AFIP reglamentó cómo se calculará el aumento del tributo al tabaco que generó discusiones en la Cámara de Diputados cuando se incorporó a la ley Bases. Impacta también sobre la posición dominante del empresario Pablo Otero.
El Gobierno reglamentó la suba de la alícuota del impuesto al tabaco, que se elevó del 70% al 73%, lo cual impactará en el precio de venta de los cigarrillos al consumidor. La decisión tiene otro costado: es un golpe directo a las posición privilegiada que ostenta de manera irregular el empresario Pablo Otero, de Tabacalera Sarandí.
A través del decreto 658 se reglamentó cómo se calculará el aumento del tributo al tabaco que generó fuertes controversias en la Cámara de Diputados cuando se incorporó a la ley de Bases. En la norma también se reglamentan otras medidas de transparencia fiscal incluidas en la ley Bases.
La decisión de incorporar el tema del tabaco se aprobó con 82 votos a favor, 77 en contra y se abstuvieron 69 legisladores de Unión por la Patria y la izquierda, ya que, sostuvieron que se traba a de una "puja entre grandes empresarios".
El Gobierno sostuvo que es necesario "dotar de ciertas pautas al mecanismo de actualización" dispuesto en el décimo párrafo del artículo sin número incorporado a continuación del artículo 28 de la misma ley, en atención a la fecha allí consignada.
Se fijó que cuando el precio de venta informado por las empresas tabacaleras no constituya una base idónea a los fines de determinar el valor imponible, por resultar inferior, como mínimo, en un 20%, al precio que surja del relevamiento que haga a la AFIP corresponderá utilizar el precio que ese organismo determine, excepto cuando las empresas "acrediten fehacientemente que es un precio del mercado".
También establece que la AFIP actualizará los importes en los meses de enero, abril, julio y octubre de cada año, considerando, en cada caso, la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Además, fija que cuando las facturas o documentos no expresen el valor normal de plaza la AFIP podrá "estimarlos de oficio" tratándose de artículos gravados al precio de venta al consumidor.
Otro punto es que cuando no se hayan presentado declaraciones o resulten impugnables, la AFIP procederá a determinar de oficio la liquidación del gravamen.
Además, señala que el organismo fiscal podrá efectuar la determinación calculando las ventas realizadas por el contribuyente en función de cualquier índice que pueda obtener.
La semana pasada la AFIP ya había informado un nuevo aplicativo para el pago del impuesto al tabaco, de acuerdo al aumento dispuesto en la Ley Bases que se aumentó del 70% al 73% la alícuota sobre el precio de venta al consumidor.
El impuesto interno al tabaco es el que Tabacalera Sarandí, de Pablo Otero, no paga por contar a su favor con una medida cautelar. Gracias a eso, la productora de marcas como Red Point, West, Master y Kiel, no paga al Estado miles de millones de pesos en impuestos, y además aprovecha para ganar share de mercado gracias a que vende más barato por esa evasión.
Otero logró mantener las condiciones de mercado que lo favorecen, permitiéndole absorber aproximadamente un 33% del mercado de cigarrillos. El empresario sostiene que su compañía no debería pagar el impuesto interno mínimo a los cigarrillos porque sería injusto dada la capacidad económica de los grandes conglomerados tabacaleros en Argentina.
Pablo Otero y su familia tienen, al menos, 19 sociedades en todo el mundo. Solo en la Argentina, controlan Tabacalera Sarandí y Grupo Madero Sur, Global Race (vinculada al automovilismo), Punt Vermell (producción de espectáculos) y Crossfinder (servicios de consultoría e informática).
Muchas de las sociedades están constituidas en Estados Unidos, Brasil, Panamá y Saint Kitts and Nevis, donde también posee, junto a distintos miembros de su familia, varias propiedades.
Brasil es uno de los centros clave de sus inversiones: allí tienen la compañía Mercicler Importadora Ltd, fundada en 2004, con la que se dedican al comercio de tabaco y bebidas alcohólicas. Curiosamente, el domicilio informado como sede de la firma es un baldío en la ciudad de San Pablo. Otro dato llamativo es que varias de sus empresas brasileñas fueron fundadas con la offshore Centauro Mobility LLC, con domicilio en Charlestown, Saint Kitts and Nevis, considerada un paraíso fiscal.
Junto a Centauro Mobility LLC, Otero compró varias sociedades en Estados Unidos, especialmente en Miami, y tiene un penthouse en Marina Palms Residences South y otro en The Harbour South Condo.
Otra de sus compañías allí son Grupo Madero Sur Corp., Costa Brava Realty Corp, Auriga Holding Investments, Zona Sur LLC, Limitless Boundary USA LLC y Proterra Food Trading.
Fuente: Ámbito.