Corrientes, miercoles 03 de diciembre de 2025

Política Corrientes
LA INDUSTRIA CÁRNICA ANTE EL NUEVO ESCENARIO INTERNACIONAL

Gonzalo Álvarez Maldonado: “Un arancel del 10% en EE.UU. haría inviable la exportación de carne magra”

09-04-2025
COMPARTIR     
SITUACIÓN CRÍTICA. El referente remarcó que el reclamo de medidas concretas y la esperanza de una salida consensuada marcan el horizonte de la actividad ganadera nacional.

La industria cárnica argentina enfrenta un contexto internacional complejo que podría impactar de manera directa en su producción y exportaciones.

En ese contexto, Gonzalo Álvarez Maldonado, representante de Coninagro en la Mesa Nacional de Carne y ex presidente del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina, entrevistado por momarandu.com, expresó su preocupación por las nuevas disposiciones que podrían afectar al sector.

Uno de los factores más relevantes es la inminente decisión de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA), que declarará a Brasil como país libre de aftosa sin vacunación. Esta medida permitirá el ingreso de carne brasileña, incluso con hueso, al territorio argentino.

“Esto no incide directamente en el mercado interno, pero afecta gravemente la barrera sanitaria patagónica, donde se conserva el estatus de libre de aftosa sin vacunación”, advirtió Álvarez Maldonado.

El recuerdo del brote de fiebre aftosa en 2001, cuyo origen fue atribuido a Paraguay, incrementa el nivel de alerta ante una posible reintroducción de la enfermedad desde zonas limítrofes.

El impacto de esta decisión sería sanitario pero también comercial, ya que podría generar una distorsión en los precios debido a la competencia de productos brasileños con costos diferenciales.

Simultáneamente, Estados Unidos evalúa una suba de aranceles que afectaría directamente las exportaciones argentinas de carne magra, actualmente ingresadas al país norteamericano con un cupo de 20.000 toneladas anuales sin aranceles.

“Ese beneficio podría desaparecer y aplicar un arancel del 10%, como ya ocurre con otros países latinoamericanos”, explicó el dirigente.

Esta carne magra es utilizada en Estados Unidos para mezclarse con cortes de alto contenido graso, principalmente en la producción de hamburguesas. La medida podría reducir la competitividad del producto argentino.

Álvarez Maldonado remarcó que esta situación se inscribe en un contexto de tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, que ha derivado en aumentos arancelarios generalizados.

“Los aranceles son impuestos que colocan los países receptores de importaciones. En este caso, Estados Unidos busca proteger su mercado interno”, precisó.

La medida se extiende a otros sectores como el acero, la tecnología y la metalmecánica, pero sus efectos también podrían sentirse en toda la cadena agroindustrial argentina.

IMPACTO EN LA PRODUCCIÓN GANADERA LOCAL

La situación del sector ganadero argentino es frágil. Con altos costos de producción y escasa rentabilidad, muchos productores operan al borde de las pérdidas.

“En algunas regiones ya trabajamos casi a pérdida. En otras, apenas hay un pequeño excedente. No es viable una reducción del 10% en la rentabilidad”, afirmó Álvarez Maldonado.

La posibilidad de relocalizar las exportaciones afectadas por los cambios en Estados Unidos es remota. “Ubicar 20.000 toneladas en otros mercados no es sencillo, menos a corto plazo”, destacó.

El vocero de Coninagro sostuvo que el sector carece de una política activa desde hace al menos dos décadas. “Pasamos de tener casi 60 millones de cabezas a poco más de 50 millones. Estamos igual que en 2001”, indicó.

A pesar de contar con una de las mejores genéticas bovinas del mundo, la producción nacional no ha crecido. “Exportamos semen y embriones a todo el mundo, pero internamente seguimos estancados”, lamentó.

Según el dirigente, la falta de incentivos ha sido una constante en distintos gobiernos. “No es un problema de esta gestión, ni de la anterior. Es una deuda estructural con el sector”, afirmó.

La agroindustria, junto con los sectores energéticos e industriales, también se verá comprometida si persisten las medidas arancelarias internacionales.

El entrevistado resaltó que las decisiones económicas globales terminan afectando más a países con menor poder político, como la Argentina.

“Nos rozan decisiones pensadas para otros actores. Y como siempre, el primer eslabón de la cadena es el que más sufre”, subrayó.

CONSECUENCIAS CLIMÁTICAS Y BIOLÓGICAS

La crisis productiva se agrava por las condiciones climáticas adversas. La sequía prolongada de los últimos tres años, provocada por el fenómeno de La Niña, ha tenido un fuerte impacto en la ganadería.

“Venimos de tres años sin pastos. Las lluvias llegaron muy tarde. La situación es crítica”, señaló Álvarez Maldonado.

En regiones como la Mesopotamia y el noreste argentino, la falta de agua afectó la preñez y el ciclo biológico del ganado.

“Ya sea por sequías o por exceso de agua, el equilibrio biológico del rodeo se altera, y eso tiene consecuencias en toda la producción”, explicó.

A estos factores se suman los incendios, que en algunas provincias del litoral, como Corrientes, provocaron pérdidas significativas en infraestructura y forraje.

Si bien las lluvias recientes generan una leve mejora, “es un alivio tardío y parcial”, aclaró el referente del sector.

“El clima y la falta de políticas activas nos han jugado muy en contra en los últimos años”, sintetizó.

DIÁLOGO CON EL GOBIERNO Y PERSPECTIVAS

En este escenario, las entidades del agro mantuvieron recientemente una reunión con el secretario de Agricultura, Fernando Vilella Iraeta.

“Se planteó la necesidad de eliminar las retenciones, un impuesto distorsivo que, sumado a los aranceles internacionales, complica la competitividad del sector”, indicó Álvarez Maldonado.

El contacto entre el gobierno nacional y las entidades del agro se mantiene, pero la decisión final dependerá del Poder Ejecutivo.

“El presidente entiende bien la macroeconomía, pero necesitamos decisiones concretas que atiendan la realidad productiva”, advirtió.

La expectativa del sector está puesta en que la afinidad entre los gobiernos de Argentina y Estados Unidos pueda traducirse en un tratamiento diferencial para el país.

“Esperamos que la alineación con el presidente estadounidense sirva para aliviar estas medidas. De lo contrario, será un castigo externo más”, enfatizó.

Finalmente, Álvarez Maldonado expresó su deseo de que se busque el bien común ante esta tormenta económica global. “No es solo un problema argentino. Es un problema del mundo que nos está afectando a todos”, concluyó.