(Por Facundo Sagardoy) Los próximos 4, 5 y 6 de octubre, Corrientes y Resistencia se unirán en otro significativo encuentro para las artes: el Festival Breve. En camino hacia su sexta edición, el evento, con un impacto creciente en la escena contemporánea, se constituye en un espejo cabal de la búsqueda en la que se sumerge esta disciplina del arte en pos de trascender sus propios límites.
Entrevistados, Ángelina Caríssimo y Máximo Vargas Gómez, núcleo de su equipo gestor junto a Lucas García, reflexionaron sobre su producción, analizaron detalles sobre estéticas y estilos predominantes, y compartieron sueños y desafíos.
Reflexionaron sobre la producción escénica presente en el norte argentino, remarcaron que la diversidad en la programación de eventos es crucial, en arte escénico, dando lugar a distintos tipos de lenguajes y públicos.
Observaron la predominancia de un estilo escénico que elimina las distancias entre artistas y público para crear la sensación de unidad, advirtiendo que la cercanía geográfica permite paulatinamente en este festival una convivencia más orgánica entre las obras convocadas.
Remarcaron la tendencia hacia los monólogos que rompen la cuarta pared, con obras que ofrecen universos distintos y personales, con temáticas recurrentes giraron en torno al conflicto con el "SER", y exploran preguntas sobre identidad y autoconocimiento.
Este año, las obras participantes serán "Galería de nada", "¿Quién?" y "On My Kness", que se presentarán en el Teatro de la Ciudad de Corrientes, y "Rapsodia", "Improvisación Teatral" y Lin Sista", que harán lo propio en el teatro La Máscara de la Ciudad de Resistencia. ¿Cuáles fueron los criterios específicos que utilizaron para seleccionar las obras ganadoras y cómo estos reflejan la visión del festival?
- Este año quisimos enfocarnos en la producción regional, lo que nos arrojó el primer gran criterio: NEA. Al momento de seleccionar las obras, necesitamos tener en cuenta muchos factores: los espacios elegidos (es importante que la obra se vea realzada por el espacio, no afectada), el público propio del festival y al que aspiramos, y la variedad en la grilla. Este último punto es quizás el más importante, ya que necesitamos generar una programación diversa que ofrezca diferentes lenguajes en una sola noche, cada noche. Esto quiere decir que muchas veces nos encontramos con que realmente amamos varias obras, pero al pertenecer o poder enmarcarse dentro de un mismo género, no podemos seleccionar a todas y, por el contrario, necesitamos encontrar propuestas que equilibren la sensación que queremos generar. Todos los años intentamos acercar puestas diferentes al público y a colegas, por eso creemos que una grilla variada es la que apunta a captar nuevos públicos que compran una entrada para ver, por ejemplo, un micro monólogo, pero acaban seducidos por una obra de teatro físico. El punto es ofrecer, acercar y darle entidad a búsquedas escénicas que posiblemente luchan por encontrar espacios de muestra.
- ¿Cómo describirían el estilo predominante del festival en esta edición y qué lo diferencia de años anteriores?
- Una manera de describir el estilo de este año es: Vivo o latente. Las propuestas, quizás por la cercanía geográfica, logran una convivencia que elimina las distancias entre ellas; la sensación general es la de un cuerpo vivo, que si bien está compuesto por partes bien distintas entre sí, parece que lo recorre la misma sangre. No sabemos exactamente qué lo diferencia de otras ediciones, ya que siempre buscamos el cambio y creemos lograrlo.
- ¿Han surgido tendencias artísticas particulares en las propuestas presentadas este año?
- Sí, la tendencia artística que predominó sobre el material recibido fue el monólogo que rompe la cuarta pared definitivamente. Si bien no pudimos seleccionar a todos ellos, notamos que, aunque se trata de una tendencia, cada uno ofrecía un universo completamente distinto. Brutales, divertidos, oscuros y penetrantes, el mundo del monólogo es uno muy personal e íntimo, que habla tanto de las palabras escritas como de la corporalidad que las habita, los ojos atentos de quien dirige y les invitades que lo hacen posible.
