El intendente de Mburucuyá, Pablo Guastavino, expresó en declaraciones a momarandu.com su preocupación ante la fuerte caída en los recursos recibidos por coparticipación federal. “En Mburucuyá, en marzo habremos recibido alrededor de 70 millones menos, abril lo mismo”, afirmó, resaltando que la disminución de fondos afecta directamente los servicios, la asistencia social y la ejecución de obras públicas.
Guastavino remarcó que, si bien el municipio no posee deudas, la situación obliga a “pisar la pelota”. Esto implica frenar o reducir la intensidad de obras y gastos esenciales, lo que complica la planificación financiera local. “Uno prevé gastar en función de lo que prevé recibir”, explicó, detallando que en solo dos meses la pérdida acumulada alcanzó los 140 millones de pesos.
El jefe comunal subrayó que esta situación no solo genera un perjuicio estructural en términos de gestión, sino que también impacta en la vida cotidiana de los vecinos. “Menos recursos es menos de todo”, expresó. El municipio, según indicó, continúa prestando ayuda en temas sensibles como salud y transporte, aunque reconoce que las posibilidades se ven cada vez más limitadas.
SERVICIOS Y ASISTENCIA EN RIESGO
Uno de los puntos críticos señalados por el intendente es el efecto inmediato sobre los servicios básicos municipales. La compra de combustible, el mantenimiento de maquinarias viales y la respuesta ante emergencias se han vuelto más difíciles de sostener. “Pincha una rueda de la retroexcavadora y hay que hablar de una buena plata”, ejemplificó.
La preocupación también alcanza al acompañamiento social que realiza el municipio para personas con necesidades urgentes. “Hay gente que tiene que ir al Garrahan, y dos pasajes más unos gastos suman 300 o 400 mil pesos. Es muy difícil sostener eso sin recursos”, sostuvo Guastavino.
En relación con la recaudación local, explicó que su impacto es limitado y estacional. “Los meses fuertes son enero y febrero. Después ya baja”, detalló. En ese sentido, afirmó que la coparticipación federal y social representa el ingreso principal del municipio. “Estamos con el corazón en la boca todos los días preguntando cuánto entró en el goteo”, confesó.
CONTEXTO POLÍTICO
Consultado sobre el posible impacto electoral de esta crisis, Guastavino fue cauto. “Las elecciones es algo que se tiene que hacer, pero lo que me preocupa es el tema de los servicios”, dijo, priorizando la gestión diaria por sobre el calendario electoral.
Sobre la relación con el Gobierno provincial, el intendente expresó su intención de dialogar con el gobernador. “Vamos a preguntarle si tiene conocimiento de esta situación. Ojalá Dios quiera que se normalice por el bien de todas las comunidades”, manifestó.
Finalmente, negó que en Mburucuyá se estén gestando divisiones políticas como en otros municipios. “Yo creo que cada localidad tiene su realidad”, señaló, sin dejar de admitir el clima de incertidumbre que se vive a nivel provincial. A pesar de las dificultades, insistió en que el municipio busca mantener la asistencia social como prioridad.
