Corrientes, domingo 09 de febrero de 2025

Cultura Corrientes

“La Rosa de Oro ” teatro Musical _correntino en Asunción del Paraguay

06-10-2024
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“La Rosa de Oro ”  teatro Musical _correntiuno  en Asunici{ond el paraguay

   ( Por Alejandro Bovino Maciel).   Las restricciones culturales del siglo XX en Corrientes (la poca o nula difusión por parte de los organismos oficiales de cultura, el desconocimiento de los autores y artistas, el fomento especializado en las expresiones tradicionales que se repiten como clisés) consiguió aislar a los autores, escritoras y artistas del resto del país; salvo algún cuentapropista que se lanzó a Buenos Aires, Rosario y otros centros de los mercados culturales.

Por suerte en este siglo XXI las redes e Internet consiguieron romper esa cáscara de cristal que nos mantenía respirando nuestro mismo aire por los siglos de los siglos, sin que nada se renovara y todo se fuera fosilizando.

Hace tres años el Elenco Artístico Anástasis de Asunción del Paraguay hizo la puesta en escena de “La casa de la rosa plateada” (obra que pensáramos junto con Marta Quiles hace más de 30 años) con gran despliegue de escenografía, bailes, vestuario todo ambientado en esa zona de fronteras entre Corrientes, Brasil y Paraguay en el siglo XVIII. Cumplidas todas las funciones, el director de Anástasis, José Mazzó, me pidió seguir con una segunda parte de esta obra basada en la Revolución de los Comuneros de Corrientes.

Esa segunda parte se llama “La rosa de oro” y será estrenada el próximo 25 de octubre en Asunción, en el Teatro Latino de esa ciudad. ¿Por qué una obra ambientada en el siglo XVIII? Sencillamente, porque los reclamos populares siguen siendo los mismos: un centro de poder (Buenos Aires) y las demás provincias siempre postergadas y dejadas a la mano de Dios. Contar todo esto, los sufrimientos de la gente para cumplir con las obligaciones que imponen los poderosos, se puede hacer por medio del drama y la música, que dulcifica pero no abandona los reclamos legítimos.

En una de las canciones, las vecinas, por ejemplo, cantan esto:

Si vengo a buscar justicia

                            Dios sabe que no la tengo

                            ¿Por qué no le pido al juez?

                            Porque no le importa un bledo

                            Porque no le importa un bledo.



                            Desde que este mundo es mundo

                            El más fuerte nos aplasta

                            La espada de la justicia

                            La manejan los que mandan.



                            Ay corazón no me apures

                            que estoy contando mi historia

                            Ay corazón no te olvides

                            Que también tengo memoria



                            Usted sabrá disculparme

                            Desde ya le estoy diciendo

                            Que no es usted por quien voy

                            y tampoco es por quien vengo



Ando buscando mi sombra

                            Se me perdió al mediodía

                            y si se lleva mi alma

                            La necesita mi vida.

                            Y si me quedo sin alma

                            ¿Qué puedo hacer con mi vida?

Mucha gente piensa que un musical es una obra con partituras y letras tontas, que apelen a la felicidad, el amor, la dicha y todo como en una película de Doris Day. Pero no es así. Cuando prometí escribir esa segunda parte ya aclaré a José Mazzó que no iría por ese camino que Hollywood ya clausuró a fuerza de saturarnos con películas “románticas” y tan vacías de contenido como las de Luis Sandrini.

Creo que es importante dar a conocer esto: un correntino estrenando una obra musical sobre Corrientes, en Asunción del Paraguay. Sobre nuestra historia que es narrarnos nuestro pasado común con Paraguay y Brasil.

Esta aventura es un ensayo. Hablábamos con Esteban González acerca de la necesidad de una renovación estilística de nuestro chamamé. El chamamé tuvo, en los ‘70 y ’80 ese maravilloso Nuevo Cancionero pero los autores y músicos fueron desapareciendo y ese vacío se llenó nuevamente con la música maravillosa del chamamé malograda por letras improvisadas que siempre dicen lo mismo. ¿Qué alternativa le ofrece eso, frente al reggaetón, afrobeats, trap y Hip-Hop que devienen cada vez más superficiales y vacíos?

Creo que ya es hora de rejuntarse músicos y escritores para ofrecer la misma profundidad en la música que en lo que dice esa música con un lenguaje más cercano a la poesía. A la verdadera poesía: aquella que habla al alma sin intermediarios.



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