El analista político opinó, entrevistado por momarandu.com, que el gobierno nacional no tiene urgencia en aprobar un nuevo presupuesto debido a las ventajas económicas que ofrece gobernar con uno prorrogado. Indicó que al utilizar el presupuesto anterior, el gobierno dispone de mayor flexibilidad para asignar recursos según su conveniencia y utilizar los fondos como herramienta de negociación política con las provincias y sectores opositores.
Indicó que al utilizar el presupuesto anterior, el gobierno dispone de mayor flexibilidad para asignar recursos según su conveniencia, especialmente en un contexto inflacionario que incrementa la recaudación.
Aseguró que esta estrategia permite al Ejecutivo maniobrar sin las limitaciones que impondría una ley de presupuesto y utilizar los fondos como herramienta de negociación política con las provincias y sectores opositores.
Fara, además, destacó los acuerdos y negociaciones entre el oficialismo y la oposición, como la posible vinculación entre el proyecto de "Ficha Limpia" y el nombramiento de jueces propuestos para la Corte Suprema.
Resaltó que el gobierno ha aprendido a manejarse pragmáticamente en el Congreso, bloqueando proyectos desfavorables y asegurando alianzas mínimas para avanzar en iniciativas clave, a pesar de su posición minoritaria, enfoque que le ha permitido al Ejecutivo resistir propuestas opositoras y mantener el control sobre la agenda parlamentaria.
- ¿Quiere o no quiere presupuesto el Poder Ejecutivo Nacional?
- La verdad es que en la Argentina, con el hiperpresidencialismo que tenemos, si un gobierno no tiene presupuesto, está bastante libre de manos para hacer muchas cosas que una ley de presupuesto no limitaría. Sobre todo tengamos en cuenta que, por ejemplo, si yo, el gobierno de la ley está terminando este año, 2024, gobernando con el presupuesto del año 2023. ¿Por qué? Bueno, en la transición no fue posible aprobar un nuevo presupuesto, porque es licenciado en el gobierno. Y entonces, como los valores son los valores del año 2023, y por supuesto hay mucha más recaudación por inflación, el gobierno, en este caso, ya no tiene nadie al tanto para asignar un montón de partidas. Y eso, mientras haya inflación, el año que viene va a suceder de vuelta, aunque haya menos inflación. Entonces, la verdad es que el gobierno no tiene ningún apuro por tener un presupuesto, mucho menos Milei que de alguna manera, es disruptivo en este sentido de las cuestiones institucionales.
- ¿Milei podría puede utilizar como herramienta política el año que viene con respecto a la obra pública nacional frente a los gobiernos provinciales?
- Totalmente así. Porque si yo no tengo presupuesto, le asigno a una provincia en función de cómo se alinee políticamente, como gobierno nacional tengo una herramienta de disciplinamiento político que, con el presupuesto, lo tengo que respetar. Al menos, digamos, el perjudicado podría ir a la justicia para pedir que se aplique la ley. Efectivamente, es lo que me parece que el gobierno, en esta circunstancia, lo que está buscando es tener manos libres para poder implementar o no cosas en función también de esta circunstancia electoral que usted menciona. Ahora, siguiendo con lo subjetivo.
ACUERDOS ENTRE EL OFICIALISMO Y A OPOSICIÓN
- ¿Hubo un canje entre ficha limpia y el pliego de Lijo entre kirchnerismo y el oficialismo para que esto avance en la Corte Suprema?
- Vamos a ver cómo termina, ¿no? Porque todavía hay muchos detalles en el medio a ver qué sucede. Pero, en principio, da toda la impresión que podría haber un plan canje de "Ficha Limpia", si, a cambio, el gobierno tiene el problema de la nominación de Lijo. Creo que parece imposible, que los dos propuestos para la Corte y para el gobierno sean aprobados. Entonces, desde ese punto de vista, está claro que hay una negociación. Aún cuando el proyecto de ficha limpia pudiese ser discutible si es aplicable o no a Cristina en esta circunstancia donde todavía le queda una instancia de apelación ante la Corte Suprema.
- Hablaban mucho de que algunos opositores, sobre todo cuando hablábamos con ellos la semana pasada, mencionaban que los expedientes , los proyectos, mejor dicho, o aquellos temas que le interesan realmente al Ejecutivo Nacional pasan en el Congreso. Es decir, lo que es el tratamiento y aquellos que hacen una valoración desde el punto de vista mediático, pero después en el Congreso a puertas cerradas tienen una postura totalmente distinta, finalmente no avanzan. Caso puntual, ficha limpia.
- Sí. Claro, claro, totalmente así, por supuesto. Y además, sumado a eso, el hecho de que aún cuando se constituyen algunas mayorías para votar proyectos que no le agradan al gobierno, está claro que el gobierno aprendió a construir por lo menos un tercio en la Cámara de Diputados como para así bloquear todo el proceso de que el Congreso no pueda voltear los ritos. Estas son dos oportunidades. Está claro que el gobierno ha tenido un aprendizaje de pragmatismo en ese sentido respecto a lo que ocurrió, además, desde el principio del gobierno en febrero cuando se cayó la ley ómnibus. En ese sentido, de vuelta, me parece que todo cierra para que el gobierno se maneje en una lógica de negociación que obviamente siempre le implicará resignar algunas cuestiones, teniendo en cuenta que hasta fines del año que viene el gobierno va a seguir siendo una minoría clara en el Congreso, y obviamente, puede recurrir a este tipo de situaciones de negociación.
CAPITAL POLÍTICO Y ELECTORAL
- ¿Es experiencia de Francos, el Jefe de Gabinete, o el círculo rojo del gobierno aprendió de política argentina?
- Creo que aprendieron, ¿no? Efectivamente, volvemos al punto, ¿no? La ley ómibus en febrero se cayó y después, digamos, hubo una votación en contra del Senado del ENEU, precisamente porque no se terminó de comprender cómo tenía que ser el proceso de convivencia con este Congreso. Me parece que, recordemos que el presidente, cuando se le preguntaba durante la campaña qué iba a gobernar y si no le aprobaron los proyectos, dijo, bueno, los voy a estrechar, voy a estrechar a la casta, voy a llamar a referéndum para que la gente diga, ya no los exponga, a los legisladores que están en contra de las reformas que yo quiero hacer. Bueno, finalmente, nada de eso ocurrió, el gobierno logró aprender a negociar con alguna mayoría particular, no muchas, la verdad, porque hasta acá, básicamente, de lo que intentaba el gobierno, se aprobó la ley de bases, el paquete fiscal y después la boleta única. Todo lo demás, digamos, fue una tarea de resistencia del gobierno frente a las iniciativas de la oposición.
- Anda girando el espectro político esta pregunta. ¿hay una necesidad mutua de Milei y Cristina para de captar la agenda política?
- Es un juego perfecto en el sentido de que ambos encuentran al antagonista ideal, el que está en el otro extremo de la opción biológica, y entonces, desde ese punto de vista, nos encontramos, digamos, claramente con una situación en donde el gobierno utiliza la figura de Cristina para sostener este antagonismo y, por otro lado, también decir que el gobierno muchas opciones de elegir antagonista tampoco tiene, porque lo es Cristina claramente. Es como figura política de la oposición, es la figura de mayor poder, de mayor definición, de mayor experiencia.