(Por Facundo Sagardoy) La artista visual, especializada en cerámica, visitó Corrientes para transmitir conocimientos sobre técnicas milenarias de la tribu tupy guaraní invitada por el Museo Arqueológico y Antropológico de Corrientes. En diálogo con momarandu.com, destacó la importancia de recuperar la mirada hacia la cultura guaraní desde el oficio cerámico y ofreció una obra de su propia colección al acervo en formación de Ñande MAC.
Frías relató cómo los museos han sido fundamentales para su aprendizaje sobre la cerámica guaraní, ya que no tuvo contacto con descendientes directos de los artesanos guaraníes.
Expresó que los museos no solo preservan el patrimonio arqueológico, sino que abren sus puertas a ceramistas contemporáneos para observar, aprender y revalorizar esas técnicas, y, en torno a su propia obra, a mantener viva la identidad cultural que se encuentra en la sangre y en la piel del pueblo del litoral sudamericano.
Recordó que la cerámica guaraní ha inspirado a artistas contemporáneos y destacó cómo muchos creadores han encontrado en la cerámica y la cultura guaraní una forma auténtica de expresión que los conecta con la naturaleza y su identidad.
Además, celebró la iniciativa de crear un museo específico para la cultura guaraní en Corrientes y expresó su deseo de donar una pieza de la Virgen de Itatí que modeló inspirada en el barro correntino, al Museo de Arte Contemporáneo de Corrientes, Ñande MAC.
- Juliana, es un placer tenerla. Muchos ceramistas vinieron a escuchar sus enseñanzas.
- Así es. La cultura guaraní está acá. La verdad que yo lo que hago es que la miremos con ojos de ceramistas. Que la miremos con ojos de ceramistas porque a todos los que hemos convocado son ceramistas o a personas que les gustaría empezar a trabajar con el barro del lugar. En realidad, lo que hago es recuperar esa mirada desde el oficio de la cerámica, desde la artesanía. Yo les decía a ellos, después de este taller que hemos estudiado, porque empezó con una charla que preparé sobre los guaraníes, sobre su cerámica específicamente, sobre todo lo que es la tecnología cerámica tradicional guaraní, que es maravillosa. Como toda la cerámica tradicional, nos enseña un montón, porque nos hace sentirnos parte del paisaje. Porque qué importante que nosotros podamos con el barro de nuestras orillas modelar piezas y hacerlas eternas a través del fuego. A partir de la cerámica, nosotros conocemos cómo vivían grupos que, no quedan descendientes de ellos que nos cuenten de su vida, de sus tradiciones. Hay mucha gente guaraní que sigue su lengua, su cultura, acá en Corrientes. El chamamé, se habla mucho el guaraní. Pero a veces, esa cerámica tradicional, antigua, que hacían estas maestras artesanas, es como que se fue perdiendo en el tiempo. No sabemos por qué. Sí podemos ver sus tejidos, sus tallas en madera, más en la parte de Misiones, pero por ahí no vemos mucho de la cerámica. Sabemos que la cerámica tiene un proceso que es más lento, que es de más tiempo, ¿no es cierto? Y entonces yo siempre digo que, no sé, me pasó a mí, que yo vengo de Santa Fe, pero nací en Concordia, en Entre Ríos. Entonces me siento gente de río, ¿no es cierto? Y toda la gente de los ríos tenemos algo en particular que nos une, ¿no? Entonces siempre me interesó estudiar, ir hacia atrás y preguntarme quiénes habitaron esta zona. Desde que me dediqué a la cerámica, que es algo que me apasiona desde chica, jugar con el barro, pensar quiénes fueron los primeros artesanos ceramistas y qué hacían, cómo lo hacían. Y eso es lo que me gusta transmitir. Entonces me dediqué a investigar. ¿Y dónde encontré eso? Como yo en ese momento no tenía la posibilidad o no tuve ningún artesano descendiente directo de estos pueblos originarios que me enseñara, porque, viste que esto se enseña por tradición, uno recurre a los museos. Por eso me parece fundamental el papel del museo.
