La "operación especial" del ejército de Israel para liberar a cuatro rehenes en el centro de Gaza dejó al menos 210 muertos y más de 400 heridos, según informó este sábado el gobierno de Hamás en Gaza, mientras el jefe de la diplomacia europea Josep Borrell condenó la "masacre de civiles" palestinos durante la misión de rescate y dijo que "el baño de sangre debe terminar".
La operación se llevó a cabo en Al Nuseirat, una zona densamente poblada del centro de Gaza y a menudo asediada en el conflicto entre Israel y el grupo islamista que gobierna el territorio palestino, considerado terrorista por la Unión Europea y otros países.
Un portavoz militar israelí dijo que la operación tuvo lugar en el corazón de un barrio residencial de Nuseirat, donde Hamás había retenido a los rehenes en dos bloques de apartamentos. Las fuerzas israelíes fueron objeto de un intenso fuego durante el asalto y respondieron disparando "desde el aire y desde la calle", declaró el portavoz militar, el contralmirante Daniel Hagari.
Cuerpos quedaron esparcidos en un mercado y una mezquita
Paramédicos y residentes de Gaza dijeron que el asalto mató a decenas de personas y dejó cadáveres destrozados de hombres, mujeres y niños esparcidos por un mercado y una mezquita.
La oficina de prensa del gobierno de Hamás en Gaza anunció que al menos 210 personas murieron y más de 400 resultaron heridas a causa de la operación militar.
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Los liberados fueron una mujer -Noa Argamani, de 26 años- y tres hombres: Almog Meir Jan, de 22; Andrey Kozlov, de 27; y Shlomi Ziv, de 41. Todos fueron "secuestrados" en el festival de música electrónica Nova, durante el sangriento asalto del grupo terrorista Hamás en Israel el pasado 7 de octubre, según el ejército.
La ofensiva israelí como represalia se cobró hasta el momento la vida de al menos 36.801 personas en Gaza, en su mayoría civiles, según el Ministerio de Salud del gobierno de Hamás en el territorio palestino.
