(Por Alejandro Bovino*) Hace unos años Francisco González Cabaña viene trabajando silenciosamente en un proyecto que se fue concretando: crear una escuela correntina de pensamiento (ECP). La idea, por lo que sé, es inédita. Corrientes tuvo excelentes pensadores (Raúl Scalabrini Ortiz es uno de ellos) pero nunca antes conformaron un sitio común para pensar en Corrientes. Y va siendo hora. Si hay algo que a Corrientes le hace falta con desesperación es pensar y pensarse. Si leemos el cuadro de distribución del PBG de cada provincia en el PBI de Argentina, veremos que la producción de Corrientes aporta un flaco 1,3 % del total frente a Mendoza, que aporta un 3,8 % o nuestro vecino Entre Ríos un 2,5 %, la provincia de Buenos Aires un 32,3 %. Hice la comparación con Mendoza por las condiciones del suelo y climáticas. Todo es adverso en Cuyo. Cuentan con un suelo reseco, pocos ríos y pequeños que la provincia supo aprovechar por medio de dispositivos (acequias) que va distribuyendo el agua a medida que la ahorra para lo indispensable. En Corrientes tenemos una llanura fértil con los dos ríos más grandes del país flanqueando el mapa por tres bordes (Paraná en norte y oeste, Uruguay en el este). Contando con una cuenca de sedimentación fértil convertimos a la provincia en un gran potrero que se dedica casi exclusivamente a criar vacas y cebúes. Hay algo en nuestro razonamiento económico como sociedad que no funciona. Y hay algo en la sociedad como sociedad que tampoco funciona.
El pensamiento y el intercambio de criterios libres de toda coacción es un gran avance en esta recomposición de nuestra identidad y destino. Por eso, Francisco González Cabaña, Jorge de la Torre (Dr. en Ciencias Sociales por la Univ. de Guadalajara), Carlos Coria (Derecho), María Binetti y Sandra Maceri (Dras. en Filosofía por la UBA), Pablo Anzaldi (Prof. Ciencias Políticas) y yo nos integramos a este llamado a reunión para tratar de pensar Corrientes y el país y la sociedad y el mundo que nos toca en este desconcertante siglo XXI. No significa que todos pensemos lo mismo, nada de eso. El pensamiento es la llama rebelde que no se ajusta a cánones ni capillas. Justamente buscamos el disenso, porque en ese intercambio de razones y criterios racionales, radica el acercamiento a una conclusión que no esté muy lejos de la realidad que se analiza, que siempre está muy lejos del acomodado criterio común de la opinión pública que se adapta al consenso de la mayoría, siempre inclinada por intereses que no les son propios, pero que astutamente se les imponen desde la información, subrepticiamente. La educación formal (desde la primaria a la universidad) debería formarnos con espíritu crítico que sea capaz de tomar con sospecha todo el alud de informaciones, importantes y banales, que día a día nos abruman desde los medios, las redes y el boca a boca. Pero sabemos que no es así. La educación sigue siendo un modelo que se impone desde la autoridad docente al alumno que debe recibirla acríticamente. Eso nos convierte en masa, en robots que obedecen órdenes sin tener la iniciativa de cuestionar lo que nos bajan como mandato. Aceptamos, dóciles, unas cuantas tergiversaciones como si fuesen la verdad revelada. Ya es momento de despertar de ese ensueño histérico.
La realidad de la sociedad sigue avanzando. Si nos encuentra dormidos o divagando, nos pasará por encima. Y ya sabemos que aquello que aplasta la historia se convierte en escoria. Esa es la razón por la que en la ECP se hace necesaria. Pensar antes de actuar, no actuar si no sabemos qué es lo que estamos a punto de hacer. No hacer si no sabemos adónde nos llevará.
Aún falta un órgano de difusión que conecte a la ECP con la sociedad correntina en su integridad para evitar el aislamiento de ambas partes. Trato, desde este sitio que nos ofrece Momarandú, de difundir algunas preguntas y conclusiones.
¿Cómo es nuestra sociedad? ¿Cómo producimos y para qué? ¿Cómo es la distribución del suelo de la provincia? ¿Qué proyecto de Estado nos convendría? ¿Qué deseamos los correntinos/as y para qué? ¿Qué escala de valores mantenemos? ¿Cómo articulamos nuestra correntinidad con la nacionalidad?
Estas y muchas otras cuestiones están en debate abierto en la ECP.
*Buenos Aires, diciembre de 2024
talomac@gmail.com
