(Por Facundo Sagardoy) Hace quince años, el estado de Santa Catarina, Brasil, es un destino gaucho que conquista a turistas de toda la región por su tranquilidad y belleza natural. Nicolás Pavicich, miembro de Bonus Track, destacó la conexión que forjó con el norte argentino, y resaltó el potencial de crear una conexión más sólida entre ciudades turísticas en el corazón del litoral.
Garopaba, ubicada en el estado de Santa Catarina, Brasil, es una ciudad costera que se extiende por aproximadamente 114,77 km², a unos 90 kilómetros al sur de Florianópolis.
Destacada por su diversidad geográfica, que incluye playas como Vigia, Ouvidor, Barra, Ferrugem, Siriú, Gamboa y Silveira, todas rodeadas por la exuberante Mata Atlántica, la región no solo ofrece paisajes impresionantes, sino que también es ideal para la práctica del surf, consolidando a Garopaba como un destino de renombre para los amantes del mar en todas sus modalidades.
La historia de Garopaba se remonta a los pueblos indígenas Carijós, quienes habitaron la región antes de la llegada de los colonizadores europeos.
En 1666, se estableció el primer asentamiento, formado por colonos azorianos enviados por el Imperio Portugués. A lo largo de los siglos, Garopaba ha mantenido una rica tradición cultural y natural, reflejada en sus actividades económicas, como la pesca artesanal y el turismo.
En una entrevista sobre el tema, Nicolás Pavicich, referente del sector turístico y miembro de la empresa Bonus Track, resaltó la autenticidad y la belleza natural de la región, atrayendo a turistas que, impulsados por el contexto económico favorable del intercambio en el Mercosur, hallan en Garopaba una experiencia única y enriquecedora.
—Nicolas Pavicich en Garopaba, en el Hotel Garopaba, un punto hermoso en el litoral a través del que podemos acceder. Gracias a vos, pudimos recorrer estos días este lugar precioso, con una empresa como Bonus Track que te respalda, y un montón de otras empresas, que conforman una constelación de firmas que hizo una oferta turística muy bonita. Nico, felicitaciones, y ¿cómo se hace para poder llegar hasta este punto, consolidar este destino desde Corrientes, desde Chaco, desde el norte argentino?
—Nosotros ya hace más de 10 años que estamos en el rubro. La empresa Bonus tiene más de 20 años en el sector. Cuando yo entré por primera vez, ya me dijeron que tenía que ir a Garopaba, una ciudad que hoy tiene 64 años, una ciudad pintoresca. A diferencia de otros destinos de Brasil, como Camboriú o Canasvieira, que ya tienen otro desarrollo turístico, acá está más tranquilo, con más amor y paz, siempre digo yo que es Garopaba. Es un lugar que enamora, un lugar así como mi Corrientes querida, que una vez que visitas, querés volver y volver porque tiene muchos lugares hermosos como para visitar.
CONEXIÓN, PASIÓN Y LA MEJOR OFERTA BRASILEÑA
—Sos correntino, y Corrientes es un lugar de naturaleza, sos de Goya, con la pesca del Surubí, y venís acá, a un lugar con pesca, con pescadores, con playas... ¿Cómo hizo todo ese bagaje que te da la provincia para mostrar este lugar de esta manera?
—Justamente, yo soy de Goya, con la pesca nacional del Surubí. Me tocó un lugar donde, justamente, acá en el Hotel Garopaba, estamos en la parte histórica de Garopaba, y estamos a 100 metros de los pescadores. Todos los días, o mejor dicho, todas las noches, los pescadores van al mar a buscarlos para sustentar su alimento. Y todos los días al amanecer, los pescadores limpian los peces para que la gente lo pueda ver y comprar. Y Garopaba no solo tiene esto, sino que también es la capital nacional del surf. Hay gente que viene específicamente a Garopaba, a Ferrugem, a Playa do Rosa, que son playas muy lindas, con muchas olas, y es considerada la capital del surf. O sea, no solo los pescadores, también es la capital del surf, así que hay muchísimos lugares para visitar por acá.
—Nico, tenés 32 años, sin embargo ya tenés 10 años de experiencia en el rubro, con este bellísimo destino sobre tus espaldas. ¿Cómo fue que decidiste, siendo joven, empezar a emprender y involucrarte en este rubro tan específico, el del turismo, con tanta responsabilidad?
—Nada que ver lo que estudié, yo estudié contador público, pero ni bien iba estudiando la carrera, gente allegada a la empresa me dijo si quería probar esto. Empecé con el tema estudiantil: Bariloche, Carlos Paz, Egresados... Y pasando los años, me gustó la parte de trabajar con individuales, con la parte de vacaciones. Justamente no solo hacemos Brasil, también hacemos toda la parte de Argentina, pero hoy en día Brasil está muy fuerte. Yo creo que por dos motivos: uno, por la economía nuestra que, gracias a Dios, se está estancando, lo que significa que no hay tanta inflación y la gente puede proyectar algunas vacaciones a corto o largo plazo; y otra, que la economía brasileña está bajando, entonces está equiparándose a nuestra moneda. Esto hace que todo sea mucho más barato. Comer en Garopaba, por ejemplo, cuesta una comida 5.000, 6.000 pesos, lo cual no existe en Argentina. Entonces, el argentino decide venir a Brasil por esto: tener una comida por 5.000 pesos, ir a una playa, hacer una excursión que puede salir 100 reales... hablamos de 20.000 pesos por una excursión, visitar estos lugares hermosos. No tiene comparación. Hoy, en día, salir a Brasil es más barato que ir a Mar del Plata. Me encanta Mar del Plata, amo mi Argentina, pero hoy la realidad es esa.
