El economista y analista político dialogó con momarandu.com sobre los primeros meses de la gestión de Javier Milei. Indicó que la ley de movilidad jubilatoria debería abordarse desde una perspectiva política y económica más profunda. Consideró "irresponsable" y "demagógica" la aprobación dada por el Congreso a la medida que urgen los jubilados en todo el país, y calificó urgente retomar la discusión sobre cómo evitar la quiebra del sistema previsional en todo el país.
El analista afirmó que Argentina ha sido el único país que ha quebrado dos veces su sistema previsional de reparto estatal. La primera quiebra, recordó, ocurrió en 1988 durante la presidencia de Alfonsín, y la segunda, en 2008, cuando se resucitó el sistema anterior, repitiendo los mismos errores que llevaron a su colapso inicial, demostrando una falta de aprendizaje en la gestión de estos fondos.
Dijo que uno de los principales problemas del Congreso es la aprobación irresponsable y demagógica de aumentos en el gasto público sin discutir previamente con los órganos ejecutivos cómo se financiarán dichos gasto, lo cual ha llevado al endeudamiento del país, cesaciones de pago, y un empobrecimiento generalizado debido al aumento de la inflación.
Calificó urgente una discusión profunda sobre cómo evitar la quiebra total del sistema previsional, y recomendó que las decisiones sobre el sistema no solo busquen mejorar las condiciones de los jubilados actuales si el país mejora, sino que también asegurar de no repetir los errores que llevaron a la crisis de los años 80.
- Pasando ya unos meses desde la gestión de Milei, se aceleró el aumento de algunos precios, sobre todo en el rubro mayorista y está el debate de la reforma jubilatoria.
- Lamentablemente, Argentina es el único país del mundo que ha quebrado dos veces un sistema previsional de reparto estatal. La primera vez se declaró la quiebra, no es que no haya quebrado, en 1988, con una ley del presidente Alfonsín, que ya había recibido quebrado, pero bueno, terminó de quebrar. Y ahora nuevamente tenemos la banda resucitada ya por 2008; tenemos nuevamente este mismo sistema de reparto también quebrado, y básicamente por hacer las mismas cosas que se hicieron para quebrar el otro, lo cual claramente muestra que no hemos aprendido nada.
- ¿Y qué son esas cosas que hemos hecho para quebrar dos sistemas previsionales?
- Pues justamente lo que hemos visto en estas semanas: una discusión irresponsable y demagógica sobre qué hay que hacer para recuperar los ingresos de los jubilados. En un país serio, cuando en la legislatura se discute cómo se va a aumentar un gasto, al mismo tiempo se discute cómo se lo va a financiar. Es decir, ¿a quién le vamos a cobrar más impuestos o a quién le vamos a cortar un gasto? De esa forma, queda todo bien armado, porque quien obtiene el beneficio político del gasto, también tiene que pagar el costo político de decidir cómo lo va a financiar, a quién le va a sacar esos recursos.
-Pero acá en Argentina lamentablemente, y esa es la historia...
- Lo que siempre se ha hecho en la legislatura es aprobar cuánto gasto quieren hacer, con total irresponsabilidad y demagogia, y después pasarle el costo político al Poder Ejecutivo, que obviamente tampoco quería pagarlo. Entonces, una de dos: o el país se endeudaba y terminábamos en cesación de pagos, con toda una reestructuración de deuda y sin crédito, o se perdía la plata si no había crédito del Banco Central, hasta que se quebraba el Banco Central y lo terminábamos pagando todos con empobrecimiento y más impuesto inflacionario. La verdad es que eso no puede ser así.
-¿Qué se debería hacer?
- Claramente, si tenemos un sistema previsional que han logrado quebrar por segunda vez, como ya dije, esto es un "mérito" a nivel mundial, lo que debería haber hoy es una discusión profunda sobre cómo vamos a hacer que este sistema previsional, no solamente en la medida que se pueda le pague a los jubilados actuales un poco más si al país le va bien, sino también cómo vamos a hacer para que no quiebre tan absolutamente como lo hizo allá por la década del 80, cuando nuestros abuelos, a pesar de haber aportado mucho, terminaron cobrando miseria.
- ¿El veto es una decisión, más allá de que el ámbito fue político, económica?
- Y, claramente, también política. Porque lo que no está sucediendo es que tengamos una legislatura que sea responsable. Si alguna vez vamos a tener un país serio, mañana se aprobará otro gasto, y continuaremos financiando la revuelta con la maquinita, y entonces...
- ¿Eso nos llevará al mismo problema de siempre?
- Así es, continuaremos teniendo más de estas situaciones. No basta con tener un gobierno que decida equilibrar el gasto con los ingresos, necesitamos asegurarnos de que no vamos a terminar con nuevas superinflaciones o cesaciones de pagos. También hay otros poderes en una república, en este caso el Poder Legislativo, que, como estuvimos viendo, tiene la capacidad de aumentar gastos.
- Pero, ¿cómo se financiarán esos gastos?
- De la misma forma que si el gobierno nacional decidiera aumentar el gasto, debería decir cómo lo va a financiar para mantener el equilibrio fiscal. Y no solo llega hasta ahí esto. Yo creo que es necesario ver cómo, a lo largo del tiempo, se les vaya recuperando a los jubilados, pero no como lo plantearon en el Congreso, sin ningún sustento económico de cómo se puede hacer ni en qué plazo.
- ¿Qué hay de la fórmula que están cambiando?
- Eso también es un problema grave. En esta fórmula, lo que se dice es que a los jubilados se les aumentará por la inflación, lo cual me parece correcto. Siempre debería haberse hecho así. Los jubilados deberían haber cobrado, por lo menos, lo suficiente para mantener su poder adquisitivo. Pero ahora han puesto en la nueva ley que, si los sueldos de los aportantes suben por encima de la inflación, se les aumentará a los jubilados la mitad de ese aumento.
- ¿Y cuál es el problema?
- El problema es que si los sueldos de los aportantes caen en términos de poder adquisitivo, las jubilaciones se mantendrán elevadas. Entonces, ¿cómo vamos a pagar eso? ¿Con más aportes de los que ya estamos haciendo? Porque, en ese caso, los aportantes nos empobreceríamos aún más. Y si seguimos emitiendo dinero, vamos a quebrar absolutamente este sistema previsional y los que estamos aportando hoy no veremos nada cuando nos jubilemos.
- Me parece que hay muchas alternativas que se deben discutir a futuro.
- Sí, hay muchas alternativas. Esa es una discusión a futuro, como bien dices. Pero el tema del régimen previsional es muy complicado. Te doy un caso. Como aportante privado, con una alta categoría, o mejor dicho, soy responsable inscripto, y estaba averiguando con amigos que están en la misma situación y se jubilaron. La verdad es que hoy es imposible.