El defensor de los derechos de los jubilados y Defensor del Pueblo de la Tercera Edad, denunció la crítica situación que atraviesan los adultos mayores en Argentina, especialmente en lo que respecta al acceso a medicamentos.
Entrevistado por momaraudu.com, Semino analizó las medidas adoptadas por el gobierno nacional que modifican la provisión de medicamentos gratuitos a los jubilados, un tema que ha generado gran preocupación entre los sectores más vulnerables de la población.
MEDICAMENTOS GRATUITOS: ¿UNA MEDIDA OBSOLETA?
Semino señaló que la disposición de liberar el 100% de los medicamentos gratuitos para los jubilados no es algo nuevo, sino una medida que lleva más de 20 años implementándose.
El defensor de la tercera edad considera que, aunque la medida pueda parecer una solución ante la escasez de medicamentos, en realidad agrava aún más la situación de los jubilados.
Remarcó que los funcionarios no tienen en cuenta las consecuencias de estas decisiones, que afectan a personas que ya han aportado toda su vida laboral para asegurar sus derechos.
"Lo cierto es que el jubilado, que ha pagado durante toda su vida laboral por sus medicamentos, hoy se ve privado de ellos. Esta paradoja es incomprensible y profundamente injusta", expresó Semino.
Además, destacó que, si bien ha habido desmanejos y corrupción en el PAMI, lo que debe hacerse es castigar a los responsables y no hacer pagar a los jubilados por los errores del sistema.
LA CRISIS HUMANITARIA QUE NADIE VE
Semino también subrayó que el problema va más allá de los medicamentos. El aumento en los costos de vida y la inflación ha dejado a muchos jubilados en una situación de vulnerabilidad extrema.
"El mantener un inmueble, pagar un alquiler o adquirir lo básico para comer es prácticamente imposible para un jubilado", lamentó Semino. Según su perspectiva, esto ha llevado a una crisis humanitaria que, a pesar de ser denunciada, sigue sin recibir la atención adecuada.
El defensor insistió en la importancia de que la sociedad tome conciencia de esta problemática. "No es lo que le pasa a otro, es lo que nos pasa a cada uno de nosotros o lo que nos pasará en el futuro", advirtió, haciendo un llamado a la solidaridad y a la acción para evitar que más personas sigan sufriendo las consecuencias de la desprotección estatal.
LA MALA POLÍTICA Y MALA JUSTICIA EN LA VIDA DE LOS JUBILADOS
Semino también se refirió al papel de la política y la justicia en la crisis de los jubilados. En su opinión, las modificaciones legislativas son a menudo superficiales y no abordan las necesidades reales de los adultos mayores.
A modo de ejemplo, mencionó la reciente modificación a la ley que, aunque generó movilizaciones, pronto fue olvidada por los diputados. En este contexto, Semino advirtió que la política, lejos de resolver problemas, suele ignorar las demandas de los jubilados.
Por otro lado, el defensor mencionó que el sistema judicial también es lento e ineficaz, lo que agrava aún más la situación. A pesar de que existen miles de sentencias firmes que podrían beneficiar a los jubilados, muchas de ellas no se cumplen debido a la burocracia y a la falta de recursos.
EL SISTEMA ARGENTINO Y LA DESIGUALDAD SOCIAL
Semino concluyó señalando que el sistema argentino es profundamente desigual. Según su análisis, un pequeño porcentaje de la población sostiene a la mayoría, mientras que los jubilados y otros sectores vulnerables son los que más sufren las consecuencias de las políticas públicas deficientes.
"El 90% de la ciudadanía sostiene la vida de un 10% que está exento de estas dificultades", afirmó. Con un sistema de jubilaciones que privilegia a aquellos con cargos políticos y judiciales, Semino considera que la clase dirigente no es consciente de la realidad que enfrentan los jubilados.
El defensor de la tercera edad finalizó su intervención haciendo un llamado a la justicia social y a la necesidad de cambiar un sistema que, en su opinión, ha abandonado a quienes más lo necesitan.