(Exclusivo / Cobertura desde Capital Federal) Entre canciones y poemas, la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires hace una pausa frente a un arte singular: el arte escénico. Vela inconsumible para la llama del humor, entre miles de visitantes, allí se encuentra Jose Luis, humorista, protagónico de Doña Jovita.
José Luis, doña Jovita para todo el mundo, ¿cómo ve el humor en este siglo XXI? Algunos parámetros fueron cambiando en la década de 80, había un humor más violento. ¿Y ahora?
- En realidad el humor es todo lo que fluye. Todo lo que fluye y hace bien a la gente. Hay buen humor y hay mal humor, que es el que mata, solo se destruye, solo porque es el humor de la violencia. En cambio, el buen humor se parece mucho a un arroyo que corre, a todo lo que fluye. Ese humor no es necesariamente el chiste. El chiste ayuda pero al humor siempre estamos abiertos. A recibir el buen humor, que puede ser con una sonrisa, como la que te da alguien que te está atendiendo en un supermercado, en el ANSES o en una municipalidad.
Su humor va de la mano del de Luis Landriscina, que atraviesa todas las décadas. ¿Qué busca hoy la sociedad?
- Y sí, este... Digamos, el humor es un modo de jugar. Y son distintas expresiones de la cultura. Algunas la gente ya las deja porque son previsibles. Pero yo voy por un humor que sirva para todos.
¿La situación económica ayuda a que la gente tenga menos humor ahora?
- Sí, pero también ayuda a que necesite humor.
José Luis Serrano es un actor, humorista y músico nacido en octubre de 1957 en Villa Dolores, Provincia de Córdoba. Hace más de tres décadas, dio vida a su entrañable personaje, "Doña Jovita", una anciana representativa de Traslasierra.
A los 12 años, José se trasladó con su hermana, maestra de profesión, desde Villa Dolores a Formosa. Entre idas y vueltas, finalizó su educación secundaria en su ciudad natal, obteniendo el título de agrónomo general. Posteriormente, se instaló en Córdoba para estudiar Composición Musical.
Inicialmente, José Luis actuaba bajo su nombre real, José Luis González, hasta que "El Negro" Álvarez le sugirió cambiarlo a Serrano.
"El Negro Álvarez siempre fue un visionario. Él ya era humorista, aunque yo también tenía inclinaciones humorísticas, no estaba seguro de querer dedicarme a ello", afirmó.
Fue en un encuentro de música y teatro donde acompañó a una actriz que interpretaba a una anciana, despertando su interés por este tipo de personajes. Inicialmente conocida como Doña Creolina Sosa, luego Álvarez la rebautizó como Doña Ensarnación de Bustos, para finalmente adoptar el nombre de Doña Jovita.