El economista entrevistado por momarandu.com confirmó la proyección de inflación de 20-25% para 2025, con un crecimiento económico del 5% anual. Resaltó que, tras un primer semestre recesivo, la economía comenzó a recuperarse, a la par de la recomposición del salario real y el consumo, y propuso avanzar hacia un modelo de arancel cero.
El economista especializado en Desarrollo Económico, Marketing Estratégico y Mercados, además, abogó por una economía libre y competitiva, y criticó por el proteccionismo que encarece productos y protege ineficiencias.
Actualmente la inflación está en 2.7% mensual. Algunos comparan esta etapa con la década del 80, mencionando temas como la "plata dulce". ¿Cree que existen similitudes o hay datos que no estamos viendo?
- No, creo que no tiene nada que ver. Quienes hacen esa comparación no comprenden lo que sucede actualmente ni lo que pasó en aquella época. En los años 80, por ejemplo, el gobierno militar dejó una deuda enorme y Raúl Alfonsín enfrentó una hiperinflación que terminó siendo un desastre total. Lo que ocurre ahora es completamente distinto. El gobierno de Milei tiene un programa con resultados muy positivos. El año pasado, la inflación fue del 211%, con precios y tarifas reprimidas, en un país que venía retrocediendo. Este año, hemos logrado reducirla significativamente, cerrando probablemente en un 115%, incluso ajustando tarifas por encima de la inflación. Esto significa que se están corrigiendo precios relativos, sobre todo en servicios básicos como transporte, agua, electricidad y gas en el AMBA. A pesar de estos ajustes, hemos bajado la inflación drásticamente, y la proyección para 2025 es de un 20-25% anual. Además, tras un primer semestre recesivo, la economía ha comenzado a crecer, con un ritmo proyectado del 5% anual para el próximo año.
Sectores más nacionalistas cuestionan la apertura de importaciones, la pérdida de empleos formales y el impacto en la industria local. ¿Esto podría afectar la recuperación que usted menciona?
- La economía argentina es una de las más cerradas del mundo. Lo que necesitamos es abrirla y promover el libre comercio. Países como los de Europa o los integrantes de la Alianza del Pacífico han prosperado con economías abiertas y aranceles bajos. Aquí, el proteccionismo sólo encarece los productos para los consumidores. Por ejemplo, armar un celular en Tierra del Fuego, transportarlo a Buenos Aires y luego distribuirlo por el país genera un costo extra absurdo. Tenemos que dejar de proteger ineficiencias y avanzar hacia un modelo de arancel cero para competir globalmente.
¿Qué hay de los impuestos internos? ¿Cómo competir con países cuyos costos laborales son más bajos?
- Es un punto crucial. La carga impositiva en Argentina es desmesurada. La clave está en reducir el gasto público, ya que esto permitirá bajar impuestos. Hoy enfrentamos un sistema plagado de privilegios, desde políticos hasta sindicatos, lo que genera despilfarro en todos los niveles: federal, provincial y municipal. Por ejemplo, los municipios cobran "tasas" que en realidad son impuestos disfrazados, como tasas de publicidad o de combustible, que no corresponden a un servicio real. También están los ingresos brutos, un impuesto cascada que encarece los costos en cada etapa de producción. Para fomentar el crecimiento económico, debemos reducir impuestos de manera urgente.
¿Y qué ocurre con el consumo? ¿Cree que puede repuntar en el corto plazo?
- Ya estamos viendo signos de recuperación. Indicadores como el Índice de Confianza del Consumidor mostraron un aumento significativo en octubre. Sectores como el agro y la minería lideran esta recuperación, aunque otros, como la industria y la construcción, están comenzando a despegar. También hay señales positivas en el sistema financiero. Los depósitos en dólares han vuelto a crecer, alcanzando niveles similares a los de 2019 antes de la fuga de capitales causada por el miedo al regreso del peronismo. Este tipo de indicadores reflejan mayor confianza y facilitan el acceso al crédito, que es esencial para reactivar la economía.
Mencionaba seguridad jurídica como un aspecto clave. ¿Cómo evalúa el avance en este frente?
- La seguridad jurídica es fundamental, y recientemente tuvimos una buena noticia: la confirmación de la condena a Cristina Kirchner. Es un paso importante porque, en Argentina, la corrupción va de la mano con la impunidad. Sin embargo, queda mucho por hacer. Uno de los mayores errores del gobierno fue la nominación de un candidato cuestionable para la Corte Suprema. Necesitamos jueces probos e independientes para fortalecer la justicia y garantizar un entorno seguro para las inversiones.