La patóloga pediatra explicó, entrevistada por momarandu.com, abordó la situación actual de la viruela del mono y el COVID-19, y advirtió que en Argentina, el primer caso importado de viruela del mono evolucionó en transmisión comunitaria.
La especialista recordó que a diferencia del subtipo 2 del virus, que fue el primero en detectarse en 2022, el subtipo 1B que actualmente circula en África ha registrado un incremento del 167% en los casos y es más mortal, especialmente en niños pequeños, y remarcó que la transmisión ya no se limita a relaciones sexuales, sino que puede ocurrir a través del contacto cercano.
Por otra parte, la especialista alertó que en Argentina, la baja utilización de preservativos entre jóvenes de 15 a 25 años es preocupante y se asemeja a la situación inicial del VIH.
Enfatiza la necesidad de medidas preventivas y afirmó que en el Reino Unido ya se ha comenzado a adquirir vacunas contra la viruela del mono.
- En cuanto a viruela del mono, Argentina ya había reportado su primer caso importado. Ahora, los casos están aumentando exponencialmente. ¿Podría explicarnos si ya se puede considerar que existe transmisión comunitaria en el país?
- Sí, el aumento de casos es notable. Lo que está ocurriendo ahora en Argentina, y en general, es la transmisión comunitaria. En 2022, el brote inicial era del subtipo 2 de la viruela del mono, el cual era menos agresivo en comparación con el tipo 1B que circula actualmente en África. Este último ha visto un incremento del 167% en los casos y tiene una mortalidad de aproximadamente 6.7 por cada 100,000 personas, siendo más letal en niños pequeños. Además, la transmisión ya no se limita a través de relaciones sexuales, sino que también puede ocurrir por contacto cercano, como un beso en la mejilla.
- En Argentina, hemos observado una baja utilización de preservativos entre los jóvenes de 15 a 25 años. ¿Podría comentar sobre el impacto de esta situación y las medidas preventivas necesarias?
- Es preocupante, y la situación es similar a la que se vivió con el VIH al principio. La prevención es clave, y el Reino Unido ya ha comenzado a adquirir vacunas para estar preparados. En África, se necesitan diez millones de dosis de vacunas, pero actualmente solo hay disponibles 200,000. Además, es esencial que se priorice la ayuda a África para evitar la propagación global.
- ¿Cómo se está manejando la situación a nivel mundial y en África en particular?
- El enfoque debe estar en África, donde el laboratorio danés puede fabricar dos millones de dosis adicionales, pero se requiere financiamiento. Es importante que los países que tienen recursos ayuden a África en lugar de acaparar las vacunas disponibles. Además, el análisis y la vacunación de los profesionales de la salud son cruciales. En el Reino Unido, se están implementando medidas similares a las del COVID-19 para proteger a los trabajadores de la salud.
- En relación con el dengue, ¿cuál es su opinión sobre las políticas de vacunación actuales en Argentina?
- La vacuna contra el dengue se recomienda para personas de 4 a 60 años. Sin embargo, el gobierno argentino ha limitado la vacunación hasta los 60 años, lo cual es preocupante dado que la mortalidad por dengue es mayor en menores de 5 años y mayores de 70. Es necesario revisar y ampliar el rango de edad para incluir a los mayores de 60 años y reforzar las medidas de prevención.
- Finalmente, ¿qué puede decirnos sobre la situación actual del COVID-19 a nivel mundial?
- El COVID-19 llegó para quedarse. Aunque la variante Omicron tiene una letalidad baja, los brotes continúan y pueden ocurrir en cualquier época del año. Se recomienda a las personas mayores y a aquellas con condiciones de salud preexistentes que se vacunen anualmente. Además, se han descubierto nuevos tipos de coronavirus en animales, por lo que es esencial mantener una vigilancia epidemiológica constante y continuar con el desarrollo de vacunas y tratamientos.