodan y los comercios ajustan sus márgenes ante la retracción de la demanda.
Indicó que algunas cadenas comerciales ya están reduciendo precios, conscientes de que “si no, la gente no consume”. De este modo, vaticinó que la competencia y la referencia de precios comenzarán a disciplinar el mercado.
REFERENCIAS DE PRECIOS Y COMPETENCIA: UN NUEVO ESCENARIO
Etchebarne también valoró el retorno de los precios como referencia concreta en las decisiones de consumo. En este marco, destacó como positivo el debate generado por una declaración del actor Ricardo Darín sobre el alto costo de las empanadas.
Aunque consideró exagerado el monto mencionado por el actor, celebró que “la gente empezó a buscar precios” y descubrió una amplia dispersión, lo que favorece la comparación y la competencia. “Empieza a ser mucho más razonable la competencia”, explicó.
En su opinión, este fenómeno refleja un cambio de contexto: “Imaginate hace dos años atrás, con 211% de inflación, la conversación era imposible”. Ahora, con precios más estables, es posible identificar ofertas, comparar y elegir.
Este proceso —según el economista— generará un efecto correctivo sobre los precios, beneficiando al consumidor y estimulando una racionalización en la formación de precios por parte de los comercios.
AHORRO INFORMAL Y BLANQUEO: UNA REALIDAD ARGENTINA
El economista también se refirió al llamado “dólar colchón”. Etchebarne estimó que hay entre 200.000 y 350.000 millones de dólares en billetes físicos fuera del sistema financiero, buena parte de ellos en Argentina.
Aclaró que Estados Unidos, a través de su Reserva Federal, sabe con precisión cuántos dólares físicos están en circulación y que Argentina figura como el tercer país del mundo con más dólares fuera de ese país. “Es una enorme cantidad”, remarcó.
El economista atribuyó este fenómeno a una combinación de factores: un sistema impositivo “confiscatorio” con más de 150 tributos y una economía con un 45% de informalidad. Para Etchebarne, el comportamiento defensivo de la población tiene fundamentos históricos.
Recordó los múltiples episodios de confiscación o pérdida de valor del dinero, como el corralito, la hiperinflación y los planes de pesificación, que llevaron a que muchos argentinos optaran por guardar dinero en efectivo fuera del circuito formal.
CONTROVERSIAS Y CONTEXTOS
Respecto al blanqueo de capitales, Etchebarne sostuvo que el Gobierno actual intenta enviar señales claras para formalizar el ahorro sin persecución. “Te dicen, 'no te vamos a perseguir si consumís tus dólares'”, explicó, destacando que el blanqueo es una herramienta para canalizar esos fondos hacia el sistema bancario.
Consultado sobre la posibilidad de que el blanqueo facilite el ingreso de fondos de origen delictivo, fue tajante: “La plata sucia del narcotráfico ya está en Argentina”. A su entender, el país ya es un escenario de atracción para fondos ilegales debido a su alta informalidad.
Etchebarne argumentó que muchos actores económicos tienen parte de su actividad en negro, desde kioscos hasta ferreterías, no por operar ilegalmente, sino como estrategia para evitar la alta carga tributaria.
Sostuvo que, si se logra una economía más transparente, con impuestos razonables y estabilidad monetaria, los incentivos para operar informalmente disminuirán y el sistema financiero se fortalecerá.
ESTABILIDAD, COMPETENCIA Y CONFIANZA
Por último, reiteró su confianza en las reformas económicas en curso. Valoró la existencia de superávit fiscal como una garantía para evitar crisis financieras futuras.
“La clave es tener una moneda fuerte”, sostuvo, y vinculó este objetivo con una política monetaria prudente y un esquema de incentivos que premie el ahorro en el sistema bancario formal.
El economista consideró que la recuperación será gradual y que los sectores más golpeados podrían tardar en reactivarse. No obstante, insistió en que se están sentando las bases para un crecimiento más sólido y sostenible.
En su visión, “cuando vos tenés precios de referencia, empieza la competencia” y eso dinamiza la economía. Del mismo modo, auguró que “tener la plata en el banco en vez de bajo el colchón” será cada vez más conveniente si se consolida la estabilidad.
