(Por Jose Miguel Bonet*). Se supone que, si la corrupción encuentra su mejor caldo de cultivo en la funcion publica, ese debería ser uno de los grandes temas de preocupación cara a las elecciones que se celebren
Y que la honestidad personal de cada candidato debería ser uno de los requisitos más exigidos por los votantes de cualquier partido. Y, sin embargo, la experiencia demuestra que no es así. No está claro, por los resultados electorales anteriores, que la corrupción sea el motivo de una mayor abstención o que el partido más afectado sufra una pérdida notable de apoyos.
Quizá porque la polarización es tan grande que las personas con sesgo partidista deciden ser tolerantes con los casos que lo implican,Un corrupto hábil suele ser al mismo tiempo un hábil charlatán. Y una vez que le das poder a un charlatán nunca lo recuperas, decia Carl Sagan.
Por Jose Miguel Bonet desde Mburucuyá