LA CULTURA GUARANÍ Y LA CERÁMICA
- Juliana, quisiera destacar tu experiencia en sí, las técnicas que transmites, sin embargo, ¿qué encontraste en Corrientes? Aquí junto, a unos pasos, pueden verse urnas funerarias de mil años de antigüedad, un trabajo arqueológico y antropológico de rescate que viene de los bajos de Yacyretá, una de las cunas de la cultura guaraní para esta parte del mundo.
- Me puse los guantes, y se abrieron las vitrinas para que yo pudiera tocar y sacar fotografías, porque, como te decía, yo estudio mucho toda esta cultura y para mí esas piezas son maestras, me enseñan observándolas. Como ya soy ceramista de muchos años, que manejo el oficio, puedo verlas desde ese lugar y sentir cómo fueron levantadas rollo por rollo. Y, viste, esa textura que tienen, donde vemos cómo trasladan el material y queda la huella, porque ahí está su dedo pulgar o su dedo índice que va marcando el ritmo y es maravilloso. ¿Qué pasa? A veces muchos desconocen eso porque lo ven de otra manera, ¿me entendés? Entonces, para mí, me parece muy importante este museo, como tantos otros museos, que protegen y guardan estas piezas que fueron encontradas por arqueólogos, estudiadas, datadas, como vos decís, de más de mil años hasta dos mil años, de un grupo que fue tan expansivo, porque viene de Brasil, pasa por Misiones, Corrientes, Paraguay, llega hasta el delta del Paraná. Porque yo soy de Santa Fe y también hay vestigios de cerámica guaraní en Santa Fe, en Entre Ríos y hasta en la zona del río Uruguay, cerca de Concordia, por ahí donde yo nací. Entonces, para mí es maravilloso que un museo abra las puertas, no solo para mostrar el patrimonio que lo cuida, sino para generar otras actividades como estas, de recuperación y dar, digamos, una mirada a cómo se hacían esas piezas y que vengan ceramistas, no solo de acá de Corrientes, porque han venido de otras ciudades cercanas, para poder observar estas piezas, ¿no es cierto?, y ir aprendiendo más de sus técnicas. Pero para después recrearlas, porque no es la idea copiar, porque esto ya pertenece a un grupo, a una cultura. Lo que nosotros hacemos es valorarla y tomarla como que es parte nuestra, de nuestra identidad cultural. Está en nuestra sangre, está en nuestra piel, está en nosotros y nos puede servir de motivación e inspiración, tanto en el arte como en la artesanía.
- ¿Qué opinas, Juliana, de esta permeabilidad que hay de la cultura originaria, ancestral, hacia las artes contemporáneas, hacia el arte visual contemporáneo? Sin ir más lejos, en tu grupo se encuentra la ceramista Mónica Frette, recientemente premiada con una residencia en Maldonado, Uruguay, que otorga la Asociación de Amigos del Museo de Arte Contemporáneo Ñande MAC, junto con el Instituto de Cultura.
- Es una cuestión muy evidente, cómo los artistas contemporáneos se vuelcan a la cerámica y al llegar a la cerámica se vuelcan hacia la cultura guaraní. ¿Qué opinas de que eso ocurra en cuanto a espacios, digo, de arte para la cultura originaria? Hay una necesidad, en realidad, no solo de los artistas, sino de todas las personas, del ser humano, al retorno a la naturaleza. Nos pasó cuando nos encerraron con la pandemia que empezamos a valorar mucho más nuestro entorno, nuestra vida, el sentido, ¿no es cierto? Y entonces yo creo que los artistas, que son personas muy sensibles, no digo que otros que no sean artistas no lo sean sensibles, encuentran en la tradición y en el barro una manera de expresarse muy auténtica, ¿no? Y de ligarse con su paisaje y con su identidad, con su historia. Porque, bueno, no en vano todos los mitos, o en general la mayoría de los mitos, hablan de que el hombre fue creado del barro, ¿no? Entonces, acercarnos al barro es acercarnos a nosotros mismos, es conocernos más. Acercarnos a nuestros orígenes, a nuestra identidad, es conocernos mucho más a nosotros mismos. Entonces, yo creo que el arte ha encontrado en estas culturas una mirada nueva, pero que no es nada más ni menos que reencontrarse el artista con él mismo.