- ¿Qué temáticas recurrentes emergieron de las obras presentadas y qué cree que esto dice sobre la escena contemporánea actual?
- En este punto, nos gustaría hablar no sólo de las propuestas elegidas, sino también de las que lamentablemente quedaron fuera. Parecería ser que el conflicto con el SER es una temática muy presente en la mayoría de las obras: el ser en relación a otros seres, el ser como un olvidado añorado, el ser como espacio de constante lucha en contra y a favor de une misme. ¿Quién soy? ¿Quién fui? ¿Quién puedo ser? ¿Quién quiero ser? ¿Quiénes somos? ¿Cómo soy en tanto YO? Quizás estas preguntas hablan directamente de una búsqueda social colectiva, en donde la salud mental está cada vez más puesta bajo una luz muy positiva en la que se intenta desestigmatizar y a la vez potenciar sus beneficios. La sensación de conocerME para conocerTE o conocerNOS se encuentra ahí en nosotres como sociedad, en las obras que recibimos y tuvimos el placer de poder verlas.
AUTOGESTIÓN Y DIVERSIDAD
- ¿Qué opinan de la evolución del festival desde su primera edición hasta la presente?
- Este festival es autogestivo y podríamos decir que en un 50% es independiente. Esto quiere decir que el dinero para la gestión proviene en gran medida de nosotres, les organizadores. Cada edición es bien distinta; hemos llegado a tener 13 obras en grilla, 2 talleres y tuvimos momentos de mucha apuesta (y quizás algo de inconsciencia económica y demasiada voluntad) en los que pudimos traer varias obras de fuera de la región y vaya que valió la pena. Se trata de un paso adelante y dos atrás, con lo que no contamos es que nos resulta muy divertido saltarnos unos cuantos pasos de regalo. Este año tendremos, además de las 6 obras, un taller físico muy interesante y necesario a cargo de Luisella Manzone y, por segunda vez, un documento de Análisis de obras. Con todo lo que tuvimos y tenemos en contra, esta sexta edición nos parece un jonrón (home run).
- ¿Qué diferencias notables han percibido entre esta edición y las anteriores en términos de participación y calidad artística?
- En términos de calidad artística no creemos que existan diferencias notables, pero sí en la participación. La cercanía que nos autopropusimos en relación a las obras, nos permite tener un vínculo muy estrecho con les participantes incluso antes de comenzar. Generamos fuertes y entrañables amistades con participantes de ediciones anteriores, pero surgieron en ese momento tan especial que es la preparación, la acción y el desenlace. Esta edición comienza acá, en este participante que nos escribe preguntas sobre el festival con intención de difundirla (¿o no, Facu?). Parece que no somos 3 organizadores por un lado, participantes por el otro, sino que nos complementamos y parece un evento que todes quieren que suceda.
- ¿Hay alguna experiencia memorable o anécdota destacada que haya surgido durante el festival?
- Es la primera vez que logramos la tan ansiada reunión virtual con les participantes; sirvió para decir algunas cosas, pero más que nada para vernos entre nosotres y abrir un canal que no siempre se estableció como algo tan orgánico. Varias anécdotas en relación a la selección seguro serán las que suceden en cualquier reunión de tipo “jurado” o quizás más bien como “curadores”. Y sabemos que los verdaderos recuerdos memorables son los que vienen.
GRAN CONOCIMIENTO DEL ESPACIO ESCÉNICO
- ¿De qué manera el festival fomenta la innovación y la experimentación dentro de las artes escénicas contemporáneas?
- Creemos que lo fomentamos acercando la posibilidad de entrenamiento, pero una de las cosas que creemos que tiene mucho valor es el análisis de obras, para el público que quizás quiera saber de qué puede tratarse esta o aquella propuesta, para les hacedores que se nutren del feedback y para nosotres, a quienes se nos ofrece una mirada externa, de alguien que pudo sentarse a observar el hecho escénico sin la ansiedad de la puesta siguiente, algún problema técnico o esa infinidad de situaciones que pueden surgir antes de un evento como este. El año anterior lo realizó Verenice Cardozo, una talentosa amiga del BREVE que realizó un trabajo excelente. Este año queremos contar con ella nuevamente.
