El Licenciado en Economía por la Universidad de Buenos Aires, entrevistado por momarandu.com, comparó las políticas de atraso cambiario en ejecución con las aplicadas por Martínez de Hoz y Cavallo, con un tipo de cambio que se mantiene artificialmente bajo, y alertó que ello eventualmente causa un aumento de la inflación junto con la suba del dólar generando una crisis económica.
El economista además indicó que los principales responsables de la economía tienen vínculos directos con grandes fondos de inversión a través de su consultora Anter, y han estado vendiendo títulos de deuda argentina a estos fondos, prometiendo grandes ganancias en dólares, lo que ha resultado en un ingreso significativo de capital especulativo que posteriormente busca convertirse nuevamente en dólares, generando presión sobre las reservas.
Además, se refirió a la expectativa de recibir más créditos del FMI, que no se ha cumplido debido a las prioridades del Fondo en otros países y al incumplimiento de metas previas por parte del gobierno. Enfatizó sobre la falta de liquidación de exportaciones por parte del sector agroexportador, que no está conforme con el tipo de cambio, lo cual también ha contribuido a la escasez de dólares.
Reflexionó sobre el ajuste económico el recorte de gastos en obras públicas, transferencias a provincias y compra de alimentos, con el objetivo principal de pagar intereses de la deuda, y advirtió que ello ha causado un aumento significativo de la deuda pública y un gasto considerable en intereses, alimentando una situación económica insostenible.
- ¿Qué pasó con esos famosos anuncios, lo que es la segunda fase por parte del gobierno nacional? ¿Se acuerda usted de la famosa conferencia de Marcos Peña en diciembre del año 2017, que desencadenó toda una crisis económica?
- Esto de la atraso cambiario es lo mismo que la tablita cambiaria que hizo Martínez de Hoz. Repitió con éxito, con mucha mayor capacidad y mucha mayor eficiencia, Domingo Felipe Cavallo con la convertibilidad. ¿Por qué? Porque atrasan el tipo de cambio. Obviamente que en la Argentina existe una relación muy fuerte, directamente proporcional, entre el dólar, el precio del dólar y el precio de todos los bienes y servicios. Entonces, cuando sube el dólar, sube la inflación. De hecho, la prueba está en que la hiperinflación que tuvimos en 1989 y 1990 es hija de la hiperinflación. Recordemos que todo comenzó un 6 de febrero de 1989, cuando el presidente del Banco Central, José Luis Martínez, dijo que no tenía más dólares para vender. El dólar estaba a 17 australes con 69 centavos. No paró de crecer. Y se cerró recién el 1 de abril del 91, un poco más de dos años más tarde, a 10.000 australes por un dólar. O sea, pasaste de 17 australes, que era la moneda de la época, 17 australes con 62 centavos a 10.000 australes en un poco más de dos años. Esa fue la hiperinflación. Siempre que se corre el dólar, corren los precios.
-¿Qué está pasando?
-El gobierno quiere, pero no lo hace, controlar los precios de los bienes y servicios. También lo hace, pero no es el objetivo principal. El objetivo principal es que los cuatro que están en la cabeza del Ministerio de Economía actual, Luis Caputo, el Ministro de Economía, y Santiago Bausili, el presidente del Banco Central, son socios en una consultora que se llama Anter. Anter Latinoamérica tiene sede en Manhattan. Tiene una oficina acá, pero la sede principal está en Manhattan. Ellos son los socios dueños de esa consultora.
¿Cuáles son los clientes de esa consultora?
-Los grandes fondos de inversión y los grandes fondos de pensión, sobre todo de Estados Unidos: BlackRock, Fidelity, Vanguard, PIMCO, Franklin Templeton, Goldman Sachs, más otros bancos y compañías de seguro. Cada vez que había una reunión, ellos viajaban a Estados Unidos, sobre todo a Estados Unidos, a vender.
-¿Qué iban a vender?
-A que traigan dólares, compren títulos públicos, y con esos títulos públicos iban a ganar fortunas en dólares. Y es lo que pasó hasta mayo. No tengo los datos de junio porque el boletín financiero, que es de donde saco los datos, todavía no lo publicó. Y a estos dos los siguen otros dos: Pablo Quirno, que es el secretario de Finanzas de la Nación, y Vladimir Werning, que es el vicepresidente del Banco Central. Los cuatro salieron en campaña, a veces juntos, a veces a dos, a veces a tres, a veces uno, vendiendo títulos públicos de deuda argentina, títulos públicos de deuda argentina en pesos. Y les dijeron: ustedes traen dólares, nosotros ya evaluamos, porque habíamos evaluado el 12 de diciembre, los traen, por ejemplo, en enero, en febrero, en marzo, ganan la inflación, los títulos se ajustan por el CER, por el coeficiente de estabilización de referencia, que es en base al índice de precios al consumidor, del INDEC. O sea, en base a la inflación, pero con 45 días de retraso. O sea, si vos lo compraste en febrero, agarraste la inflación del 25,5% de diciembre, el 20,2% de febrero, el 13,6% de enero, el 13,6% de febrero. Si los agarraste todos, te harás fortuna. Pero se tienen que pasar a dólares. Y acá viene el problema.
