El especialista en comunicación política analizó en diálogo con momarandu.com el protagonismo del presidente Javier Milei en las negociaciones con el Congreso. Su relación con los gobernadores y la dependencia de la polarización con el kirchnerismo para desviar la atención de los problemas económicos.
El analista observó que tras la última sesión de la Cámara baja la postura de algunos sectores de la oposición ha generado controversia, como fue el caso del bloque radical que cambió su postura respecto a una ley para los jubilados.
Indicó que estas contradicciones, sumadas a la volatilidad de la opinión pública, reflejan una política de negociaciones poco claras por parte del oficialismo que, a la larga, podrían tener un costo político importante para el gobierno en futuras elecciones.
- Lo que sucedió en el Congreso de la Nación: el sostenimiento del veto por parte del Ejecutivo Nacional. Y lo que más nos llama la atención y queríamos analizar un poco es que fue el propio Javier Milei quien se puso a la cabeza de las negociaciones, independientemente de que los acuerdos sean espurios o no.
- Sí, así es. Es algo que el propio Presidente había anunciado, que se iba a dedicar a ponerse al frente de la negociación política. Él dijo en alguna entrevista que, si en los primeros meses le prestó más atención al tema de la economía, puntualmente a la inflación, luego de algunos tropiezos en el Congreso vio la necesidad de ponerse al frente de las negociaciones políticas. En el Senado tiene a la Vicepresidenta, con la cual tiene cortocircuitos importantes, y en la Cámara de Diputados tampoco están contentos con la presidencia de Martín Menem ni con la presidencia del bloque. Todos sabemos que tienen una absoluta minoría en el Congreso, por lo que hacía falta otro tipo de pericia para conseguir las mayorías necesarias. Creo que también hubo una estrategia del PRO, de Mauricio Macri y demás. Sus diputados votaron a favor de cierta recomposición con los jubilados y después Macri salió a apoyar el veto. Me parece que lo que hizo el expresidente fue elevar un poco el precio y tratar de negociar, aprovechando las falencias que ve en el Gobierno.
- Y eso también es parte de lo que quedó tras el resultado del Congreso: una oposición debilitada y un sector cercano al Gobierno, como el radicalismo, que presenta las mismas debilidades que el PJ. Hay un fortalecimiento del oficialismo.
- Sí, no tienen mayoría, pero están sacando las leyes que quieren, aunque el paquete de leyes es mucho menos ambicioso de lo que querían originalmente. Algunos reveses en el Congreso los vetan, y no tienen problema en decir que seguirán vetando todo lo necesario. Están jugando con un crédito que tienen de un pasado reciente de insatisfacción ciudadana, aunque ese crédito está cada vez más limitado. La situación con la inflación también es compleja y no parece fácil de controlar, por lo que habrá que ver qué pasa con una opinión pública volátil que, por ahora, les da margen para seguir gobernando.
- Y como bien marcabas, lo que más llamó la atención fue el bloque radical. Hace 15 días hacían un alegato a favor de los jubilados y ahora, tras una foto con el presidente, votan en sentido contrario.
- Sí, exactamente. Lo mismo pasa con los gobernadores. Cuando las negociaciones son uno a uno, todo se convierte en un “toma y daca”. Aunque no debería sorprendernos, porque la negociación política siempre ha sido así, en este caso las cosas no están claras.
- Mencionaste lo volátil que es la opinión pública. A la sociedad argentina no le gusta ver a sus abuelos gaseados o lo que pasó con los estudiantes. Creo que el costo político, en eso apunta la oposición.
- Sí, exactamente. Por veto y por decreto. Hasta ahora les ha dado cierto resultado, pero jugar con la represión en la calle es delicado. Muchos lo ven favorable, cansados de los cortes de calle, pero cuando se cometen errores, como lo que pasó con los jubilados y esa niña gaseada, la gente puede empezar a ver que se les va de las manos.
- En el sector privado, la caída del empleo es muy fuerte y, junto con la inflación, ha comenzado el tema de los despidos.
- Sí, el empleo privado está marcando la pérdida. No se ve reactivación y eso refleja la caída de la producción.
- ¿Crees que Franco fue relegado y Karina Milei sigue buscando un espacio para 2025?
- Sí, Franco ha perdido poder y las negociaciones ahora pasan por Javier y Karina Milei. Incluso hubo rumores de que Patricia Bullrich podría ser jefa de gabinete. Se están midiendo las fuerzas dentro de las negociaciones.
-Un dato importante es que Milei, quien se presentaba como un opositor a la "casta", ahora necesita recurrir a las mismas tácticas de la política tradicional.
- Exactamente, y eso será clave para ver cómo lo codifica la gente. Ese era un diferencial que tenía hasta ahora.
-Y en ese contexto, ¿crees que la pelea con Cristina Kirchner fue una distracción para tapar los datos de pobreza?
- Sí, a Milei le conviene polarizar con el kirchnerismo. Fue una estrategia para desviar la atención de los problemas económicos, y también le sirve a Cristina para reposicionarse.