En el país, el aborto sólo es permitido en los casos de violación, malformación cerebral del feto y si el embarazo pone en riesgo la vida de la madre.
Miles de mujeres volvieron a las calles de São Paulo, en Brasil, contra el proyecto legislativo que busca equiparar el aborto a partir de las 22 semanas de embarazo con el delito de homicidio, incluido en casos de violación.
Es la segunda manifestación en los últimos tres días en la capital paulista contra la propuesta patrocinada por un grupo de diputados ultraconservadores, varios de ellos del Partido Liberal (PL), que lidera el expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro.
Como el 13 de junio, medio centenar de instituciones y colectivos feministas se concentraron en la Avenida Paulista, una de las principales arterias de São Paulo, y recorrieron el centro de la que es la mayor ciudad de Brasil.
Vestidas con pañuelos verdes, las manifestantes clamaron contra el jefe de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, después de que el pleno aprobara, por mayoría y en una votación exprés, discutir el proyecto con carácter de urgencia para acelerar su trámite parlamentario.