Corrientes, miercoles 03 de diciembre de 2025

Cultura Corrientes
UN RECORRIDO POR LA MEMORIA Y LAS TRADICIONES

Chango Spasiuk: "La música es un lenguaje que trasciende barreras y conecta corazones"

22-01-2025
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(Por Facundo Sagardoy) La fiesta del chamamé no solo celebra una tradición local, sino que también la proyecta al mundo. En ese tono, luego de bajar del escenario Osvaldo Sosa Cordero, el acordeonista enfatizó que el evento es una oportunidad para compartir la riqueza cultural de la región y fortalecer su legado, e instó a defenderlo.
 
Spasiuk comenzó la rueda de prensa reflexionando sobre la intensidad de la jornada que lo trajo a Corrientes. “Un día re largo, re largo”, comentó entre risas, haciendo alusión a las responsabilidades familiares que lo obligan a viajar con poco tiempo.

El Chango destacó la alegría de haber participado en actividades en espacios de salud, como el Instituto Cardiológico, donde fue recibido con gran calidez. Incluso mencionó el gesto del director del instituto, quien le ofreció un chequeo completo como presente. “Fue una felicidad muy bella, muy linda”, afirmó, dejando entrever su gratitud hacia la gente y el evento.

El artista destacó la experiencia de compartir su música en el anfiteatro, un espacio que consideró emblemático. “Es el lugar donde todos queremos estar”, expresó emocionado. Para Spasiuk, la conexión con el público y la posibilidad de difundir esta tradición musical son aspectos fundamentales que lo motivan a regresar a este festival cada año.

Durante el evento, el Chango  presentó un repertorio variado que incluyó tanto obras de raíz como piezas de gran complejidad. Habló sobre la importancia de no subestimar al público y de estar a la altura de su relación con él. Mencionó la ejecución de “Soy del Nordeste”, una obra que, aunque comúnmente se interpreta en teatros, logró cautivar a los asistentes al aire libre gracias a la sensibilidad de la audiencia presente.

Uno de los momentos más emotivos de la conferencia fue cuando el músico habló del poncho que lleva en honor a Blasito Martín Herrera. Recordó cómo los hijos de Blasito le entregaron este símbolo tras su fallecimiento. “Me conecta mucho con él y con su legado”, confesó. 




LA EVOLUCIÓN DE LA FIESTA MUNDIAL

El Chango Spasiuk también reflexionó sobre la trayectoria de la fiesta del chamamé. Recordó con nostalgia su participación en el proyecto “Corrientes de Punta a Punta”, que le permitió tocar en ciudades donde nunca había estado.

Destacó que esa iniciativa resignificó la tradición y marcó un antes y un después en la celebración. “La fiesta crece, pero hay que nutrirla de contenido”, enfatizó, haciendo un llamado a los músicos a esforzarse para aportar su parte.

Para Spasiuk, la memoria es un elemento esencial en su música. Compartiendo recuerdos de su infancia, mencionó a su madre, Eugenia, quien utilizaba hojas de palma para calmar las tormentas. “No se trata de ver para creer, sino de creer para ver”, reflexionó, destacando cómo estas vivencias alimentan su narrativa musical. “La cultura es la tierra que anda con uno”, afirmó, dejando claro que su arte es un ejercicio constante de revalorización de sus raíces.

Una de las preguntas más curiosas vino de una seguidora que reclamó la ausencia de “Postero Loizón” en el repertorio de esa noche. Spasiuk explicó que, aunque lo ha tocado en muchos lugares y lo grabó en su disco producido en pandemia, el tiempo limitado del festival lo obligó a priorizar otras piezas. A pesar de ello, agradeció que la obra resonara tanto en el público.

EL CHAMAMÉ COMO PUENTE CULTURAL

El artista subrayó el valor del chamamé como patrimonio intangible de la humanidad. Consideró que esta música no solo conecta a las personas con sus raíces, sino que también sirve como un puente para compartir la cultura de esta región con el mundo. “Es un festival que vale la pena vivir y cuidar”, declaró.

Spasiuk destacó la singularidad de la fiesta del chamamé, que se centra exclusivamente en esta tradición musical. Comentó que su carácter temático y la participación de artistas de diferentes países enriquecen la experiencia y la convierten en un evento único.

Para el músico, cuidar la fiesta del chamamé implica no solo mantener su esencia, sino también aportar contenido que la enriquezca. “La mejor manera de cuidarla es hacer la parte que le toca a cada uno”, afirmó, subrayando la responsabilidad compartida entre organizadores, artistas y público.

Spasiuk comparó su vida con un viaje que nunca termina. “Todos los días comienza y uno sigue buscando”, dijo, destacando que, aunque ha recorrido el mundo, siempre regresa a sus raíces para encontrar sentido y dirección.

CHAMAMÉ, EXPRESIÓN DE IDENTIDAD

El artista compartió cómo las experiencias de su infancia en el campo han moldeado su visión artística. Desde los rituales de su madre hasta los paisajes de su Misiones natal, estas memorias son una fuente inagotable de inspiración.

Describió el chamamé como una expresión de identidad que conecta a las personas con su historia y su comunidad. “Es la memoria que uno tiene que ejercitar sobre la historia de ese lugar del cual uno es”, afirmó.

El músico destacó la importancia de respetar al público y ofrecerle una experiencia significativa. “Quiero estar a la altura de mi relación con la gente”, aseguró, mostrando su compromiso con quienes disfrutan de su música.

Durante la rueda de prensa, también mencionó la colaboración con otros músicos como una forma de enriquecer su obra y mantener viva la tradición del chamamé, e hizo un llamado a la unidad para preservar y promover el chamamé. “Esta celebración nos convoca a todos de diferentes lugares”, dijo, destacando el poder de la música para unir a las personas.

Finalmente, el artista expresó su gratitud hacia el festival y el público. “Estoy muy feliz de haber compartido un poco de mi música en este marco”, concluyó, reafirmando su compromiso de seguir creando y explorando nuevos caminos.