UN DESTINO PARA TODOS, CON LA TRANQUILIDAD DEL LITORAL
—¿Cómo se presenta un destino así? La gente está acostumbrada, como decías, a Camboriú, Río de Janeiro... pero este es un lugar muy parecido al norte de Argentina, colonial, con pesca, pero con la costa sobre el mar, es impagable.
—La verdad que sí. Nosotros no solo tenemos Río de Janeiro, Camboriú, Canasvieira, también tenemos lugares pintorescos como Garopaba. Es un lugar tranquilo donde podemos disfrutar, también tenemos Laguna, un destino donde están los delfines. Tenemos un hermoso mirador en un farol en Laguna, y podemos ver los delfines. Tenemos opciones para todo tipo de personas: el que quiere descansar, el que quiere fiesta, el que quiere salir de noche, el que quiere hacer excursiones de día. Y una de las opciones hoy, acá, es Garopaba.
—¿Cómo te preparás vos antes de recibir un grupo? ¿Y cuánto tiempo tenés para descansar, digamos, entre grupo y grupo, dada la dinámica que está adquiriendo este destino?
—Estoy en Garopaba desde el 6 de enero, este ya sería mi último grupo. Ya con ganas de volver, contento de volver, pero obviamente entre grupo y grupo, y con el tema del descanso, siempre digo, vamos a descansar cuando estamos en casa. Mientras estemos acá en Garopaba, trabajamos 24/7 porque lo demanda el pasajero. Estamos en todo momento disponibles. Si bien estamos durmiendo, si el pasajero necesita algo a la madrugada, estamos a disposición. Hay grupos que salen al mediodía, pero al mediodía sale un grupo y entre una hora o dos ya llega el otro. Entonces no hay tiempo para descansar. Nuestra pasión es lo que hacemos. Más allá de que, por supuesto, tenemos un rédito económico, es nuestra pasión. Siempre digo que si no te gusta este trabajo, no vas a poder hacerlo, porque tenés que estar lejos de tu familia mucho tiempo y lidiar con diferentes tipos de personas. En este grupo, por ejemplo, tengo chicos de 12 años y una pareja de 79 años. Tenés todo tipo de edades y tenés que saber cómo tratar a todos. Con los chicos, hablas de los Power Rangers, y con las personas mayores, hablas de la historia de Garopaba, de la historia en sí del lugar.
LA CONEXIÓN HUMANA EN EL TURISMO
—En el destino, se te ve por la ciudad también, saludando al dueño del hotel, al recepcionista, a los emprendedores, a la gente en el centro, también te consultan los transfers, armaste circuitos... Aquí dentro de la ciudad hay un trabajo, hay un mérito. ¿Cómo es la gente de Garopaba?
—Claro, sí, ya estamos hace más de 10 años viniendo a Garopaba. Y, bueno, ya prácticamente es mi segunda casa. Siempre digo que Renato, el dueño del hotel, me recibe como a una persona más. Yo, en lo personal, entro a la cocina, abro la heladera, como si estuviera en mi casa. Y cuando pido permiso, Renato Rigotti, el dueño, ya me reta porque, soy un familiar más, y tratamos de darle el mejor servicio no solo al pasajero, sino al turista en general. Practicamos con respecto al tema del transfer y estamos organizando excursiones día a día. La idea es que cuando el turista venga, la pase súper bien, que se olvide de las deudas que tiene en casa, de los problemas de trabajo. Que durante la semana que esté acá, la pase 150% bien.
—Quisiera escuchar la voz del experto. Si tuvieras que estar de este lado, siendo el turista que va a comprar este paquete, ¿cuáles son los lugares que no hay que perderse cuando uno viene a Garopaba?
—Buena pregunta, Si yo fuera turista, mirá, la playa Guarda do Embau, es impagable, no hay que perderse nunca. Es un lugar colonial hermoso, antes de llegar a la playa y al mar, tenés un río de agua dulce, donde se junta el agua dulce con el agua salada. Es espectacular. Guarda do Embau tiene un morro impresionante para hacer caminatas. Playa da Rosa es muy buena, muy linda. Y te sigo nombrando lugares, pero acá en la zona también tenés Ferrugem, Playa Silveira, las dunas de Siriú. No hay que perderse las dunas de Siriú, porque uno dice "todo playa, playa, playa", pero en las dunas de Siriú también se puede hacer deportes como en Bariloche, pero en lugar de nieve, tenemos arena. Las dunas de Siriú están muy buenas. También tenemos una playa a 600 o 700 metros del hotel que se llama Playa Vigía. Es una playa totalmente virgen, donde no está el que te vende el melón, ni el que te vende la sombrilla, ni el que te vende el choripán. Es una playa muy linda, virgen, que está muy cerquita, como Vigía. Y después, por supuesto, tenemos los museos. A 100 metros tenemos la Casa de la Cultura, y también tenemos lugares para comprar. Tenemos la fábrica de Mormaii, donde venden absolutamente todo relacionado al surf, desde ojotas, mallas, remeras, ropa, todo.
—Muchas gracias, Nico.
—Gracias a vos. Así que un saludo a todos y, cualquier cosa, este es el lugar para hacer tus vacaciones.