PENDIENTE. El experto subrayó la necesidad de una mayor investigación y prevención para abordar las consecuencias a largo plazo de la epidemia de enfermedades vectoriales.
El médico experto en infectología reflexionó entrevistado por momarandu.com sobre las secuelas del coronavirus, a cuatro años de su aparición en todo el mundo, y alertó sobre la falta de estudios exhaustivos sobre la propagación del dengue.
El doctor Luis Cámera, entrevistado por momarandu.com, reflexionó sobre la pandemia de coronavirus que azotó al mundo cuatro años y medio atrás, y enfatizó sobre los cambios a nivel global, tanto en lo político como en lo cultural, que aparejó su combate.
El médico especialista remarcó que, con más de 10 millones de fallecidos a nivel mundial, el impacto del coronavirus fue catastrófico, con graves consecuencias económicas, aunque destacó los avances a los que condujo en atención médica, con el desarrollo de nuevas plataformas de vacunas y una reorganización completa del sistema de salud.
Por otra parte, opinó que el aumento de las enfermedades infecciosas como el dengue sugiere un cambio ecológico relacionado con la pandemia, con una mayor presencia de mosquitos urbanos y una adaptación de estos insectos al entorno citadino, y remarcó que la limpieza es la mejor estrategia para dar batalla a los vectores que sigue siendo un desafío global.
Pasaron cuatro años y medio de la pandemia. El mundo cambió.
- Fue un gran cambio que, ya se verá con el tiempo. Para mí fue un cambio de era; las transformaciones que se están generando lentamente, sobre todo políticas y culturales, y fue muy disruptivo con el coronavirus. Hay que verlo desde la tremenda magnitud que ha generado, más de 10 millones de personas fallecían en todo el mundo. Fue, como he dicho, en muchas oportunidades, la peor catástrofe a nivel de todos los países que componen nuestro mundo. Generó mucho daño en la cuestión económica. También generó avances muy importantes, como son las nuevas plataformas de vacunas y un reordenamiento de la atención en salud.
¿Se va a saber cuál fue el origen de la enfermedad?
- El origen no se puede saber, hay muchas hipótesis. Es más un fenómeno natural, porque yo he visto coronavirus muy similares. Pienso que es un fenómeno natural, con mayor complejidad. No apuntaría más que eso, a un fenómeno estrictamente natural que se fue generando por saltos. Están las herencias que nos dejó el coronavirus, la secuela psicológica, el hecho de tanta cantidad de gente en un lugar cerrado, o que automáticamente muchos seguimos usando alcohol en gel en las manos cada vez que se puede.
¿Estas cuestiones quedaron como traumas?
- Sí, eso es muy cierto. Algunas costumbres han quedado. Ha quedado bastante el hecho de la limpieza, de preocuparse por los lugares cerrados. Ha quedado normalmente el hecho de que la gente cuida más su salud a nivel personal, y que la gente grande, como en el Oriente, cuando llega el invierno, se enfrenta a los virus respiratorios, y se protege con un barbijo. Todas estas son consecuencias secuelares que ha dejado el COVID. Un 15 por ciento de la población tiene lo que se llama COVID prolongado, COVID largo, o síndrome post-COVID.
¿Y las vacunas? ¿Tuvieron secuelas?
- No, muy pocos. Ha sido horrible el rebrote antivacuna, los negacionistas, los obstructores de conciencia, que se han equivocado de manera increíble. Muchas personas inteligentes, expertos, y por supuesto, que, como persona inteligente y experta, niega totalmente la realidad, y al negar la realidad, por más que uno se lo muestre, han quedado negados permanentemente. Decían que era una gripe fuerte, y una gripe fuerte no mata más de 20 millones de personas en todo el mundo. Algunos hoy callan sus bocas haciendo, y no dicen nada, pero muchos expertos han dicho muchas tonterías,
"EL MOSQUITO ES UN EJÉRCITO INVASOR"
En el norte, el dengue está golpeando fuerte. ¿Hay una interacción entre una cosa y la otra?
-Probablemente, a partir del COVID se generó un cambio ecológico. Muchas enfermedades infecciosas están muy problemáticas en los últimos tres, cuatro años. Yo creo que el cambio ecológico lo está generando. Piensen que se ha ido extendiendo, hay más mosquitos en ciudad, no mosquitos rurales, no mosquitos de lugares selváticos, mosquitos de ciudad. Eso es obvio que ha ido avanzando, eso es obvio.
En materia de prevención, lo mejor es la limpieza. ¿Hay otro tipo de prevención?
-No hay otro más que hacer ese, pero a nivel mundial estamos fracasando porque, como elemento invasor, el mosquito tiene una superficie del mundo al doble que hace veinte años, con más poderes, es ejército invasor que sigue avanzando.
Antes, únicamente sobrevivía al agua limpia, ahora, en cualquier estancamiento, incluso con aceite.
-El mosquito se adaptó al ecosistema. Lamentablemente, se puso un poquito muy invasivo y adaptado a la ciudad. En la ciudad tiene mucha más gente para picar, se multiplica más. eN cualquier elemento biológico tiene más sustrato alimenticio y se multiplica, biológico. En la ciudad tiene millones.
En Corrientes, hubo varios muertos.
- Hay muchos casos asintomáticos, entonces no podemos saber si la persona que evolucionó mal este año fue la primera vez que la picaron. Estamos comprendiendo que es una deuda grande en materia de salud, estudiar esta epidemia.