Despidos. Entre la crueldad y el dolor

( Por Gabriel Alejandro Romero*).Sufrir un despido es una experiencia extremadamente traumática. Lo sé por haberlo padecido injustamente en 2 ocasiones.

Quedar sin la ocupación y sin ingresos habituales nos pone frente a una situación angustiante.

Si se trata de quien sostiene o colabora con el mantenimiento de una familia, eso agrega un condimento cercano a la desesperación.

Por eso resultan inexplicables las bromas, las ironías y hasta las muestras de satisfacción por las cesantías que corren por las redes sociales.

Evidentemente se ha perdido empatía social, lo que era natural; una actitud de solidaridad con aquellos que atraviesan esta amarga circunstancia.

Ese comportamiento no tiene atenuantes. Aún cuando se produzca en el Estado bajo las dudosas sombras que el propio Gobierno Nacional se encarga de difundir, es aborrecible que una parte de la sociedad salude con alegría tales decisiones.

Con argumentos frágiles como los que usó el Vocero Adorni expresando que las cesantías era sobre agentes "no necesarios"

O peor, con la palabra "prescindible" que el Gobierno de Milei está usando en cartas documentos o correos para notificar los despidos.

La palabra "prescindibles" vuelve a utilizarse para proceder directamente, sin sumario, sin investigación previa, al despido masivo de estatales con los mismos métodos y adjetivos de la Dictadura.

No son menos dolorosos los 70.000 puestos de trabajo perdidos por cierre de las obras públicas nacionales.

La Argentina vuelve entonces a convivir con el flagelo de la desocupación que en los próximos registros probablemente superarán el dígito.

Milei y sus funcionarios en vez de explicarse se regodean con el "ajuste más grande de la humanidad" según palabras del Presidente.

Pronto se sabrá si los argentinos seguirán soportando calladamente estas injusticias, la pérdida tremenda de poder adquisitivo y el desprecio por los jubilados.

Como siempre habrá muchos sectores del pueblo dispuestos a no dejarse atropellar.


*Presidente LIBRES DEL SUR CORRIENTES