Corrientes, miercoles 03 de diciembre de 2025

Sociedad País
DEBATE HISTÓRICO

Informe revela cómo murió Jesús según la ciencia y los misterios en torno a su crucifixión

18-04-2025
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Más allá de la religión, existen pruebas que ratifican que un hombre llamado Jesús vivió hace más de 2.000 años en la región que hoy corresponde a Israel. Con motivo de las Pascuas, un informe revela los aspectos históricos y científicos en torno a la muerte de Jesús.

Identificado como un líder judío disidente, Jesús desafió las estructuras de poder, lo que le valió ser arrestado, torturado y finalmente ejecutado, justo antes de la celebración de la Pascua judía.

En un informe reciente, la cadena BBC analizó los aspectos históricos y científicos de la muerte de Jesús, dejando deliberadamente de lado las cuestiones de fe. Su objetivo fue reconstruir, basándose en evidencias históricas y médicas, cómo habría sido realmente la crucifixión, uno de los castigos más brutales de la antigüedad.

Según el reporte, "dejando a un lado la religión, pocas personas dudan de que un hombre llamado Jesús vivió hace 2.000 años en una región que hoy corresponde a Israel".

Como explica la periodista Camilla Veras Mota en el video de la BBC, la crucifixión era "una forma de castigo frecuente" en el mundo antiguo, empleada junto a otras penas extremas como la quema en la hoguera o la decapitación.

Aunque muchos asocian este método a los romanos, el informe aclara que "los asirios y babilonios fueron probablemente los primeros en practicarla", mientras que "los persas la perfeccionaron" y Roma la adoptó por más de cinco siglos, hasta su abolición en el siglo IV d.C. por el emperador Constantino.

La investigación citada incluye los trabajos del médico forense Frederick Thomas Zugibe, profesor de la Universidad de Columbia, quien en el año 2000 llevó a cabo experimentos para estudiar los efectos de la crucifixión en el cuerpo humano. Zugibe colgó voluntarios adultos de una cruz de madera de 2,34 metros de alto por 2 metros de ancho, midiendo variables como la presión arterial y el ritmo cardíaco. Según sus observaciones, "los voluntarios sufrían calambres severos, hormigueo constante y un agotamiento brutal", además de una creciente dificultad para respirar.

El tipo de cruz utilizado en la ejecución de Jesús sigue siendo objeto de debate. "Las principales tenían forma de T o de daga", señala el informe, aunque no hay un consenso definitivo. Lo que sí parece claro es que los condenados eran "clavados o atados con los brazos extendidos y elevados a medio metro del suelo".

Respecto al famoso trayecto hacia el Gólgota, Zugibe sugiere que Jesús no habría cargado la cruz completa, ya que "su peso, estimado entre 80 y 90 kilos, lo hacía poco probable". Más bien, habría llevado solo el patíbulo (la viga horizontal), mientras el poste vertical permanecía fijo en el lugar de las ejecuciones.

El historiador Gerardo Ferrara, consultado por la BBC, remarcó que "la muerte fue lenta, muy lenta y acompañada de terribles sufrimientos", agregando que "la víctima estaba completamente desnuda y podía permanecer colgada durante horas, si no días", experimentando "espasmos de dolor, náuseas y la imposibilidad de respirar correctamente".

LOS MISTERIOS EN TORNO A LA MUERTE Y CRUCIFICCIÓN DE JESÚS

Un punto especialmente debatido es el sitio exacto de la crucifixión de los clavos. Según varios expertos, "las manos no soportarían el peso del cuerpo", por lo que "los clavos se habrían insertado en las muñecas". No obstante, Zugibe propuso que Jesús fue clavado "justo debajo del pulgar" en las manos, y no en el centro de las palmas, como se suele representar. Además, los pies habrían sido fijados "uno al lado del otro" en lugar de superpuestos.

Sobre la causa de muerte, el informe señala distintas hipótesis, como asfixia, ataque cardíaco o shock por pérdida de sangre. Tras analizar todas las posibilidades, Zugibe concluyó que Jesús murió de "un paro cardíaco provocado por hipovolemia", es decir, por una pérdida masiva de sangre, agravada por las torturas previas y la prolongada suspensión en la cruz.

Es fundamental recordar que antes de la crucifixión, Jesús fue sometido a una brutal flagelación. Los azotes eran propinados con látigos formados por tres tiras rematadas en fragmentos de hueso, diseñados para maximizar el daño. Según el reporte, tales heridas "podrían provocar temblores, desmayos, hemorragias internas" e incluso daños severos en órganos como el hígado y el bazo.

También la famosa corona de espinas tiene una explicación científica en el informe. Basándose en entrevistas con botánicos de Medio Oriente, Zugibe identificó al espino como la planta más probable utilizada para fabricarla, cuyas afiladas espinas no solo causaban sangrado, sino que "podían tocar nervios del cráneo, provocando un dolor insoportable".

Aunque las narraciones bíblicas describen la crucifixión como un evento público, "algunos historiadores consultados por BBC Brasil consideran que pudo haberse realizado de forma apresurada y alejada de la multitud", para evitar disturbios en plena Pascua. Desde la perspectiva política, Jesús no solo fue ejecutado por razones religiosas: "lideraba un movimiento que proclamaba un nuevo reino", algo que Roma interpretaba como una amenaza directa.

Así, tanto la ciencia como la historia parecen coincidir en una conclusión ineludible: "la crucifixión fue una de las formas más crueles de ejecución", y la muerte de Jesús, tal como la reconstruyen hoy los investigadores, fue "un proceso largo y doloroso".

Fuente: BBC Mundo e Infobae.