EL CARDENAL FARRELL QUEDA A CARGO DE LA IGLESIA CATÓLICA
Murió el Papa Francisco: el primer pontífice latinoamericano que transformó la Iglesia con humildad y compasión
21-04-2025
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El Papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano y jesuita de la historia, falleció esta mañana a los 88 años en la Casa Santa Marta, tras complicaciones respiratorias que agravaron su delicado estado de salud. La noticia fue confirmada oficialmente por el cardenal Kevin Joseph Farrell, Camarlengo de la Santa Romana Iglesia.
“Queridos hermanos y hermanas, con profundo dolor debo anunciar el fallecimiento de nuestro Santo Padre Francisco. A las 7:35 de esta mañana, el Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre”, expresó el cardenal Farrell. “Toda su vida estuvo dedicada al servicio del Señor y de Su Iglesia. Nos enseñó a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente en favor de los más pobres y marginados”.
La muerte del Papa Francisco marca el fin de un pontificado que dejó una huella profunda en la Iglesia católica y en la humanidad. Su estilo cercano, su enfoque pastoral centrado en la misericordia, y su voz profética frente a los desafíos del mundo moderno lo convirtieron en una figura espiritual de alcance global.
DE BUENOS AIRES AL VATICANO
Nacido como Jorge Mario Bergoglio el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Argentina, Francisco fue ordenado sacerdote en 1969 y se unió a la Compañía de Jesús, destacándose por su vocación por los más humildes. Fue arzobispo de Buenos Aires entre 1998 y 2013, y creado cardenal por Juan Pablo II en 2001.
El 13 de marzo de 2013, tras la renuncia de Benedicto XVI, fue elegido Papa en el cónclave y adoptó el nombre de Francisco, en honor a San Francisco de Asís. Desde el primer momento, su elección simbolizó un cambio de época: el primer Papa del sur global, con una mirada puesta en la periferia y un llamado urgente a la renovación.
UNA IGLESIA EN SALIDA
Durante su pontificado, Francisco impulsó una “Iglesia en salida”, comprometida con los pobres, los migrantes y la justicia social. Denunció las desigualdades del sistema económico global, defendió con firmeza el cuidado del ambiente —con la encíclica *Laudato si’*— y abogó por una fraternidad universal, especialmente en su texto *Fratelli tutti*.
También promovió una mayor participación de laicos y mujeres en la vida eclesial, impulsó reformas en la Curia romana con criterios de transparencia y sinodalidad, y afrontó con decisión los casos de abusos sexuales dentro del clero.
Aunque enfrentó resistencias internas, su liderazgo estuvo marcado por la coherencia entre palabra y acción. Su vida austera, su elección de vivir en la Casa Santa Marta en lugar del Palacio Apostólico, y su insistencia en el diálogo interreligioso lo convirtieron en un referente moral del siglo XXI.
UN LEGADO VIVO
La última aparición pública del Papa fue durante la bendición *Urbi et Orbi* del pasado domingo, donde, visiblemente debilitado, pronunció palabras de esperanza y unidad. Según informó el Vaticano, Francisco será velado en la Basílica de San Pedro, y sus restos descansarán en una capilla sencilla, tal como fue su deseo.
Con la muerte de Francisco, la Iglesia entra en período de *Sede Vacante*, y se espera la convocatoria al Cónclave que elegirá a su sucesor en los próximos días.
Su pontificado, el segundo más largo del siglo XXI después de Juan Pablo II, quedará en la historia como un tiempo de apertura, cercanía y coraje profético.