Corrientes, viernes 14 de febrero de 2025

Cultura Corrientes

Los rastros del pasado

06-07-2024
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(Por Alejandro Bovino Maciel).Una compleja, bella y profunda obra poética como la que viene desarrollando Luis Benítez desde 1980 admite varios abordajes interpretativos. Uno de ellos podría ser el de relacionar la obra con la biografía del autor. Otro sería ponderar los recursos técnicos estilísticos que despliega cada poeta cuando escribe. Hay un enfoque filosófico, sobre todo en poesía, que allega los conceptos más depurados del pensamiento cuando la voz poética le presta su autoridad. Habrá quienes prefieran optar por un enfoque psicoanalítico, o del formalismo ruso, o de la historia literaria.

El texto, cuando es sincero a sí mismo, está abierto a todos y habla por sí mismo todos los idiomas interpretativos.

En esta obra, creo que Rodríguez Maza privilegió la mirada histórico-social en la que encuadra la producción poética de Luis Benítez en la década de 1980 cuando aparece Poemas de la tierra y la memoria, después vendrán Mitologías. Balada de la mujer perdida (1983), le sigue Behering y otros poemas (1985) y por último, Guerras, epitafios y conversaciones (1989). Ya en la Introducción el autor nos declara que su análisis será político social para encuadrar la obra poética en la reciente historia de nuestro ajetreado país.

El primer valor que resalta en este trabajo de Rodríguez Maza sobre la poética de Luis Benítez es el repaso de hechos y acontecimientos que en la memoria están deshilvanados pero que, en el registro de Rodríguez Maza, estrictamente objetivo, vuelven a conformar esa década desgraciada en la que expira los intentos de la Junta Militar para seguir detentando el poder, Rodríguez Maza se limita a enumerar aquellos que fueron titulares de la prensa en su momento, con la misma fría objetividad con la que suelen trabajar los historiadores honestos. Esos hechos que aún repercuten en quienes vivimos de una u otra forma esas crónicas desdichadas como sociedad. El declive de la dictadura, la Guerra de Malvinas, el llamado a elecciones por la presión internacional, el triunfo de Alfonsín que cobijó inmensas esperanzas, pero naufragó antes de llegar a puerto. La rebelión militar carapintada de Semana Santa, la recesión económica, el triunfo de Menem y la entrega del poder en julio de 1989. Después vendrán los saqueos a supermercados y disturbios que cerraron la década de los 80 con el oprobio de la inseguridad de la mano del emponchado liberal riojano.

En cerrada síntesis, este es el contexto histórico social de los ’80 en el que Luis Benítez escribe y publica los cuatro libros arriba señalados.

De las turbideces de la dictadura Rodríguez Maza destaca las secuelas del “Operativo Claridad” vigente durante la dictadura (1976-1983) y que siguió después, y consistió en la censura y quema pública de obras literarios, como en los buenos tiempos de la Inquisición religiosa. Contando con la colaboración de los grandes monopolios de medios, aquellos autores/as que no exhibiesen claridad en el pensamiento políticamente correcto del momento. Cualquier opacidad detectada por los honorables censores, y caía el anatema sobre el autor. Esto obligó a músicos y escritores a estrategias de ocultación para decir de otro modo lo que podría ofender dicho abiertamente. Rodríguez Maza opta por invertir los términos de la ecuación y lee las claves de la escritura junto al registro histórico en busca de esa correspondencia que explica el fraseo de cada verso. El trabajo, meticuloso y al mismo tiempo eficiente, consigue guiarnos en la lectura de aquellas cuatro obras como hace Virgilio con el Dante: cada párrafo consigue delatar las pesadillas que se abatían sobre nuestra patria en cada uno de los tumultos que padecimos en esos ’80 ignorando que en los ’90 nos esperaba algo peor: la desfachatez del riojano llevándonos a la miseria con sus planes económicos de la receta liberal de la Escuela de Chicago.



Si un sólido libro de poemas como los que escribe Luis Benítez ya anuncia una bienvenida, un libro de crítica como el de Osvaldo Gallone, o este nuevo y reciente de Rodríguez Maza nos auspician la sobrevivencia de la inteligencia en medio de la mediocridad insípida que impera en las esferas del poder en este ciclo argentino de los ’20.

Ya habrá un poeta que cante estas nuevas desgracias para seguir echando luz en este simulacro de sombras.



( Por Alejandro Bovino MaielALEJANDRO BOVINO MACIEL, JUNIO 202ci