No hay dólares. Ellos pensaban que lo del RIGE, el Régimen Directivo de las Grandes Inversiones, iba a salir antes, y que el FMI le iba a dar la ampliación del crédito que le habían dado a Macri, que le dieron 55.000 dólares y utilizó 45.600, que le iban a dar casi 10.000 millones de dólares, que era lo que le habían autorizado a Macri, y que no se lo dieron, porque no cumplía con las metas. Nosotros cumplimos con las metas con creces. Las metas son el ajuste fiscal, la emisión monetaria para financiar al Estado, y el aumento de las reservas internacionales. Nosotros cumplimos con creces, y ustedes nos tienen que dar ese crédito. Gita Gopinath, que es la segunda del FMI, y la primera porque está puesta por Estados Unidos, está en representación de Estados Unidos, está en la antorcha de la directora general, pero la subdirectora general, Gita Gopinath, le dijo claramente a Caputo, en inglés, porque los dos hablan inglés perfectamente, que este año se olvide que la Argentina iba a recibir un crédito nuevo del FMI, porque antes estaban los pedidos de Egipto y de Pakistán. Esta es la situación. Entonces, sin un dólar, el gobierno se encuentra inventando.
-¿Puede compararse con 2017?
-Lo mismo le había pasado ya en el 2017, y después se invocó en el 2018, porque cuando Estados Unidos llegó a la tasa de interés, que no es este caso, los capitales se fueron para Estados Unidos. Bueno, acá no hace falta que suba la tasa de interés de Estados Unidos. Se dan cuenta de que no hay dólares para aquellos que ganaron fortuna en pesos, porque compraron títulos en pesos, el Bono Global, los Boncer, las Lecap, todos son títulos en pesos, los quieren convertir en dólares, y el terror que tienen es que el dólar se dispare, y que esa tasa de conversión que habla Caputo, lo mismo que decía Martínez de Hoz, lo mismo que dijo Cavallo, esa tasa de conversión de un crecimiento de 2% o 3% mensual va a ser arrasada por la realidad. Entonces, el atraso cambiario va a estar a la brecha entre el tipo de cambio oficial y el tipo de cambio paralelo. Si supera el 50%, se dan cuenta de que esto, en seis meses de gobierno, no va a durar. También, bastante importante a considerar es que los agroexportadores no están liquidando como suelen liquidar habitualmente. Hay un atraso también en eso, que tiene que ver con todo lo que usted dijo. El atraso cambiario, no hay un dólar de referencia para los agroexportadores, y eso les lleva también a no exportar, lo que impide el ingreso de dólares también en la Argentina. Pero, por supuesto, tal cual. Ya lo había dicho Gustavo Idígoras, que es el presidente de CIARA, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina, y de CEC, el Centro de Exportadores de Cereales. Él dijo en abril, los primeros de abril, que el campo no estaba conforme con este tipo de cambio y que ellos iban a liquidar solamente lo indispensable para cubrir los costos, pero que no iba a haber... Que tenían más de 40, dijo él, más de 40 millones de toneladas de grano, entre soja, maíz, girasol, sorgo, etcétera, etcétera, más de 40 millones de toneladas, pero que ellos no lo iban a liquidar porque no estaban conformes con el tipo de cambio. Y esto es lo que pasó. Si vos tomás la recaudación acumulada del 2024, que dice la Cámara de Exportadores de Cereales y la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina, que son los mayores acopiadores y comercializadores de grano del país, da, la cifra parece enorme, 11 billones de pesos. No son 11 mil millones de dólares, pero para el mismo lapso, en seis meses, en el 2022, era 19 billones de dólares. Están dólares, 19 mil millones de dólares, 19 mil millones de dólares contra el 2024, 11 mil millones de dólares. 19 mil millones de dólares en dólares corrientes en el 2022. Y en el 2024, casi la mitad. 11.024 millones de dólares. Esto explica que están pisando, uno aparte lo ve, en la pampa uno lo ve a los silos, va de un lado a otro, y te encuentras con los silos bolsa repletos y sin venderse.
- ¿Es, como usted explicó, una situación financiera económica compleja o es presión por parte del mercado? Porque entienden que hay una debilidad política por parte de Milei.
