Boca superó con lo justo a Cruzeiro en un partido discreto que sólo desniveló una aparición de Cavani
De esa manera, sacó una leve ventaja que tendrá que administrar el próximo jueves en Brasil, si es que pretende meterse en los cuartos de final de la Copa Sudamericana.
Se mostraron los dientes desde el primer minuto. El Azulao, con mucha presión sobre la salida local. y el dueño de casa con algunas corridas y centros para Cavani y Merentiel sin mayores consecuencias. Sin embargo, ese comienzo frenético no tuvo correlato en el resto del partido.
Es que el Xeneize exhibió una vez más sus problemas de funcionamiento. Especialmente en ofensiva. Zenon y Blanco no lograron gravitar en ataque. Mientras que lo de Advíncula y Saralegui por la otra banda, tampoco fue mejor. Encima, Medina no se hizo eje del juego y por eso, el local careció de profundidad para inquietar a Cássio. La consecuencia inmediata fue observar a Merentiel y Cavani bajando casi hasta el mediocampo, para entrar en contacto con el balón.
Lo del elenco de Belo Horizonte fue muy livianito. Tuvo buena distribución del juego pero sin generar nada de relieve más allá de alguna corrida.
El resto se fue entre asperezas y discusiones, que tomaron el protagonismo por la falta de ideas que tuvieron ambos equipos.
En el complemento, Martínez probó con el ingreso de Martegani por la izquierda y mandó a Zenón a la derecha. Y la apuesta le salió muy bien ya que una jugada iniciada por el ex San Lorenzo y que continuó Zenón (no había tenido un buen partido hasta ese instante), le permitió a Cavani definir cruzado para quebrar el cerco brasileño.
Y fue 1-0 solo porque el palo le negó el segundo grito a Cavani, y por una gran atajada de Cássio ante un remate de Martegani en la acción siguiente. No hubo espacio para nada más. Sólo para que Boca festeje una victoria necesaria.