EL VALOR DE LOS MUSEOS
- Se viene una posibilidad también para Corrientes, en materia de museos, de tener próximamente un museo de la cultura guaranítica en específico. Mucho del trabajo que se está haciendo en el Museo Arqueológico Antropológico tiene que ver con esa tradición de museos que inauguran museos. ¿Qué opinas al respecto?
- Me parece maravilloso. Me parece algo que es muy importante porque tenemos toda esta historia, digamos, toda esta prehistoria y esta preexistencia de estos grupos acá en Corrientes, y no solo en esta zona, en Santa Ana, en Itatí. Yo llegué en el 2013 a Corrientes por el Fondo Nacional de las Artes a Itatí a hacer un taller de recuperación de técnicas tradicionales cerámicas. Por eso estudié mucho lo que son los guaraníes en Corrientes y a mí me parece que es fundamental destinar un espacio para los guaraníes en Corrientes.
- ¿Cómo llega este encuentro con ceramistas en Corrientes, de toda la región, en tu vida, en tu carrera, en tu obra personal? ¿Hacia dónde se dirige?
- Bueno, yo tengo más de 30 años de oficio en la cerámica y parte de mi obra, desde mis inicios, siempre fue motivada e inspirada por lo que son las técnicas tradicionales. Claro que resemantizando esas técnicas en mi trabajo artístico. Pero además, tuve esa bendición de poder entrar a trabajar en un taller municipal, el Taller de Cerámica Artesanal de la Guardia en Santa Fe, donde se trabaja con la arcilla local porque la tenemos ahí muy cerquita, a menos de un kilómetro, y la buscamos. Entonces, a mí me ayudó mucho trabajar en ese taller porque tuve que empezar también a investigar sobre todas estas culturas ribereñas, lo que Serrano llamó ribereños plásticos o lo que denominan ahora los arqueólogos Goya-Malabrigo. Yo también estoy muy abocada al estudio de estos grupos.
Entonces, para mí, estos talleres son contagio. Contagio el espíritu, el estímulo y las posibilidades que tenemos sin copiar. Porque yo quiero remarcar esto. Nosotros estamos haciendo una investigación donde replicamos las técnicas, pero la idea es plantarnos con una nueva propuesta que respire esto, que lo tenga en esencia, pero que estemos proponiendo algo de nuestro tiempo, con mucho respeto, integrándonos a nuestro paisaje, a nuestra historia. Entonces, para mí, estos talleres los hago de vocación. Quiero contagiar eso.
GRATITUD, EL BIEN MAYOR
- Juliana, la coordinadora del Museo Arqueológico Antropológico giró una fotografía de una obra de un ángel, de arte sacro, ¿Es una obra tuya?
- La verdad que no sé, pero yo, cuando estuve en Itatí, que me mandaron del Fondo Nacional de las Artes, viste que se hace una fiesta muy grande de la Virgen. Yo dije: "acá es un lugar para trabajar también la imaginería religiosa, pero en cerámica", porque muchas veces vemos la imaginería religiosa en madera, talla en madera, o ahí vemos mucho yeso, muchas cosas, y yo siempre… Entonces yo empecé a modelar. ¡Ah! No, ya sé lo que viste. Perdón, perdón. ¡Sí, lo es!. Le regalé un relieve con un ángel, la templanza, porque al empezar a trabajar con la imaginería religiosa, uno empieza a trabajar lo que se llama los arquetipos. Los arquetipos de las vírgenes, de los santos. Pero en un momento, a mí me encargan el loco, que es un arquetipo, que es un arcano del tarot.
Justo cuando estaba empezando a trabajar con los arquetipos religiosos, yo dije: "¡Wow! Esto tengo que trabajarlo también". Y empecé a trabajar los arcanos del tarot en su parte simbólica. Entonces ese relieve es la templanza.
