El gobernador de la Provincia, Gustavo Valdés, reafirmó ayer con un acto en el populoso barrio capitalino una clara intención de revitalizar el partido e insistió en que es momento de debatir liderazgos.
El mandatario pronunció un discurso en el marco de la campaña en la que posula su candidatura a la presidencia de la UCR Corrientes, distanciándose de las prácticas políticas que considera ajenas al espíritu de la UCR.
Afirmó que el partido radical “no se esconde bajo los escritorios de los jueces”, sino que se mantiene en constante movimiento, caminando el territorio y acercándose a la gente.
El mandatario llamó a la militancia activa y a la cercanía con el electorado se apoya en la figura histórica de Ricardo Balbín, uno de los referentes más emblemáticos del radicalismo.
En este contexto, Valdés insistió en que es momento de debatir liderazgos dentro del partido, advirtiendo a aquellos que intentan evitar los comicios internos, en alusión al ex gobernador Ricardo Colombi.
“Nosotros somos el partido de la democracia y vamos a votar en elecciones internas”, enfatizó, dejando claro que el radicalismo no teme a la competencia electoral. Esta referencia a los valores democráticos se contrastó con lo que él calificó como "chanchadas", prácticas corruptas y acuerdos a espaldas de la ciudadanía.
ADN RADICAL
Valdés también denunció los intentos de desestabilizar el gobierno provincial que lidera. Señaló que algunos correligionarios colaboraron con estos esfuerzos votando en contra de sus aliados en la Cámara de Diputados, buscando desviar el rumbo del gobierno. Esta denuncia apuntó, según sus palabras, a quienes buscan poner "de rodillas a los correntinos", en clara alusión a opositores internos y externos.
Valdés también agradeció al partido por el apoyo que le brindaron desde sus inicios en la política, recordando su militancia desde hace más de cuarenta años.
El radicalismo, afirmó, es parte de su ADN. Sin embargo, aclaró que su compromiso no es con las personas, sino con una ideología.
EDUCACIÓN PÚBLICA Y GRATUITA
Otro de los puntos centrales de su discurso fue la defensa de la educación pública y gratuita, una causa histórica de la UCR. Valdés hizo una referencia especial a la Franja Morada, el brazo universitario del partido, y condenó cualquier intento de desacreditar sus movilizaciones.
En este sentido, dejó en claro que la educación superior es uno de los pilares fundamentales del radicalismo y que no debe ser objeto de debate en Argentina.
Valdés recordó que desde los tiempos de Hipólito Yrigoyen y la Reforma Universitaria de 1918, la UCR ha luchado por garantizar el acceso a la educación pública a todos los sectores de la sociedad, en especial a los hijos de los trabajadores.
Según él, este fue un hito que marcó la historia del partido y un compromiso que sigue vigente hoy en día.
El mandatario no escatimó críticas hacia aquellos sectores elitistas que, según él, no desean que la educación sea accesible para todos. “Cuando nosotros vemos a los elitistas, no quieren universidades para la gente. Nos quieren brutos como pueblo para manejarnos como oveja”, sentenció. Esta afirmación conecta con una crítica hacia los sectores de poder que, en su visión, buscan impedir que el pueblo adquiera conocimiento y se empodere.
LLAMADO A LA UNIDAD
Otro punto relevante del discurso fue el reconocimiento al rector de la Universidad Nacional del Nordeste, Omar Larroza, por su compromiso con la educación pública. Valdés subrayó que la UCR tiene una mirada política clara respecto a las universidades y su rol como motor de igualdad social. En sus palabras, la educación pública no solo es un derecho, sino una herramienta fundamental para el desarrollo de la Argentina.
El discurso de Valdés, cargado de referencias históricas y un fuerte contenido ideológico, refleja la intención del candidato de revalorizar los principios fundacionales de la UCR.
Hizo hincapié en que el partido no negociará sus banderas, como la educación pública, y que seguirá luchando por los ideales que defendió en sus más de 100 años de historia.
Para finalizar, proyectó un futuro con renovados desafíos para la UCR, especialmente en la provincia de Corrientes. Anticipó que, tras las próximas elecciones internas y generales, habrá un nuevo gobernador y un nuevo intendente alineados con los pasos del radicalismo, dejando entrever su confianza en el poder del partido para seguir liderando en la provincia.