- Acá el gobierno no puede mantener el tipo de cambio porque no tiene dólares para mantener los dólares que ingresan. Este es el problema financiero. Ahora, desde el punto de vista de la economía real, la economía es un desastre. Ellos hicieron, obviamente, la irracionalidad, hicieron un brutal ajuste público. Pararon la obra pública, le transfieren menos plata a las provincias, sobre todo, no le están transfiriendo a las provincias que tienen un sistema previsional propio, que tienen población y no le están transfiriendo. Sí, la coparticipación, porque la coparticipación se hace automática, la hace el Banco Nación. Pero la transferencia del pago previsional a las 13 provincias que tienen un sistema previsional propio no le están cumpliendo en tiempo y forma. Han disminuido las transferencias a las provincias. No han comprado nada de alimentos. Esos 6 millones de kilos de alimentos de aquí no los había comprado la gestión anterior y que no los distribuyeron. Dan 7, le distribuyeron 1 y 6 le estarían distribuyendo recién ahora. Y le contaron el mes pasado 6 millones de kilos guardados en depósitos, muchos de ellos a tiempo de desaparecer como alimentos, y sin embargo tenían guardado una inutilidad total. Y ahora fíjate lo que te acabo de decir. Esos que aceptaron la primera parte de la deuda, la transformaron en títulos del Tesoro. Casi 33 mil millones de dólares. Pasaron deuda de los bancos a todos nosotros, hasta hacer deuda pública por 33 mil millones de dólares. Además, el gobierno anterior, que fue un desastre, dejó un déficit fiscal en pesos equivalente a 25 mil millones de dólares. Tienes 33 mil millones de dólares de la deuda, 25 mil millones de dólares del déficit fiscal, todo eso titularizado. No es una palabra cristiana, pero la usa la Secretaría de Finanzas de la Nación. Titularizaron toda esa deuda en títulos, vaya renuncia, en títulos de deuda pública. O sea que aumentó la deuda pública nuestra y eso devengó un interés de 7 mil millones de dólares. Esos 7 mil millones de dólares que devengaron, que todavía no se han pagado porque todavía no se convirtieron en deuda, pero esos 7 mil millones de dólares que devengaron la transferencia de activos que han realizado, titularizar el déficit fiscal de 25 mil millones de dólares y pasar la deuda por 33 mil millones de dólares, le dio 7 mil millones de dólares. Eso aumentó la deuda pública en 65 mil millones de dólares.
En términos históricos...
- Nosotros tenemos la mayor deuda pública de la historia. El único récord que tiene Milei es haber aumentado la deuda pública al récord. Nunca llegó a esta suma de 454 mil millones de dólares como está ahora. Nosotros tenemos un producto que a veces está rompiendo los 470 mil. La deuda va a estar en el 92 o el 93 por ciento del PIB. Ahora bien, esos 7 mil millones de dólares que ellos reconocen de intereses, es la cuarta parte de todo el gasto público del sitio hasta mayo. Hasta mayo, el total del gasto público de la Administración Nacional fueron 31 billones, como larga, 31 billones de pesos, convertido ahora en 31 mil millones de dólares. Los intereses que estamos diciendo, que reconocen por la deuda, convertida en título de deuda del Tesoro de la Nación, y el déficit fiscal convertido en título de deuda del Tesoro de la Nación, suman 7 mil millones de dólares. 7 mil sobre 31 mil es casi un 25 por ciento. Hicieron un brutal ajuste solamente para pagar intereses. Y esto es lo que pretendían hacer ahora. Por eso derrapó. Porque el viernes, con esa cara de nada que tienen los dos, Caputo y Bausili, dijeron, bueno, vamos a seguir limpiando el balance del Banco Central. Vamos a pasar ahora, son casi 18 mil millones de dólares, casi 18 millones de pesos de encajes remunerados. Ahora son pasivos y los vamos a pasar al Tesoro de la Nación. Es una letra que va a ser una letra de regulación monetaria. Recordemos Martínez de Hoz, la cuenta de regulación monetaria. La cuenta está en la letra de regulación monetaria. Le vamos a pasar esta deuda al Tesoro de la Nación. O sea, va a ser más deuda pública. Y ahí saltaron los bancos. Porque los bancos no quieren cobrar más en pesos. Porque los pesos los va a pagar el Banco Central. El Tesoro va, y el Banco Central va a hacer el ajuste, el Tesoro va a pagar al Banco Central. Ahora, ellos no quieren pesos, ellos quieren dólares. Ellos lo que están necesitando es convertir los títulos que compraron en pesos en dólares. Y ahí se produce el cortocircuito. Cuando lo que estaban esperando, que el gobierno dijera, bueno, vamos a devolver, vamos a facilitar cada ingreso de dólares por exportaciones, no lo dijo, ni lo insinuó, lo dejó como que no existiera, que es un problema que la tasa cambiaria no existe. Es peor. Manda una mentira que ellos por ley tienen que tener a mitad de año una proyección del presupuesto 2025. También vuelvo a decir lo mismo. Yo tengo un mensaje delante mío, es el mensaje 32 del 2024. Y en ese mensaje también se ponen un dólar que no va a existir. Inventan, es un grado de locura. Están diciendo que ellos hacen una mentira para que se la crean los demás y se terminen creyendo ellos. Lamentablemente está el país sufriendo esas consecuencias. Está todo el país y toda la población sufriendo esas consecuencias. Pero este gobierno no le encuentra, en la jerga diríamos, no le encuentra por dónde le entra el agua al coco. No sabe cómo seguir y los mercados ya lo saben, y por eso la corrida del dólar.