EQUILIBRIO. El referente resaltó la necesidad de una gestión cuidadosa en la industria ganadera para asegurar la salud del ganado y la estabilidad económica del sector.
El representante del Instituto de la Promoción de la Carne Vacuna Argentina, Gonzalo Álvarez Maldonado, criticó en declaraciones a momarandu.com la inflación y la inestabilidad económica y a los laboratorios por imponer sobreprecios en ese contexto, sobre los que, sugirió, recaiga un severo ajuste del Gobierno.
Álvarez Maldonado destacó la importancia histórica de la vacunación anti-aftosa en Argentina desde su reintroducción en 2001, tras un brote significativo debido a la entrada de ganado de contrabando desde Paraguay. La vacuna oleosa argentina, desarrollada en los años 80 por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), ha sido fundamental para mantener al país libre de aftosa durante más de dos décadas.
Sin embargo, el representante criticó la inflación y la inestabilidad económica que han permitido a los laboratorios imponer sobreprecios. "Los laboratorios han aprovechado la circunstancia económica para aumentar los costos de la vacuna, que históricamente equivalían al precio de un kilo de novillo en pie por dosis", afirmó.
El referente, además, elogió la colaboración entre el sector público y privado, que ha permitido una vacunación eficiente y eficaz durante más de 20 años y sugirió que enfrentar los altos costos, los ajustes deben recaer tanto en los laboratorios como en las entidades públicas y privadas responsables de la vacunación. "Es viable que haya lugares más liberales y otros menos, pero es fundamental mantener el control estatal y asegurar que los laboratorios devuelvan cualquier sobreprecio indebido a los productores", expresó.
VACUNACIÓN Y CONSUMO
Álvarez Maldonado, además, alertó sobre la peligrosa tendencia de algunos países a dejar de vacunar, como Brasil, que ni siquiera cuenta con un banco de vacunas. "Dejar de vacunar sin seguridad plena podría resultar en la reintroducción de la enfermedad, lo cual sería desastroso para los mercados que Argentina ha logrado recuperar con tanto esfuerzo", advirtió.
En cuanto al consumo de carne, mencionó que ha disminuido a 42 kilos per cápita anualmente debido a la crisis económica. No obstante, argumentó que, a pesar de la situación, la carne sigue siendo uno de los alimentos más económicos comparado con otros productos básicos.
Por último, el referente abrió la puerta al debate y enfatizó la importancia de no desperdiciar los logros alcanzados. "No podemos tirar por la borda tantos años de sacrificio e inversión que han erradicado la fiebre aftosa en Argentina", concluyó.