Ediciones De La Paz (Resistencia) viene preparando la publicación del Diccionario Nocturno 2, libro original de los autores Amanda Pedrozo (Directora del Diario Popular de Asunción del Paraguay) y Alejandro Bovino Maciel.
El texto que sigue es el prólogo de la obra:
Hace dos años yo mismo había prologado el Diccionario Nocturno 1, obra original de Mabel y Amanda Pedrozo y Alejandro Bovino Maciel. En este lapso falleció Mabel, me informan. Siguen el rumbo de este diccionario Amanda y Alejandro.
En el primero, las definiciones psicoanalíticas, tanto kleinianas como lacanianas podrían rastrearse con cierta facilidad.
En este segundo tomo hay más contenido y de más variada experiencia: no rehúyen la psicología, la sociología, la ciencia política (si acaso existe, dados sus resultados prácticos fallidos) la antropología, la historia pero por sobre todo, la mirada posmoderna de estos deconstructores seriales que son Amanda y Alejandro.
¿En qué se basan las premisas posmodernas? En el fracaso de los discursos hegemónicos.
¿Qué propone el posmodernismo? Demoler y disolver las convicciones casi fanáticas de los discursos de las disciplinas que, con el rótulo de “científico”, pretendían clausurar las convicciones sobre determinados temas. La horda posmoderna viene a disolver esta pretensión de verdad absoluta, amparada en criterios técnico/científicos cuyos fundamentos epistemológicos están “flojos de papeles” como se acostumbra decir hoy día.
Todos los discursos entraron en una fase de eclipse porque la luz del escepticismo corrosivo opacó esa verdad rigurosa que no admitía réplicas ni dudas.
Amanda P. y Alejandro B.M., pica en mano, nos instigan a revisar las definiciones apodícticas del diccionario. Por ejemplo, ¿es verdad que el amor (Diccionario de la RAE) es “el sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegre y da energía para convivir, comunicarnos y crear”?
El ácrata de Alejandro B. M. nos dice —en la entrada ‘Amor’— “Con el amor queremos entregar lo mejor a cambio de lo peor que somos, pero terminamos entregando lo peor a cambio de lo mejor”. Vemos que tampoco miente. Si la lógica escolástica decía que 1 y 2 no podían ser ambos verdaderos (ya que hay contradicciones entre ambos) la lógica posmoderna nos dice que pueden ser verdaderas ambas definiciones y hasta una tercera y cuarta.
En la misma entrada arremete Amanda P. para decirnos que el amor es: “Modo involuntario de hacer que florezca el alma, desde los ojos o los oídos (casi nunca ambos). La música del corazón —recuerden al Flautista de Hamelin— lleva a ese sitio adonde solo pueden entrar las almas que se dejan bruñir a fuego, como las espadas”. Girando el concepto, ya nos tiene involuntarios, siguiendo una música que nos lleva a la tierra prometida donde solo acceden las almas que pueden soportar lo peor, y seguir vivas después de esa ordalía.
Hay una profunda psicología en el repliegue de cada una de las frases. Los autores no rehúyen el terso y arriesgado terreno de la filosofía ni la metafísica: Amanda P. evoca el Azar: “Hados benignos y malignos, tanto en la vida como en los naipes. Donde la voluntad se rinde ante lo inesperado, y, a ratos, hasta disfruta del descanso”.
La voluntad es la clave. El núcleo donde asumimos nuestras decisiones que preceden por un segundo a nuestros actos, pero que sucumbe ante el fogonazo de lo inesperado que la paraliza. Inmovilizada por esa sorpresa, a la voluntad solo le queda dejar hacer y tal vez, hasta disfrutar ese recreo. ¿Qué nos dice Alejandro B.M. sobre la voluntad? “Sócrates, según Platón, enseñó que el bien es idéntico a la verdad, y se impone a la voluntad. Y entonces, maestro Sócrates, ¿por qué pulula el mal?” Alejandro B.M. nos presenta una aporía, un camino sin salida. Si la verdad es el bien y se impone a la voluntad, ¿por qué abundan el daño, la maldad y los vicios en el mundo? O es equívoco el juicio de Sócrates, o es falsa la percepción de la realidad.
La indagación de este Diccionario Nocturno radica en la semántica, en el significado profundo que cada significante nos presenta como desafío.
El lector hasta aquí pensará que este Diccionario Nocturno 2 es un libro solemne, lleno de citas eruditas, pero no es así. Por todo el texto está acechando el humor, la ironía y el sarcasmo. Mucho tiempo, adocenados, hemos creído que el diccionario es un devocionario donde se deposita la verdad. Todo en el mundo cambia, continuamente. Y tal vez esas definiciones en las que hemos depositado nuestra fe ya estén caducas. Este libro revulsivo viene a sembrarnos la duda, amablemente, con humor, con inteligencia y sin pizca de diplomacia social.
JOSEPH L. ESTRADHA BRENNER-ZIEL
Director of Dep. Filological Studies, Roman and
Lacanian Psychoanalysis.
Consultation of Psychoanalytic Society of
Eskimo Studies of West Laponia.
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Alejandro Bovino
talomac@gmail.com