- ¿Qué estéticas predominantes han observado en las obras presentadas este año y cómo reflejan estas las tendencias actuales en el teatro contemporáneo?
- Nos encontramos frente a propuestas estéticas que tienen un gran conocimiento del espacio escénico, las tensiones entre simetría y asimetría, orden y caos. Los elencos participantes se preguntan por el espacio y las corporalidades parecen haber asimilado un dominio particular de sus cualidades. Es refrescante ver esto sin que parezca una elaborada tesis sobre el tema, sino que ya es parte del cuerpo esto que parece tan intrínseco del hecho escénico. Creemos que de alguna manera esto dialoga con la contemporaneidad y con el sujeto que mencionamos anteriormente, aquel que busca su LUGAR en el espacio, y sabe aquello que genera conflicto y aquello que lo alivia.
- ¿Cuáles fueron los principales desafíos que enfrentaron durante la organización de esta edición del festival y cómo los superaron?
. El principal desafío siempre es económico, y este primer obstáculo es aquel que condiciona el resto de las acciones. ¿Qué más quisiéramos que una semana entera de festival en donde convivan más formas que las que podemos presentar? Porque hay muchas, infinitas formas que exceden incluso a los teatros en los cuales estaremos este año. Nos falta teatro callejero, nos falta música, nos falta cine, pero hacia allí vamos. Los demás desafíos son pequeños en comparación a este, tanto que ni vale la pena mencionarlos.
INVOLUCRAR AL PÚBLICO EN EL ARTE
- En su opinión, ¿qué rol desempeña el público en la configuración y el éxito del festival?
- El público siempre tiene que ver e incide mucho en el éxito de un festival. Hacemos un festival de arte vivo en el momento presente, sin alguien que lo mire realmente no existe. El público es quien hace existir la grilla realmente. Y si además le gusta y vuelve, misión cumplida, éxito alcanzado. Es cierto que es difícil encontrarlo, y sobre todo predecirlo. Somos personas que venimos del arte escénico; parece ser que el análisis de público y las estrategias económicas son materias adeudadas en nuestra “currícula”, realmente somos autodidactas en la gestión cultural. Operamos bajo el siguiente modus operandi: nos han hecho trabajar tantas veces en condiciones infrahumanas, que sabemos cómo nos gustaría ser tratados e incluso qué esperamos como público. Nuestra selección tampoco es caprichosa, cada une de nosotres tiene una inclinación bien marcada en relación a qué elegimos, pero es necesario que sepamos reconocer tendencias y dejarnos asombrar por cosas que posiblemente no serían nuestra primera opción. En esos casos siempre sale el público feliz y asombrado por la selección. Creemos que la mejor forma de conseguir al público es involucrándolo, preguntándole. No condicionarnos, pero sí mantener los oídos dispuestos.
- ¿Qué impacto creen que tiene el festival en la escena teatral contemporánea de la región y cómo contribuye al desarrollo cultural?
- No sabemos realmente cómo impacta, lo que sí sabemos es que comenzamos a tener elencos que esperan el festival y salas que nos recuerdan que es necesario que fijemos fechas. El Breve se espera, y eso es lo que nosotres consideramos como impacto.
- ¿Cuáles son sus expectativas y objetivos a largo plazo para futuras ediciones del festival?
- Nuestras expectativas son de crecimiento; nos encantaría comenzar a mostrar formas más mutantes de festival, en donde el evento mismo se transforma y responde al contexto. Esperamos continuar y mantener el festival a flote. Esperamos mezclar, invitar, que nos busquen, que les guste, siempre ser nuevos y tratar, en lo posible, de respetar y hacer bien a la mayoría.