- ¿Esa obra quedaría para el acervo del museo o es un regalo para su colección?
- Es un regalo personal para Marisol, porque yo te contaba que este museo abre las puertas. No todos los museos tienen una política de abrir las puertas a que hagamos experiencias de este tipo u otras cosas. A mí me ha tocado, en Santa Fe, tener esa misma predisposición desde el museo onográfico o el museo de sitios de Callasta de poder entrar al museo, trabajar con las piezas del museo, con alumnos y demás. Entonces, me pareció una persona muy abierta, muy inquieta. Entonces, yo traje un obsequio. Y como yo estaba trabajando esa serie de relieves, como también los trabajo en figuras y demás, es un obsequio que le hice particularmente a Marisol.
LA CERÁMICA Y EL ARTE CONTEMPORÁNEO
- ¿Dónde podemos ver tus obras en particular? Y, por otro lado, ¿qué opinas sobre la propuesta que la viene virtiendo en las Ferias de Arte Contemporáneo, Richard de Itatí: a través del arte sacro, recuperar la cerámica y dejar de lado un poco el yeso, para poner delante a la arcilla tradicional guaraní.
- Me parece bárbaro. Me faltó nombrártelo porque cuando yo vine a Itatí, paré en la casa de Richard, porque Richard era como la persona que organizó, junto con el Fondo Nacional de las Artes, que se haga esta recuperación de técnicas. Y tanto Richard como Lupicia, que está acá con el caldero, y Panter, Jorge Alegre. Ellos estuvieron en ese momento en Itatí cuando yo estaba dando los talleres de cerámica guaraní y, justamente con Richard, yo hablé de este tema de que me hubiera gustado volver y dar imaginería religiosa en barro. Para mí es maravilloso, después de 10 años, ver a Lupicia, a Richard, a los chicos de nuevo, que siguieron enganchados con el barro, y humildemente ese es mi oficio: despertar eso. Y lo desperté hace 10 años atrás y lo voy a seguir despertando donde sea. Tengo muchos años de docente en la Escuela de Arte. Como te digo, en este taller de Cerámica de la Guardia, fui la primera en Santa Fe de llevar a mis alumnos a buscar el barro a la orilla, porque lo compraban en los negocios, y mi trabajo lo vas a ver en mi Instagram o en el Facebook; tengo ahí todo siempre lo que voy haciendo.
- De esto de transferir conocimiento, de estar juntos, de crear comunidad en torno a la transferencia de una técnica, los artistas saben mucho, también saben mucho de cómo constituir espacios para la cultura. En esa línea, Corrientes está formando el Museo de Arte Contemporáneo Ñande MAC. En su acervo ya hay cerámicas de Desiree de Rider, de Ofelia Fismasn, pero este museo tiene una característica: gracias al ejemplo de su fundador, el artista y coleccionista Luis Niveiro, su acervo se está formando con donaciones de los artistas. ¿Qué opinás de que eso ocurra?
- Me parece bárbaro. Yo he donado muchísimas obras y fíjate vos, no sabía que estaba este museo. Cuando estuve en Itatí, modelé la Virgen de Itatí, la tengo en mi santuario, porque yo tengo mi santuario. Así que estaría bueno donar esa Virgen de Itatí para el acervo de este museo. Próxima vez que venga a Corrientes, voy a venir con la Virgen de Itatí. Me parece bárbaro que sea así. En algún momento también habrá que comprar obra de artistas, ¿no es cierto? Pero yo creo que es importante ir dejando nuestro trabajo en lugares que nos han motivado, por ejemplo, que nos dan… A mí Corrientes fue muy importante venir hace 10 años atrás a Itatí. Me gusta trabajar con el barro del lugar; el barro de acá, bueno, todas las orillas del Paraná y del Uruguay tienen barro buenísimo. Y, bueno, me inspiré mucho en la Virgen de Itatí y la tengo modelada. Próxima vez que venga, si aceptan la donación, les voy a donar esa pieza.